Disputa en el Mediterráneo

La UE castiga a Turquía con nuevas sanciones

Bruselas quiere aumentar la presión contra Ankara por las prospecciones de hidrocarburos en aguas cerca de Chipre

El presidente turco Erdogan
El presidente turco ErdoganTURKISH PRESIDENT PRESS OFFICE HEFE

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europa (UE) acordaron este viernes aprobar nuevas sanciones contra Turquía por su actuación en el Mediterráneo oriental. En concreto, quieren añadir a más individuos a la lista actual de sanciones, que incluye a dos personas relacionadas con la compañía petrolera estatal turca, por las prospecciones de hidrocarburos en aguas cercanas a Chipre.

Ese marco de sanciones entró en vigor en noviembre de 2019 y el mes pasado se extendió durante un año más, hasta noviembre de 2021. Además, en las conclusiones de la cumbre que los líderes europeos celebran desde ayer en Bruselas, se pide al alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, y a la Comisión Europea que estudien la posibilidad, de aquí a marzo, de ampliar el ámbito de estas sanciones, en función de cómo avance la relación con Ankara.

Sin embargo, evitan medidas más drásticas como llevar a cabo un embargo de armas, tal como pedía Grecia, y recalcan que “la oferta de una agenda positiva entre la UE y Turquía sigue sobre la mesa”. En la cumbre del pasado 1 de octubre, los jefes de Estado y de Gobierno se comprometieron a revisar el estado de la relación con Turquía y a aplicar nuevas sanciones si el gobierno de Recep Tayyip Erdogan no rebajaba las tensiones con la UE, especialmente con Grecia y Chipre.

“Las acciones unilaterales y provocativas de Turquía en el Mediterráneo oriental todavía continúan, incluido en la Zona Económica Exclusiva de Chipre”, dicen los líderes en las conclusiones de la cumbre. No obstante, “toman nota” de la decisión de Turquía de retirar, el 30 de noviembre, el buque Oruç Reis de las aguas de Grecia.

Los Veintisiete reiteran su apoyo a Chipre y condenan la reciente vista de Erdogan al barrio de Varosha, en el norte del país, y la decisión de las autoridades turcochipriotas de reabrir el área, establecida desde hace 46 años como zona militar y considerado clave en este conflicto.

Sanciones desde EEUU

Por otro lado, varios medios estadounidenses informaron ayer de que Estados Unidos está a punto de imponer sanciones a Turquía por la adquisición en 2017 de las baterías rusas de defensa aérea S-400, cuyo uso la OTAN considera incompatible con los sistemas de defensa de la Alianza.

El Gobierno turco ha advertido reaccionado este viernes y ha dicho que si Washington le impusiera sanciones estaría cometiendo “una falta de respeto a un socio muy importante de la OTAN”. “Turquía es un país de la OTAN. Estados Unidos también. Turquía no es un miembro ordinario de la Alianza, está entre los primeros cinco países”, aseguró a los medios locales el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien indicó que aprobar sanciones serían “una falta de respeto a un socio muy importante” de la Alianza.