Pandemia

Canadá impone restricciones de viaje y aislamiento obligatorio a quien llegue al país

Trudeau anuncia restricciones más estrictas a los viajeros en respuesta a las nuevas variantes más contagiosas del coronavirus

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La aparición de nuevas variantes del SARS-CoV-2 detectadas por vez primera en Suráfrica y Reino Unido ha provocado que el Gobierno de Canadá haya anunciado una nueva batería de restricciones al tráfico aéreo y a los viajeros que llegan del extranjero.

Con 769.000 casos confirmados y 19.772 fallecimientos, el país circulaba hacia la salida de una segunda ola devastadora, disparada a partir de septiembre. Pero ahora que las nuevas variantes circulan ya en más de 30 países, se estima que en apenas un mes algunas sean prevalentes en lugares como EE UU.

De modo que a partir de ahora las personas que viajen a Canadá tendrán que ponerse en cuarentena en un hotel, donde esperarán a disponer de los resultados de los test realizados a su llegada. Asimismo, siguen siendo obligatorias las pruebas antes de tomar el avión.

A estas medidas hay que sumar la suspensión de los vuelos con México y el Caribe, como mínimo, hasta el 1 de mayo. El primer ministro, Justin Trudeau, trata así de adelantarse al empeoramiento de la situación, vaticinado por los principales epidemiólogos del país. Trudeau ha explicado que Canadá también exigirá “a los viajeros no esenciales que presenten una prueba negativa antes de ingresar por la frontera terrestre con los EE UU. Y estamos trabajando para cumplir con los requisitos de pruebas adicionales para los viajes terrestres”.

En Canadá, la campaña de vacunación avanza lastrada por graves dificultades, con apenas 2,4 personas vacunadas por cada 100 habitantes, muy lejos de las 8,31 dosis que acumula Estados Unidos, por supuesto de las 11,86 de Reino Unido y de las apabullantes 51,20 por cien habitantes de Israel.

Por si fuera poco, el primer ministro ha admitido que la nueva remesa de vacunas, contratada con Moderna sufrirá un retraso parcial: la próxima semana el país solo recibirá 180.000 dosis de las 230.000 previstas. Para evitar que las nuevas cepas, mucho más contagiosas, quizá también más virulentas, el Gobierno de Canadá aspira a frenar la llegada de viajeros, y ninguna medida más efectiva que aquellas que repercuten en la economía.

De ahí que la estancia en los hoteles durante la cuarentena correrá a cargo de los particulares, creándose de facto un poderoso incentivo negativo. Y no se trata solo de pagarse la habitación y la manutención. El Gobierno también pasará la factura de la prueba PCR, de la seguridad y de cuantos costos en los que puedan incurrir los establecimientos para garantizar la seguridad de sus empleados.

No hay dudas sobre las intenciones de Trudeau al explicar que “Los viajeros tendrán que esperar hasta tres días en un hotel aprobado para recibir los resultados de sus pruebas, a su cargo, que se espera que sea más de 2.000 dólares”. Por si fuera poco, las personas con “resultados positivos en las pruebas serán puestas en cuarentena en casa bajo una vigilancia y aplicación significativamente mayores”.