EE UU
Biden cumple 78 con grandes retos y la necesidad de convencer de que está física y mentalmente en forma
El presidente electo prometió durante la campaña ser “totalmente transparente” sobre su estado de salud
El presidente electo Joe Biden cumple hoy 78 años. En dos meses, tomará las riendas de una nación políticamente fracturada que se enfrenta a la peor crisis de salud pública en un siglo, a un alto desempleo y a una división racial.
Además de luchar contra estos problemas, Biden intentará lograr otra hazaña: demostrarles a los estadounidenses que la edad no es más que un número y que está a la altura. Biden prestará juramento como el presidente de mayor edad en la historia de la nación, desplazando a Ronald Reagan, quien dejó la Casa Blanca en 1989 cuando tenía 77 años y 349 días.
La edad y la salud tanto de Biden como del presidente Donald Trump, menos de cuatro años menor que Biden, fueron muy comentados durante la campaña electoral en un momento en el que la nación se enfrenta a no pocos problemas importantes.
Biden tendrá que demostrar que tiene fuerza suficiente para ejercer su cargo. “Es crucial que tanto él como su equipo expresen con claridad lo que quieren desde el principio de su presidencia”, asegura Ross Baker, politólogo de la Universidad de Rutgers que ha asesorado a legisladores de ambas partes. “Tiene que ganar credibilidad con el pueblo estadounidense, que confíen en que está física y mentalmente a la altura del trabajo”.
A lo largo de la campaña, Trump, no perdió la oportunidad de resaltar los errores de Biden y argumentar que el demócrata carecía de la agudeza mental para liderar la nación. Tanto a los críticos como a algunos partidarios de Biden les preocupaba que estuviera enviando un mensaje equivocado sobre su estado de salud al mantener una agenda pública relativamente ligera mientras Trump arrasaba con los estados decisivos.
Biden atribuyó esa agenda poco cargada a la necesidad de ser cauto durante la pandemia de coronavirus. Algunos de los rivales de Biden en las primarias demócratas también cuestionaron que alguien de la generación de Biden y Trump era la persona adecuada para liderar la nación. Brian Ott, profesor de comunicaciones de la Universidad Estatal de Missouri que estudia la retórica presidencial, cree que Biden no impresionó durante la campaña, pero ha demostrado ser mucho más efectivo con sus comentarios públicos desde el día de las elecciones. Ott asegura que el discurso de victoria de Biden fue conmovedor y su empatía se mostró en una discusión virtual que sostuvo a principios de esta semana con los trabajadores de la salud de primera línea. La experiencia del presidente electo, una combinación de edad y casi 50 años en política, se transmite más claramente a través del prisma del gobierno que del caos de la campaña, asegura
La edad relativamente avanzada de Biden también otorga una mayor importancia a la calidad de su equipo, según Baker. Su elección de la senadora Kamala Harris, casi 20 años más joven que él, como su vicepresidenta, muestra que es consciente del problema de su edad. Biden se ha descrito a sí mismo como un presidente de transición, pero no descarta postularse para un segundo mandato. “Él ha hecho un buen servicio al dar a conocer desde el primer día que ella está preparada”, asegura Baker sobre Harris. “Ella tiene que estar en las imágenes que salen de la Casa Blanca. También necesitan resaltar su inclusión en cualquier tema o debate importante que esté ocurriendo en la Casa Blanca “.
Biden, en una entrevista con CNN en septiembre, prometió ser “totalmente transparente” sobre todas las facetas de su salud si es elegido, pero no ha dicho cómo lo hará. La campaña ha argumentado que Biden no es un septuagenario promedio. Su médico, el Dr. Kevin O’Connor, en un informe médico publicado por la campaña en diciembre, describió a Biden como “saludable, vigoroso ... apto para ejecutar con éxito los deberes de la Presidencia“. O’Connor informó que Biden hace ejercicio cinco días a la semana.
El presidente electo dijo a sus partidarios que durante la pandemia se ha basado en entrenamientos en casa que incluyen una bicicleta, cinta para correr y pesas. En 1988, Biden sufrió dos aneurismas cerebrales que amenazaron su vida, una experiencia que, según escribió en sus memorias, lo convirtió en el “tipo de hombre que quiero ser”. O’Connor también señaló en su informe que Biden tiene latidos cardíacos irregulares, pero no ha requerido ningún medicamento ni otro tratamiento. También le extirparon la vesícula biliar en 2003.
No será el primer presidente que trate de mostrar su buen estado de salud, como explica Edward Frantz, historiador presidencial de la Universidad de Indianápolis. Reagan se aseguró de que el público le viera cortando leña y montando a caballo. Trump, después de ser diagnosticado con coronavirus, regresó rápidamente a una apretada agenda de campaña.
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