Sucesos

Igor Yaroslav, el asesino “manga” que siembra el pánico en Sudamérica

El femicida de 26 años se encuentra prófugo tras matar a dos jóvenes. Los investigadores temen que su “hobby” sea quitarle la vida a chicas de distintas nacionalidades

El asesino de jóvenes se encuentra en paradero desconocido tras cometer varios crímenes en México y Chile
El asesino de jóvenes se encuentra en paradero desconocido tras cometer varios crímenes en México y ChileTwitterLa Razón

Un asesino de jóvenes que toma el nombre de personajes anime (”Manga”) y que forma parte de grupos de ultraderecha se encuentra en paradero desconocido tras cometer varios crímenes en México y Chile. Se trata de un coleccionista y los investigadores temen que su “hobby” sea asesinar jóvenes de distintas nacionalidades. Algunos piensan que todavía se encuentra en Chile, otros que podría haber viajado hasta Argentina para aumentar su macabra “colección”.

Desde el pasado 24 de diciembre se mantiene prófugo de la justicia Igor Yaroslav González, de 26 años y principal sospecho del femicidio de María Isabel Pavez, una joven de 17 años que fue hallada muerta en el apartamento que arrendaba su ex pareja en la comuna de Santiago en diciembre y de Itzel Monroy, mexicana de 22 años, asesinada en 2009.

Por ahora son pocos los datos que se manejan sobre Igor, lo que ha complicado su búsqueda. De nacionalidad mexicana, Yaroslav vivía en un apartamento ubicado en el centro de Santiago. Llegó hace siete años a Chile, aunque se desconoce como ingresó en el país, pero se sospecha que lo hizo por un paso no habilitado. Tampoco se sabe en qué trabajaba.

Tatuaje, padece cataratas y mide 1.60

Ante los escasos datos, el entorno de María Isabel y funcionarios de la Policía de Investigaciones buscan la ayuda de la comunidad para que faciliten datos o proporcionen información para dar con su paradero.

Lorena García, amiga de la víctima, hizo circular la descripción física de González: “En el brazo izquierdo tiene una cruz grande, tiene un lunar debajo del labio y tiene una catarata en un ojo, que es el que siempre se lo tapaba. Tiene un poco de sobrepeso, pelo negro y con acento mexicano”. Ayer se hicieron también públicos varios audios donde María Isabel, se mostraba depresiva, sin ganas de vivir.

El asesino Otaku, el coleccionista

Yaroslav se encuentra vinculado a grupos Visual Key, que es un movimiento de músicos japoneses cuya estética apunta a variados maquillajes, peinados y trajes extravagantes. Además es seguidor de eventos anime. En cuanto a su vínculo con María Isabel Pavez, se conoce que mantuvo una relación con la joven hasta el día de su muerte.

Oscar Salado, periodista mexicano revela algunos datos más; el femicida huyó de México con la ayuda de su “red de amigos”. “Tengo entendido que se fue directamente a Chile. No sé por qué en 2015 se va a Estados Unidos, quizás de vacaciones (…) tenía varios amigos aquí en Aguascalientes que pertenecían a una secta derechista, algo así. Entonces, al conocer a estos amigos, lo apoyan a que se vaya a Chile”.

Además, en las últimas horas se filtró un video en el que Igor Yaroslav, aparece junto a Sebastián Izquierdo, líder de una agrupación denominada “Capitalismo Revolucionario” simpatizante de la extrema derecha, hombre que adquirió connotación en Chile tras protagonizar enfrentamientos con simpatizantes de la opción “Apruebo” en la previa al Plebiscito Constitucional en Chile. En algunos registros y en medio de enfrentamientos, Izquierdo golpeó a manifestantes y declaró que: “Los mataría a todos”.

También pertenece a un grupo de otakus. Los vecinos comentaba que esta persona era muy rara, no conversaba con nadie. No interactuaba” revela Salado sobre Igor Yaroslav González.

El uso contemporáneo de otaku se originó en un ensayo de 1983 por Akio Nakamori en la revista Manga Burikko. Su negatividad deriva de la visión estereotipada de los otakus y de los reportes de los medios de comunicación sobre Tsutomu Miyazaki en 1989, conocido como “el Asesino Otaku”. Algunos miembros tienen rasgos fuertemente obsesivos y tienden al coleccionismo. Han llegado a niveles extremos de fanatismo como enamorarse de un dakimakura: Una colchoneta destinada a abrazarla, con ilustraciones gráficas de personajes femeninos manga.