Conferencia de donantes
Macron redobla la presión internacional para que Líbano forme Gobierno
Francia condiciona la entrega de ayuda al castigado país a las reformas
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, renovó hoy la presión para que Líbano forme Gobierno con una nueva conferencia internacional de apoyo a la población de ese país, la segunda tras la explosión en el puerto de Beirut, el pasado 4 de agosto, que dejó más de 200 muertos.
Este encuentro telemático cumplió la promesa de hacer un nuevo balance sobre la situación y las ayudas comprometidas cinco días después del siniestro, pero puso el foco en que se acelere la instalación de un Ejecutivo, más de un mes después de la designación de Saad Hariri como primer ministro.
“No abandonaremos ni las promesas hechas ni nuestras exigencias sobre las reformas o la investigación de los motivos de la explosión”, dijo Macron, quien anunció también un nuevo fondo internacional para entregar ayuda básica a la población libanesa.
Líbano atraviesa una de las peores crisis económicas de su historia y Francia lamenta que el retraso en la formación de un Gabinete bloquee la aplicación del plan al que se comprometieron en verano los responsables políticos libaneses, ya fuera en materia sanitaria, energética o judicial.
La videoconferencia de este miércoles, coorganizada con Naciones Unidas, contó con 12 jefes de Estado y de Gobierno de un total de 27 países, además de diez organizaciones internacionales y ONG locales.
Apoyo español
Entre los participantes figuraban el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez; el secretario general de la ONU, António Guterres; el ministro brasileño de Exteriores, Ernesto Araújo, o el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell.
“España ha estado y seguirá estando comprometida con la preservación, la estabilidad y la seguridad de líbano”, señaló Sánchez en un mensaje grabado.
En agosto, la comunidad internacional se comprometió a movilizar 252,7 millones de euros en ayudas (unos 303 millones de dólares) y la entrega efectiva de fondos ha superado los 280 millones (unos 336 millones de dólares).
El objetivo de la reunión de hoy era trabajar “a corto plazo para responder a la urgencia y también a medio porque desgraciadamente vemos que Líbano sigue hundiéndose en la crisis”, según habían avanzado fuentes de la Presidencia francesa.
Macron indicó que para pasar de la fase de urgencia a la de “recuperación precoz” se ha previsto un fondo fiduciario de múltiples donantes preparado por el Banco Mundial, Naciones Unidas y la UE, que tiene como prioridades el suministro alimentario o el sector sanitario, y para el que se pidió de nuevo la colaboración internacional.
Francia descartó que las sanciones sean el mejor método para hacer avanzar los planes porque el objetivo inmediato es evitar que la situación se degrade.
A principios de septiembre, Estados Unidos ya sancionó a dos ex ministros libaneses, Yusuf Fenianos y Ali Hasan Jalil, por supuesta corrupción y vínculos con el grupo chií Hizbulá, y este mes hizo lo mismo contra Gebran Bassil, yerno del presidente libanés, Michel Aoun, y líder del Movimiento Patriótico Libre, aliado de Hizbulá.
“Hasta que se demuestre lo contrario, esas sanciones no han supuesto un cambio. Nuestra convicción es que no han bloqueado nada, contrariamente a lo que dicen algunos, pero que tampoco han desbloqueado”, añadió el Elíseo, que recalcó que opta por “seguir al lado de la población libanesa y mantener la presión”.
Francia asegura que su enfoque cuenta con amplio respaldo internacional y supedita la entrega de una ayuda estructural y no de urgencia al lanzamiento de las reformas deseadas, “porque para dar o prestar dinero hace falta confianza y por el momento no la hay”.
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