Italia

Draghi jura como primer ministro de un Gobierno con 15 políticos y ocho técnicos

El ex presidente del Banco Central Europeo hará su discurso de investidura el miércoles en el Senado, y el jueves en la Cámara de Diputados, donde tendrá un apoyo casi unánime

Giuseppe Conte en el traspaso de poder a Draghi
Giuseppe Conte en el traspaso de poder a DraghiDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

Todo cambio necesita una liturgia. Y los gobiernos de este país han dado ya tantas vueltas -con ésta van 67 desde la Segunda Guerra Mundial-, que los italianos son insuperables para estos ritos. Este sábado se fue Giuseppe Conte, llegó Mario Draghi. Un traspaso de poderes con toda la pompa a la que se prestaba la ocasión. Primero fue la jura del cargo del presidente y todos sus ministros.

Después el intercambio oficial del mando, con una ceremonia en la que el primer ministro saliente le otorga una campanilla al entrante. Y, por último, todos los honores para el que se marcha. Conte abandonó el Palacio Chigi ovacionado por sus colaboradores y funcionarios. Algunos con lágrimas en los ojos y él mismo, emocionado. “He servido a este país con orgullo honor y responsabilidad”, escribió después en sus redes sociales. La transición que se producía esta vez tenía algo de especial. No se trata sólo de un cambio de cromos, una figura por otra. Tras el protocolo había un nuevo paradigma.

Se va un primer ministro que sirvió como arreglo para poner en pie dos gobiernos en los que sus partes no se ponían de acuerdo. Primero con la Liga y el Movimiento 5 Estrellas (M5E); después, entre estos últimos y el socialdemócrata Partido Democrático (PD). Y llega justo lo contrario. Mario Draghi, un hombre que ha conseguido aunar a seis formaciones distintas, del ala más izquierdista del Parlamento a la extrema derecha.

Pero, sobre todo, una figura que deja atrás los arreglos entre partidos para entregarle el poder a un grupo de personalidades ajenas a este mundillo. Economistas, banqueros, directivos, físicos o juristas, ellos tendrán el poder. Llámense expertos o tecnócratas. El Ejecutivo está formado por 15 políticos y ocho técnicos, pero son estos últimos quienes controlan todos los ministerios clave.

Desde los clásicos Economía, Justicia, Interior o Infraestructuras hasta los de nuevo cuño, como las carteras de Innovación Tecnológica o Transición Ecológica, fundamentales en la modernización que deben afrontar los países a cambio de los fondos de recuperación europeos. Ambas cuestiones son la razón de ser de este Gobierno: la gestión del dinero y las reformas necesarias. En el primer Consejo de Ministros, que se celebró este sábado poco después del traspaso de poderes, Draghi recalcó que había que “dejar a un lado los intereses para dar seguridad al país”. “El nuestro será un Gobierno ambientalista”, añadió el ex presidente del BCE, que todavía no ha dado ningún discurso oficial desde que recibió el encargo de formar un Ejecutivo por parte del presidente de la República, Sergio Mattarella.

El economista se reserva para su discurso de investidura, que se celebrará el miércoles en el Senado y el día siguiente en la Cámara de Diputados. Está previsto que tenga un apoyo casi unánime de las cámaras, con la salvedad de los ultraderechistas Hermanos de Italia, que podrían abstenerse.

Los partidos han decidido implicarse, pero no serán protagonistas. Algo que Draghi ya insinuó durante la ronda de contactos que mantuvo con todos ellos, en la que aclaró que no había reivindicaciones que valgan y que la línea política la marcará él, con el apoyo de un reducido grupo de colaboradores. Tecnócratas, como ha quedado demostrado.

El único Ministerio con capacidad de inversión en manos de los políticos será el de Desarrollo Industrial, del que se ocupará Giancarlo Giorgetti, líder del ala de la Liga más cercana a los intereses de los empresarios del norte. Se trata de un movimiento relevante, pues el sector populista del partido, que ha comandado Matteo Salvini, queda desactivado por el momento.

Los socialdemócratas se quedan con Trabajo y el Movimiento 5 Estrellas con Agricultura y Exteriores, aunque este partido es el gran derrotado de la maniobra que ha terminado con Draghi en el poder. Este sábado el M5E ya tuvo que convocar una asamblea urgente para intentar sofocar una revuelta interna. Los militantes de la formación aceptaron apoyar a Draghi en un plebiscito interno teledirigido por la cúpula del partido, pero tras la formación del Ejecutivo las críticas se han intensificado.

El Cinco Estrellas ha quedado apartado de todos los órganos de poder, no manejará ninguna cartera con capacidad real de decisión y ni siquiera ha conseguido el Ministerio de Transición Ecológica que reclamaba. Una parte del movimiento pide repetir la votación entre las bases, a lo que la dirección se niega. En la sesión de investidura hasta una treintena de diputados podría rebelarse y votar en contra, con lo que una escisión parece cada vez más cercana.

Es el primer efecto del “Gobierno de los mejores” que ha levantado Draghi. A diferencia de los gabinetes técnicos de Carlo Azeglio Ciampi en 1993 o el de Mario Monti en 2011, que sólo incluían técnicos, el de Draghi sí que involucra a los partidos. Sin embargo, ya se puede comprobar que más un rol protagonista tendrán una función de acompañamiento a los dictámenes de Draghi y sus consejeros.

Las felicitaciones llegaron de todas partes, desde la Comisión Europea a Pedro Sánchez, que mandó un mensaje a través de las redes sociales en el que le deseó suerte al economista y subrayó que “Italia y España seguirán trabajando unidas por la recuperación y el futuro de Europa”. Sánchez y Conte habían hecho frente común en la UE para conformar un polo de los países del sur, por lo que habrá que comprobar si el liderazgo de Draghi afianza esta relación o supone que Italia tome un camino unilateral.

El politólogo Lorenzo Castellani cree que “Draghi estabilizará el país en el próximo año y enterrará el populismo, pero no significa que vaya a desaparecer, ya que para eso habrá que observar su ejercicio del poder a largo plazo”. Aún es pronto para evaluar los efectos de los tecnócratas. De momento, Draghi ha llegado y se ha rodeado de ellos para comenzar una nueva era.