Armamento

¿Qué es el Tratado de Cielos Abiertos que Estados Unidos abandona?

Este acuerdo suscrito por 35 estados permite los vuelos de reconocimiento aéreo en territorios de otros países para obtener información sobre las actividades militares sospechosas

Putin y Trump conversan en 2017 en la cumbre del G-20
Putin y Trump conversan en 2017 en la cumbre del G-20Evan VucciAP

Estados Unidos ha puesto punto y final este domingo a su cooperación con el tratado de Cielos Abiertos, seis meses después de anunciar su retirada del acuerdo, que abría la puerta a que los Estados miembro realicen vuelos de observación -con aeronaves desarmadas- para obtener información de primera mano sobre las actividades militares sospechosas de otros países, en aras de la transparencia y la confianza mutua.

El Tratado de Cielos Abiertos, negociado hace casi tres décadas y en vigor desde 2002, permite a los Estados miembros sobrevolar cualquier parte del territorio de otro estado miembro, fotografiando desde el aire, con una resolución máxima de 30 centímetros.

El presidente Dwight Eisenhower fue el primero en proponer que Estados Unidos y la entonces Unión Soviética permitieran los vuelos de reconocimiento aéreo en sus respectivos territorios en julio de 1955. Moscú rechazó la idea, pero el expresidente George H.W. Bush volvió a proponerla en mayo de 1989 y el tratado entró en vigor en enero de 2002. Hasta el momento lo han firmado 34 naciones. Kirguistán lo ha firmado, pero aún no lo ha ratificado.

El acuerdo fue diseñado para mejorar la transparencia y la confianza entre las partes, al permitir la realización de un determinado número de vuelos de reconocimiento anuales sobre los signatarios con apenas un corto aviso. El acuerdo -del que forman parte Estados Unidos, Rusia, Canadá y casi toda la Unión Europea, incluida España- es uno de los esfuerzos de control internacional de armas más amplio jamás realizado con el objetivo de promover la transparencia en las fuerzas y actividades militares.

Hoy, sin embargo, se cumplen seis meses desde el momento en que EEUU envió un aviso de retirada del Tratado de Cielos Abiertos. “Ya no somos parte en ese convenio que Rusia estuvo violando groseramente durante años”, ha hecho saber el asesor de Seguridad Nacional, Robert O’Brien. O’Brien ha añadido que la decisión adoptada por la Casa Blanca se enmarca de otras retiradas estadounidenses de “tratados y acuerdos obsoletos que fueron beneficiosos para nuestros oponentes, en detrimento de la seguridad nacional”.

En un mensaje simultáneo, el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, ha confirmado la retirada y esgrimido que se ha producido después de que Rusia “haya sido incapaz de cumplir con sus obligaciones”. El acuerdo fue negociado hace tres décadas y, según hizo saber Washington en su momento, Moscú lo incumplió al impedir la vigilancia sobre localidades como Kaliningrado o la frontera con Georgia, donde podría estar desplegando armas nucleares o realizando grandes maniobras militares.

En cambio, Washington considera que las fuerzas rusas se están aprovechando del tratado para obtener información sobre infraestructuras norteamericanas clave. A principios de este mes, el ministro de Relaciones de Rusia, Sergei Lavrov, exigió garantías por escrito a los miembros restantes de la OTAN de que los datos que recopilen a partir de ahora no se compartirán con Estados Unidos, antes de avisar de que las bases estadounidenses en Europa no quedarían al margen de las misiones de vigilancia rusas.

El Kremlin ha lamentado este domingo la retirada de Estados Unidos a través de su portavoz, Dimitri Peskov. “Nos apena la salida de EEUU del acuerdo, porque consideramos que va a perder relevancia de ahora en adelante”, según declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias rusa Sputnik.

Con esta medida, ya son tres los acuerdos militares rotos por Trump desde su llegada a la Casa Blanca, después de sacar a Estados Unidos del pacto nuclear con Irán y del Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio suscrito con Rusia.