Juicio "blindado"

Las manifestaciones no evitan que la Justicia rusa envíe a Navalni a la cárcel

“Putin pasará a la historia como el gran envenenador”, denuncia el líder opositor ruso que pasará 2 años y 8 meses en prisión

Es difícil imaginar en qué pensaríaAlexei Navalni el pasado 17 de enero cuando su avión procedente de Berlín empezaba a descender por el cielo de Moscú, comenzando las maniobras de aterrizaje, mostrándole de nuevo imágenes de su país. Difícil imaginar qué pasaría por su cabeza a pocos minutos de tomar tierra, abrazado a su mujer y con todas las posibilidades del mundo de ser detenido nada más pisar la capital rusa. Pero Navalni lo hizo, volvió a Rusia.

El bloguero que tantos quebraderos de cabeza ha dado a los inquilinos de la planta noble del Kremlin sabía que si se quedaba en Alemania la influencia que ejercía en sus seguidores menguaría, pero el riesgo era tan obvio como asumible.

Su media sonrisa al escuchar la sentencia en la tarde de ayer mientras se encogía de hombros era la prueba. Solo el llanto de su esposa Yulia rompió en silencio de la sala. Todo según lo previsto, el Juzgado estableció que Navalni deberá pasar los tres años y medio de prisión a los que fue condenado en 2014 por el caso Yves Rocher en una colonia penitenciaria. El Tribunal concede de esta manera la razón al Servicio Penitenciario Federal, que exigía sustituir esa libertad condicional de la que disfrutaba Navalni por una privación de libertad en un centro penitenciario, período al que habrá que restarle los casi diez meses que ya pasó bajo arresto domiciliario. Total, dos años y ocho meses.

Las palabras de la jueza Natalia Repnikova no sorprendieron a Navalni. No sorprendieron a nadie. El bloguero, opositor y aspirante a todo estaba acusado de violar los términos de esa libertad condicional que le fue concedida para librarle inicialmente de la cárcel, ya que se saltó las comparecencias obligadas. La explicación del opositor era lógica, se encontraba en Berlín recuperándose de un supuesto envenenamiento.

El argumento de la Fiscalía denunció la ausencia de Navalni en controles previos a su traslado a Alemania, afirmando además que el acusado (y condenado) no debía estar tan mal porque durante ese tiempo trabajó activamente, tanto en su canal de Youtube y en su Fondo de Lucha Contra la Corrupción.

Hace ya casi siete años de la famosa condena, por el fraude de Alexei Navalni y su hermano Oleg a la compañía francesa de cosméticos Yves Rocher, a quienes se condenó por no haber cumplido con las obligaciones contractuales que tenían con la multinacional y por lavado de dinero. Poco después, el Tribunal de Estrasburgo dictaminó que la pena fue injusta calificándola de “arbitraria” y determinó que el Estado ruso debía indemnizar a cada uno de los hermanos Navalni con 10.000 euros por daños y perjuicios.

El Gobierno ruso respondió afirmando que, según investigaciones el famoso Fondo de Lucha contra la Corrupción dirigido por Navalni habría sido utilizado por este para apropiarse de 356 millones de rublos (casi 4 millones de euros) de los 588 millones de rublos (6,5 millones de euros) recaudados para su financiación.

A la salida de los juzgados, los representantes legales de Navalni improvisaron una rueda de prensa ante los medios allí convocados y expresaron su deseo de apelar la sentencia ante la Corte Europea de Derechos Humanos. A la sesión acudieron representantes diplomáticos de 18 países, sin que entre ellos se contara con presencia española, lo que ha provocado las protestas de la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, que expresó a través de su cuenta de Facebook que la presencia de diplomáticos extranjeros en la Corte no es más que una prueba de Occidente de interferir en los asuntos internos del país.

Según palabras de la representante de la diplomacia rusa: “Esto ya no es solo intromisión en los asuntos internos de un Estado soberano. Es un autodesenmascaramiento del papel indecoroso e ilegal de Occidente en los intentos de contener a Rusia ¿o es un intento de presionar al juez?”.

Asimismo, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, apoyó las declaraciones de la portavoz de Exteriores afirmando que “los diplomáticos no deben inmiscuirse en los asuntos internos de Rusia y, menos aún, realizar acciones que puedan ser interpretadas como un intento de presionar a la Justicia”. Peskov, que ya ha anunciado que no aceptará lecciones de la Unión Europea en relación a este asunto se ha referido también a la visita a Moscú del alto representante europeo para la Política Exterior, Josep Borrell, prevista para mañana, afirmando que su Gobierno está dispuesto “a explicarlo todo de manera paciente y consecuente, pero no tenemos intención de reaccionar ante ciertas declaraciones aleccionadoras y tampoco pensamos tenerlas en cuenta”. “Esperamos las negociaciones con Borrell, ya que las relaciones entre Rusia y la Unión Europea se encuentran ahora en estado de congelación de manera absolutamente inmerecida e injustificable”, ha apostillado. Según la oficina de Exteriores europea, “durante la visita, Borrell tendrá reuniones con representantes de organizaciones de la sociedad civil rusa”, sin saber, de momento, si podrá mantener algún encuentro con Alexei Navalni, hecho que deberá autorizar el juez.

Al término de la sesión, no ha habido grandes movilizaciones de protesta en las calles de Rusia, siendo en las grandes ciudades (sobre todo Moscú y San Petersburgo) donde se esperaba mayor afluencia de manifestantes por lo que las fuerzas del orden se han desplegado con todos sus efectivos, llevando a cabo casi 1.400 detenciones, lejos de las más de 4.000 del pasado fin de semana.

La jueza Natalia Repnikova coincidió el viernes en dicha tesis -en la que ha ahondado este martes la Fiscalía- y ha determinado que Navalni ingrese en prisión para purgar la pena, según la agencia de noticias Sputnik.

Críticas a Putin

Según recoge la agencia EFE, el líder opositor aseguró hoy durante el juicio en su contra que el presidente ruso, Vladimir Putin, “pasará a la historia como envenenador”. “A la historia (Putin) pasará precisamente como envenenador”, dijo en su turno de palabra Navalni, que acusa al jefe del Kremlin de ordenar su envenenamiento con el agente químico Novichok en agosto de 2020.

“Sabe usted, hubo un tal Alejandro (II) el Libertador y un tal Yaroslav el Sabio. Y nosotros tendremos a Vladímir el Envenenador”, aseguró.

Imagen de Alexei Navalni mientras escucha el veredicto
Imagen de Alexei Navalni mientras escucha el veredictoSIMONOVSKY DISTRICT COURTvia REUTERS

El opositor subrayó que “todos se han convencido de que él (Putin) es un simple funcionario de tres al cuarto, que fue puesto en el cargo por casualidad. Nunca ha participado en un debate. Su único medio de lucha es el asesinato”.

Aunque la fiscal pidió una advertencia para el opositor y la juez le instó a no entrar en política, éste aseguró que el proceso contra su persona persigue “intimidar a millones”, pero que él confía en que la gente no se dejará “amedrentar”.

“Esto no es una demostración de fuerza, sino de debilidad. No se puede encarcelar ni a cientos de miles ni a millones”, afirmó.

Además, Navalni, que fue detenido a mediados de enero a su regreso de Alemania, donde se recuperaba del envenenamiento, exigió la liberación inmediata para él y todos los presos políticos. “Mi vida vale tres centavos. Pero voy a hacer todo lo posible para que la ley prevalezca y saludo a toda la gente honesta que no tiene miedo de salir a las calles en todo el país”, señaló.