Fumata blanca

La UE y Londres esquivan in extremis el Brexit económico

«Por fin podemos dejar atrás el Brexit», asegura aliviada Ursula von der Leyen.

Se abre una nueva era en la Unión Europea, también en la Historia de Reino Unido. Si la paz entre las dos Irlandas llegó en Viernes Santo, el acuerdo que fija las relaciones de la islas con los socios europeos tras 47 años de matrimonio sucedió el día de Nochebuena tras días de agonía y mensajes contradictorios. Como un regalo de buena voluntad mientras una mortífera pandemia asola el mundo. Quizás los negociadores tan sólo querían encontrar el símbolo perfecto, la fecha en los libros de Historia.

Lo cierto es que lo que parecía imposible hace pocos días es ya una realidad. «Por fin podemos dejar atrás el Brexit», aseguró ayer la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para anunciar la fumata blanca. Más alivio que alegría o euforia después de años en los que el club comunitario se ha visto en muchos momentos al borde del precipicio por su divorcio con Reino Unido, ante un tablero internacional más incierto que nunca en el que el Brexit ha ocasionado demasiado drama, demasiados quebraderos de cabeza y esfuerzos baldíos en los Veintisiete.

La política alemana reconoció que el pacto «protegerá los intereses de los europeos», pero también de Reino Unido.Es la hora de firmar la pipa de la paz. Sin vencedores ni vencidos. Tan solo socios. «Seguiremos cooperando con Reino Unido en todas las áreas de interés mutuo, por ejemplo en cambio climático, energía, seguridad y transporte. Juntos aún conseguimos más que separados», aseguró von der Leyen.

«Lo que llamamos el principio es a menudo el final y finalizar es también comenzar», reflexionó la política alemana apropiándose de una cita de T.S Eliot que llega en los días finales de 2020, cae al fino de la navaja de esa eterna amenaza de Brexit caótico el 1 de enero.

Como si fuera el relato dickensiano del cuento de Navidad, a Borish Johnson se le han aparecido estos días el fantasma de las Navidades futuras, en forma de Brexit caótico adelantado con colas kilométricas en Dover debido al descubrimiento de una nueva cepa el coronavirus. Y puede que éste fuera el verdadero impulso final de la negociación.

Nada volverá a ser como antes. «Reino Unido ha decidido abandonar la UE y el mercado único, renunciando a los derechos y ventajas de un Estado miembro y nuestro acuerdo no replica esos derechos y ventajas. Habrá por tanto pese al acuerdo muchos cambios en pocos días. El 1 de enero, para muchos ciudadanos y empresas es la consecuencia del Brexit», aseguró el negociador jefe comuinitario, Michel Barnier, en su comparecencia conjunta con la presidenta de la Comisión Europea en Bruselas.

«El reloj ha dejado de avanzar», aseguró el político francés, que durante meses ha repetido la misma frase en sentido inverso una y otra vez y aprovechó la ocasión para agradecer a los Veintisiete su apoyo sin fisuras durante estos cuatro años y media de duras negociaciones, durante las cuales la paciencia del francés ha sido su mejor virtud.