La periodista china que informó del virus de Wuhan, atada y alimentada a la fuerza con una sonda

A una periodista detenida durante más de seis meses después de informar sobre el brote de coronavirus de Wuhan se le insertó a la fuerza una sonda de alimentación y le sujetaron los brazos para evitar que se lo sacara, denuncia su abogado, según informa The Guardian.

Zhang Zhan, una ex abogada de 37 años, ha estado en huelga de hambre en un centro de detención cerca de Shanghai. Zhang fue arrestada en mayo y acusada de “provocar altercados y causar problemas”, una acusación que se utiliza con frecuencia contra críticos y activistas dentro de China, después de informar sobre la pandemia en redes sociales. El mes pasado fue acusada formalmente de difundir información falsa.

El abogado de Zhang, Zhang Keke, relata que visitó a su cliente el martes por la tarde y la encontró enferma y agotada. “Llevaba un pijama grueso con una faja alrededor de la cintura, su mano izquierda atada por delante y la derecha detrás”, escribió en un blog. “Dijo que recientemente le habían insertado un tubo nasogástrico y que, como quería quitárselo, estaba inmovilizada”.

Su abogado denuncia que vive un “tormento constante” por las 24 horas del día de restricciones y que necesitaba ayuda para ir al baño. “Además de dolor de cabeza, mareos y dolor de estómago, también tiene dolor en la boca y la garganta. “La periodista cree que se puede deber a una inflamación por la inserción de una sonda gástrica “.

Zhang Keke informó a su clienta de que su familia, amigos y abogados le pedían detener su huelga de hambre, pero ella se negó.

La detenida esperaba una audiencia ante el juez en diciembre, y ahora que parece que no se va a realizar, no sabe si sobrevivirá.

Zhang fue detenida anteriormente por acusaciones similares por parte de las autoridades chinas en 2018, y nuevamente en 2019 por expresar su apoyo a los activistas de Hong Kong. Ella niega el cargo de falsificación de información y explicó a su abogado que toda la información se recopiló de primera mano a través de entrevistas con residentes de Wuhan.

Se encuentra entre varios periodistas chinos que han sido arrestados este año después de viajar a Wuhan para informar sobre el brote del virus.