Reino Unido

La UE aguarda al «sí» de Westminster al acuerdo post Brexit

Johnson logra el apoyo del grupo de los euroescépticos «tories» para la histórica votación parlamentaria del miercoles sobre el Acuerdo de Nochebuena. La Eurocámara lo ratificará en marzo

Un cartel gigante en Londres de la campaña gubernamental para destacar los beneficios del acuerdo post Brexit con la UE
Un cartel gigante en Londres de la campaña gubernamental para destacar los beneficios del acuerdo post Brexit con la UEANDY RAINAgencia EFE

Bruselas vuelve a mirar al otro lado del Canal de la Mancha ante una nueva sesión histórica en el Parlamento de Westminter, aunque todo indica que esta vez será menos convulsa que en anteriores citas. Después de que Theresa May fuera humillada con hasta tres rechazos en menos de tres meses del acuerdo de divorcio rubricado con los Veintisiete, parece que Boris Johnson tendrá menos problemas para recibir este miércoles el apoyo de sus señorías.

Este martes, los Veintisiete aprobaron por procedimiento escrito el acuerdo sobre la relación futura después de que el día anterior los embajadores europeos hubieran dado su luz verde a la entrada en vigor del pacto de manera provisional el 1 de enero.

Este miércoles, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo, Charles Michel, firmarán el acuerdo a las 9:30 de la mañana. En estos tiempos de pandemia incompatibles con el oropel y los fastos, no habrá fotografía conjunta. Después de estampar su rubrica, el texto será transportado por la Real Fuerza Aérea británica a Londres, donde Johnson también firmará el texto.

Este documento será debatido tanto por el Gobierno como por el Parlamento británicos. Se espera que a las 2:30 de la tarde sus señorías de la Cámara de los Comunes hayan refrendado el pacto y que el texto pase entonces el escrutinio de los lores, cuya luz verde llegará pasadas las 10 de la noche. El último paso se producirá con la sanción de la reina Isabel II, que podría posponerse hasta mañana por la mañana.

Un proceso exprés que contrasta con la tranquilidad de los Veintisiete. Aunque el Parlamento Europeo ha acabado aceptando a regañadientes la entrada en vigor provisional el 1 de enero y la votación ya entrado 2021, quiere dejar claro que su voz sigue contando y que ésta ha sido una situación excepcional.

Por eso, aunque en un primer momento se esperaba que la luz verde tuviera lugar en la tercera semana del mes de enero, el Parlamento Europeo baraja ahora posponer este momento hasta marzo, ya que antes quiere que las distintas comisiones parlamentarias tengan el suficiente tiempo para analizar la letra pequeña de manera pormenorizada. A pesar de esto, la institución no puede enmendar ninguna parte del texto y nadie considera plausible que la Eurocámara se plantee seriamente el rechazo.

Aunque se espera que Johnson pase de manera holgada el examen de las dos Cámaras, puede haber ciertos conatos de rebeldía en el principal partido de la oposición. Una muestra de hasta qué punto el Brexit ha dividido a la sociedad británica y ha envenenado el debate sobre la relación con la UE tanto en el seno de los «tories» como de los laboristas.

Su líder, Keir Starmer, se enfrenta a una fiera oposición en su partido comandada por las figuras del ex canciller en la sombre John Mc Donnel y el ex ministro de Gabinete Ben Bradshaw. Los dos han firmado una declaración en la que piden a las fuerzas opositoras que voten en contra. Para los rebeldes, el acuerdo «está diseñado para abrir la puerta a una desregulación desenfrenada».

En cuánto a los «tories», Johnson ha conseguido el apoyo de la facción más euroescéptica, el denominado Grupo de Investigaciones Europeas (ERG, en inglés), que hizo la vida imposible a May. El inquilino de Downing Street mantuvo en todo el momento los contactos con este influyente grupo durante la recta final de las negociaciones y parece que estos desvelos han dado sus frutos. «Nuestra conclusión general es que el pacto preserva la soberanía de Reino Unido a nivel legal», aseguró el ERG en un comunicado enviado hoy.

Aunque estos diputados advierten de que las cláusulas para salvaguardar la competencia justa tras el divorcio son más severas que las que mantiene la UE en otros tratados comerciales, “el impacto en el ejercicio práctico de la soberanía” será “limitado”.

Tras la bendición de los «brexiters» acérrimos, todo indica que Bruselas podrá respirar tranquila. Los líderes europeos y Johnson firmarán dos copias del acuerdo sobre la relación futura. Una de las dos versiones será guardada por la UE y la otra por Reino Unido. En el caso de los Veintisiete, el documento será almenado en los archivos del Consejo. De esta forma, las dos partes dan carpetazo a un matrimonio de 47 años e inauguran un nuevo comienzo plagado de interrogantes.