Asia

Asonada militar

«Es muy posible que China haya dicho a los militares de Myanmar que Pekín les apoyará»

Un golpe de Estado ha roto la frágil transición a la democracia que había conseguido Myanmar. El profesor Magnus Fiskesjö explica las claves de este nuevo asalto militar y el papel del régimen chino

Vehículos policiales en Yangon, Myanmar
Vehículos policiales en Yangon, MyanmarTHE ROADTHE ROAD via REUTERS

En un momento de incertidumbre por el nuevo rumbo del país, el Ejército ha tomado el control de la antigua Birmania, actual Myanmar, acusando al Gobierno que presidía la nación de haber cometido fraude en las elecciones del pasado noviembre. LA RAZÓN conversa con Magnus Fiskesjö, Profesor de Antropología de la Universidad de Cornell (Nueva York) y experto en el sureste asiático.

¿Cree usted que este golpe era tan previsible como se dice ahora?

Creo que la mayoría de los observadores han visto el golpe como una posibilidad preexistente, pero siguen consternados por el hecho de que los militares lo hayan llevado a cabo.

¿Cree que hay algún objetivo más allá que tomar el poder para denunciar el supuesto fraude electoral?

Es difícil de descifrar. Es posible que los generales se sientan frustrados porque sus partidarios políticos recibieron muy pocos votos del electorado en las elecciones de noviembre. Su uso de acusaciones inventadas sobre el fraude electoral, inspiradas quizás por Donald Trump, es un intento de resolver esa frustración.

Se ha insinuado que los generales tratarán ahora de construir un nuevo sistema, aún más estrechamente gestionado, que les garantice más apoyo, y que por tanto sirva mejor a su vanidad. Pero no será creíble a los ojos del mundo. En general, el apuro de los generales es consecuencia de su propia incapacidad para aceptar que el pueblo de Myanmar puede no querer que los militares tengan un papel en la política. Pero se niegan a volver a los cuarteles, como deberían haber hecho hace tiempo.

Se explica que la situación es lo más similar a las escenas del control militar de los años sesenta. ¿Dónde puede estar el falllo en la consolidación de la democracia en Myanmar después de las segundas elecciones (en 2020) tras más de 25 años sin poder designar representantes de forma democrática?

Un factor importante que ha cambiado desde 1962 es la nueva y masiva participación china en Myanmar, que incluye tanto el comercio como las inversiones estratégicas, y una fuerte influencia del régimen chino, que a su vez es profundamente antagónico con la democracia y las elecciones libres.

Es muy posible que hayan dicho a los militares de Myanmar que China les apoyará, en la abolición del experimento de Myanmar de volver a la democracia. La vuelta a la política autoritaria también permitiría la explotación china de los recursos de Myanmar (bosques, minería, construcción de presas para producir electricidad para China), con la aprobación de los militares y sin el riesgo de las protestas públicas que han impedido que algunos proyectos chinos sigan adelante.

Sobre Suu Kyi, ¿cuál era su poder real? ¿Su caída en desgracia entre la comunidad internacional le va a perjudicar?

La verdadera razón de su poder radica en que fue capaz de reunir el apoyo del pueblo de Myanmar en su deseo de una política civil y democrática. Ni siquiera su acuerdo con los militares, a quienes se abstuvo de criticar públicamente e incluso llegó a defender en La Haya por el genocidio masivo de los Rohinyá por parte de los militares, hizo mella en su apoyo en el país.

Probablemente porque comparte la opinión de la mayoría de la gente de que los Rohinyá merecen su destino de brutal expulsión, aunque esta opinión profundamente xenófoba, pues los militares han contribuido a azuzar mediante la manipulación de los medios de comunicación social, de nuevo para presentarse como los salvadores del país. Esto le costó a Suu Kyi su prestigio internacional y le hizo perder a Myanmar mucha buena voluntad de la comunidad internacional. Sin embargo, creo que la comunidad internacional (excepto China) está unida en la defensa de la democracia contra el golpe. Los militares no tienen respuestas para los problemas del país, y sólo los empeorarán.