Crisis en Venezuela
Finalmente el chavismo izó su bandera sobre el edificio del parlamento venezolano. Este martes se instaló el parlamento surgido del fraude electoral del pasado 6 de diciembre con 93% de diputados leales a Nicolás Maduro. El exministro de propaganda del régimen, Jorge Rodríguez, asumió como presidente de ese organismo
Durante su acto de instalación se cantaron loas al gobernante así como al fallecido Hugo Chávez, cuyo retrato volvió a instalarse en el presidio del salón de sesiones. Los chavistas insistieron en que habían logrado “derrotar” a los opositores, aunque los comicios que les dieron las curules fueron sin competencia real.
Cabello pierde poder
En la definición de la junta directiva salió perdiendo Diosdado Cabello, considerado el segundo hombre fuerte del chavismo, quien aspiraba la presidencia de la instancia, luego de cesar funciones la asamblea constituyente que encabezó hasta diciembre. Pero ha sido Rodríguez quien ha conseguido la posición, con la bendición de Nicolás Maduro quien finalmente zanjó el asunto.
Ahora el exministro pasa a ser la segunda figura más relevante de la burocracia bolivariana, mientras su hermana Delcy continúa como Vicepresidenta del país. Ambos están en la línea de sucesión si Maduro se ausenta de la silla presidencial que ocupa.
En su primero discurso como presidente de ese Parlamento de cuestionada legitimidad, Rodríguez dijo que el objetivo es “recuperar” el país mientras enfiló baterías contra el líder opositor Juan Guaidóy sus aliados. Afirmó que en aras de la reconciliación nacional buscará el perdón “pero sin olvido” pues “hay crímenes que deben ser pagados, porque fueron contra los más humildes”, agregó a su caracterización de los adversarios.
Apoyo bolivariano
Durante la instalación de este Poder Legislativo, se quiso mostrar validez internacional. Por eso saludaron en más de una oportunidad a los representantes diplomáticos de Siria, China, Bolivia, Nicaragua, Turquía, Arabia Saudita, Irán, Trinidad y Tobago, Cuba, Egipto, Vietnam, Rusia, India, Bielorrusia, Dominica, Barbados, Guinea Ecuatorial, México, Palestina, Argelia, Catar y Argentina, cuyo canciller ha dicho que el régimen venezolano es autoritario.
Mientras tanto, Estados Unidos, Canadá, Brasil, Colombia, Paraguay, Japón y otras naciones enviaban sus mensajes de desconocimiento a ese parlamento y de que mantienen su respaldo a la Asamblea Nacional electa en 2015, y que extendió su mandato durante un año bajo a conducción de Juan Guaidó para buscar una “transición democrática” a través de elecciones libres.
Guaidó extiende la Asamblea de 2015
Es el mismo mensaje que ratificó el propio Guaidó al encabezar una sesión de la Asamblea Nacional “extendida”, que opera por una Comisión Delegada. El encuentro semipresencial, con diputados en el exilio por videoconferencia, fue escenario para que el líder opositor hablara de “año definitivo” para lograr un cambio político en Venezuela para lo cual llamó a la unidad de quienes adversan a Maduro, mencionando a Henrique Capriles, María Corina Machado, Henry Ramos Allup, Leopoldo López y Julio Borges, figuras clave de ese “último llamado de la patria” a conformar una “la línea de defensa de la democracia”.
Pero varios de esos actores ya han marcado distancias, unos aspirando retomar una vía electoral y otros considerando la vía “de fuerza”.
Acompañado por al menos 100 diputados, Juan Guaidó anunció que, con la instalación del parlamento chavista Maduro centrará su discurso en hablar de reencuentro. “Van a hablar de diálogo, de reconciliación, cuando hay más de 300 presos políticos en Venezuela, cuando son acusados de delitos de lesa humanidad, usarán palabras que suenan muy bien a nivel internacional, eso lo tenemos que reconocer, esas palabras son reconocidas como reinas de resolución de conflicto”.
De hecho, durante la mañana, tanto su residencia como la de otros diputados de mandato extendido amanecieron con vigilancia de la Dirección general de contrainteligencia militar.
“Estamos aquí de pie, ese es el primer mensaje a (Nicolás) Maduro. No solo por la necesidad de la institucionalidad e interlocución legítima del Parlamento; estamos aquí por la gente, por los que no se rinden, porque los que quieren regresar a su país, por el sector salud, por los millones de venezolanos que quieren cambio, porque vamos a lograr la libertad de Venezuela”.
En Venezuela continúa la expectativa sobre la posición que asumirá la Unión Europea sobre el reconocimiento o no al parlamento de Guaidó, y a él mismo en su figura de presidente encargado, como ha sido hasta ahora. Si embargo, analistas como Michael Penfold creen que las interpretaciones jurídicas que soportan la continuidad de la Asamblea Nacional a través de su Comisión Delegada pueden ser difíciles de respaldar.