Reino Unido
El caos del transporte en Dover, la antesala del Brexit
Miles de camiones bloqueados en el Canal de la Mancha tras cerrar Francia la frontera con Reino Unido por la nueva cepa de coronavirus
Boris Johnson intentó ayer tranquilizar a los británicos asegurando que espera que sea posible desbloquear el paso de mercancías a través del Canal de la Mancha «en las próximas horas». El «premier» mantuvo una conversación telefónica con Emmanuel Macron. «Ha sido una charla excelente. Ambos comprendemos la posición el otro y queremos solucionar estos problemas tan pronto como sea posible», matizó en una rueda de prensa celebrada en Downing Street tras la reunión del Gabinete de emergencia Cobra para analizar el bloqueo de más de 40 países de todo el mundo, entre ellos España, que impone desde hoy restricciones.
Durante meses, sino años, el principal miedo siempre fue la ruptura de unas tortuosas negociaciones entre Londres y Bruselas sin pacto económico. Pero ha sido finalmente un nueva variante de un virus, que ha dejado ya más de 1,6 millones de muertos a ambos lados del Atlántico, la que ha llevado a Reino Unido a una situación excepcional en tiempos de paz.
El hecho de que Francia cerrara el domingo su frontera con suelo británico, en principio por 48 horas, ha obligado a cerrar el puerto inglés de Dover, la principal conexión con el Canal de la Mancha. En Navidad, alrededor de 12.000 camiones atraviesan el puerto cada día. El líder «tory» subrayó que solo un 20% de las mercancías que cruzan el canal se están viendo afectadas. «La gran mayoría de alimentos, medicinas y otros suministros están yendo y viniendo con normalidad», dijo.
En cualquier caso, las cadenas de supermercados temen problemas de abastecimiento de productos frescos para los días de Navidad. Unas fiestas, sin duda alguna, de lo más atípicas para los más de 16 millones de ciudadanos de Inglaterra que están ahora en el nivel de máximas restricciones sociales.
Las autoridades han pedido a las compañías de trenes y aviones que reembolsen el dinero de los viajes a los ciudadanos damnificados. En principio, el Gobierno había dejado una ventana del 23 al 27 de diciembre. Pero cuando se anunciaron las medidas, se vivió el mayor éxodo desde la II Guerra Mundial, con colapso en aeropuertos y estaciones de tren.
El «premier» explicó que la cepa ya está por todo el país, por lo que no se descarta que el confinamiento se extienda a todo Reino Unido. En principio, los estudiantes regresan en enero al colegio. Pero la situación se revisa cada día, ya que las muertes superan ya las 67.000.
De momento, 500.000 británicos ya han recibido la primera dosis de Pfizer (la segunda se pone a los 21 días). Solo se han recibido las primeras 800.000 dosis de las 40 millones que se han comprado al laboratorio. Las vacunas estaban llegando hasta ahora a través del puerto de Dover en contenedores. Las restricciones no afectan a carga no acompañada como contenedores a remolque de camión por cuenta propia. En cualquier caso, hay problemas ahora para encontrar camioneros que las puedan recibir, ya que la gran mayoría teme quedar completamente colapsado apenas dos días antes de Navidad. Las autoridades han explicado que, en caso de que sea necesario, utilizarán aviones del Ejercito para poder traer las dosis que quedan pendientes desde Bélgica.
Por su parte, el ministro británico de Transporte, Grant Shapps, detalló que unos 500 camiones han pasado la noche del domingo atascados en la autopista que se dirige al puerto de Dover, pero durante la jornada de ayer esa cola se redujo a unos 170, la mayoría de los cuales son vehículos de la UE que regresan tras haber entregado mercancías en Reino Unido.
Durante su comparecencia en el Número 10, Johnson recalcó que el Gobierno estaba preparado para esta situación debido a los planes de contingencia para un posible Brexit económico duro, un escenario que podría llegar el 31 de diciembre, cuando termina el periodo de transición, ya que Londres y Bruselas siguen sin cerrar pacto.
Pese a que diferentes voces, como el alcalde de Londres, Sadiq Kahn, o la la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, han pedido extensión de plazos debido a la pandemia, Johnson dejó claro que el 31 de diciembre, Reino Unido saldría ya a efectos prácticos del bloque, con o sin pacto económico. Quizá no el mejor desenlace para un país que ya está en recesión y este año acumulará un déficit histórico del 19% del PIB, el endeudamiento más importante en tiempos de paz.
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