Unión Europea
El pesimismo se apodera de la recta final de la negociación post Brexit
Johnson asegura que será una “maravilla” que las normas de la OMC rijan el comercio entre Reino Unido y la UE. Bruselas admite que la posibilidad de un no acuerdo el domingo es “más elevada”
El primer ministro británico, Boris Johnson, casi descartó este viernes un pacto post Brexit con la Unión Europea (UE) y apuntó que será “maravillosa” la solución de comerciar según las normas generales de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Fuentes comunitarias indicaron hoy que los Veintisiete consideran que la posibilidad de no lograr un acuerdo sobre el Brexit, que se ejecutó formalmente el pasado 31 de enero, es “más elevada” que la de conseguirlo.
No obstante, en declaraciones a la prensa durante una visita a Blyth (noreste de Inglaterra), Johnson aseguró que mantiene “la esperanza” de llegar a un acuerdo bilateral en la fecha límite del próximo domingo, aunque persisten las diferencias en “cuestiones clave”, como la pesca y las normas de competencia.
“Debo deciros que, desde donde estoy ahora, aquí en Blyth, parece muy, muy probable que vamos a tener que optar por una solución que creo que sería maravillosa para Reino Unido, y podríamos hacer exactamente lo que quisiéramos a partir de enero”, afirmó.
El miércoles, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y Johnson se reunieron en Bruselas, cuando constataron sus discrepancias y pusieron la nueva fecha tope del domingo para determinar el futuro de las conversaciones.
Un portavoz del Gobierno británico insistió hoy en que el líder conservador está dispuesto a viajar a Berlín o París para forjar un consenso de última hora y no desmintió los rumores de que la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, han rechazado sus llamadas telefónicas.
Tanto la UE como Reino Unido han acelerado sus preparativos para una separación sin acuerdo al fin del período de transición, que acaba el 31 de diciembre, lo que significaría que el comercio bilateral pasaría a regirse por las normas arancelarias, menos favorables, de la OMC.
Desde Bruselas, Von der Leyen recalcó este viernes que las posiciones entre Londres y Bruselas siguen distantes. “Las posiciones permanecen separadas en asuntos fundamentales”, declaró la política alemana en una rueda de prensa posterior a la reunión de líderes de los Veintisiete celebrada en Bruselas entre el jueves y el viernes, en la que informó a los mandatarios sobre el desarrollo de las conversaciones con Reino Unido.
“Decidiremos el domingo si tenemos las condiciones para un acuerdo o no”, aseguró. “De una forma o de otra, en menos de tres semanas será un nuevo inicio para viejos amigos”, dijo la exministra germana.
Sobre las garantías para asegurar una competencia justa entre empresas británicas y comunitarias, Von der Leyen subrayó que esa “competencia justa” es “una precondición para privilegiar el acceso” al mercado único europeo.
“Es justo que los competidores de nuestras propias empresas afronten las mismas condiciones en nuestro propio mercado”, comentó.
De todas formas, aseguró que Bruselas no va a exigir a Reino Unido imitar a la Unión Europea siempre que los Veintisiete decidan actualizar y elevar sus normas y estándares en ámbitos como el medioambiente.
“Seguirán siendo libres, soberanos si lo deseas, para decidir lo que quieren hacer. Simplemente adaptaremos nuestras condiciones de acceso a nuestro mercado de manera acorde con la decisión de Reino Unido y esto será recíproco también”, constató.
Reino Unido teme que la UE le obligue a adaptar su regulación en ámbitos como el clima o los derechos sociales en el futuro al mismo ritmo que el club comunitario, lo que según el Gobierno británico violaría la soberanía del país.
Bruselas, por su parte, teme que Londres rebaje sus estándares y de esa forma las empresas británicas tengan una ventaja competitiva al acceder al mercado único.
En cuanto a la pesca, Von der Leyen insistió en que sigue existiendo “una brecha” y no se ha encontrado aún una solución. “Entendemos que Reino Unido aspira a controlar sus aguas. Reino Unido, por otra parte, debe entender las aspiraciones legítimas de las flotas pesqueras de la UE, basadas en acceso (a las aguas) durante décadas y a veces siglos”, evidenció.
El acuerdo sobre la futura relación entre Londres y Bruselas debe lograrse y ratificarse en el club comunitario y el Parlamento de Westminster antes de fin de año, pues el 1 de enero la legislación comunitaria habrá dejado de aplicarse en territorio británico y Reino Unido se habrá convertido en un país tercero de manera definitiva.
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