Los detalles

El enfado de los americanos con el Rolex “barato” que lució Biden en su investidura

El nuevo presidente optó por un reloj de 7,000 dólares

El presidente Joe Biden en el Despacho Oval
El presidente Joe Biden en el Despacho OvalTOM BRENNERREUTERS

Era el día en que todo el mundo iba a examinar con lupa sus movimientos, su ropa y sus palabras, el gran día de su investidura como presidente de Estados Unidos en el que ningún detalle iba a pasar desapercibido. Uno de ellos, aunque no el único, generó rápidamente muchos comentarios y no precisamente de aprobación: la decisión de Joe Biden de usar un reloj Rolex de 7.000 dólares (unos 5.800 euros). Un reloj fabricado en Suiza y que marca una ruptura, otra más, del nuevo presidente con alguno de sus predecesores, que eligieron un reloj algo más “cotidiano” y fabricado en Estados Unidos, precisamente el tipo de industria que Biden dice que quiere promover. De ahí el enfado de muchos americanos con la apuesta del nuevo presidente que promete aires nuevos por uno de los Rolex más baratos del mercado, pero Rolex al final al cabo...y extranjero.

Hasta ahora se le había visto con relojes de la marca Omega, también suiza: un Seamaster 300 (el reloj actual de James Bond) y un Speedmaster (el mítico Moonwatch que llevan los astronautas de la NASA durante sus misiones espaciales).

No fue sin embargo el primer presidente norteamericano en llevar un Rolex en su gran día. El Rolex Datejust de acero inoxidable de Biden está, en cuanto a precio se refiere, muy lejos de los relojes Everyman que muchos presidentes han llevado en las últimas décadas, incluyendo Dwight Eisenhower, Lyndon B. Johnson y Ronald Reagan.

Made in USA

Desde la presidencia de Bill Clinton, los líderes estadounidenses se han inclinado hacia relojes patrióticos o de perfil más bajo. Clinton eligió un Timex Ironman, criticado por The Washington Post, que lo calificó de “un reloj digital de plástico grueso como un ladrillo y hermoso como una hernia”. Su sucesor, George W. Bush, optó por uno aún más barato, un Timex que costaba menos de 50 dólares. Barack Obama apostó por relojeros estadounidenses como Shinola, con sede en Detroit, o Jorg Gray de California. Trump, conocido por su gusto por el oro, lució durante su mandato desde un Patek Philippe Golden Ellipse, un Rolex o un Vacheron Constantin.