Francia
Anne Hidalgo, la socialista que puede romper el duelo Le Pen-Macron
La alcaldesa de París sopesa lanzar su candidatura desde una izquierda dividida, de cara a las presidenciales de 2022
Dividida en una lucha de egos, sin una clara voz que destaque en la oposición y con la seria amenaza de fragmentarse en una constelación de siglas que queden en lo irrelevante en las elecciones de 2022. Con toda esta penumbra se presenta el escenario para la izquierda francesa en unos próximos meses decisivos en los que deberían ir perfilándose las candidaturas para el Elíseo para la primavera del año que viene.
Aunque la cautela mande sobre los pronósticos, lo cierto es que la repetición del enfrentamiento entreMacron y Le Pende segunda vuelta en 2017 es una hipótesis que va ganando enteros y una de las razones es la falta de una candidatura con peso en todo el espectro de la izquierda. De momento no la hay y lo que es peor, casi nadie apuesta ya por una candidatura de unión que pueda concentrar fuerzas para plantar cara al actual inquilino del Elíseo y la líder de la ultraderecha.
La prensa, los analistas y las formaciones de izquierda sondean desde hace semanas las posibilidades y ambiciones de algunos nombres que podrían estar apunto de lanzarse a la carrera. “La maquinaria Hidalgo se pone en marcha”, titulaba hace unos días el diario Le Monde en una crónica que explicaba cómo la alcaldesa de París prepara el terreno para, en el momento adecuado, lanzar su candidatura.
Hidalgo, que salió reelegida alcaldesa en las municipales del pasado junio, es la figura con más poder de un partido socialista hecho trizas tras el quinquenio de Hollande. Sin embargo, la gran vitrina o trampolín que le concede la capital es un arma de doble filo. “Representa una izquierda parisina ecológica pero lejana a las clases populares y a otros rincones de Francia” explica a LA RAZON el sociólogo experto en clases populares Denis Merklen, desde la Universidad de la Sorbona, que subraya que la única opción para la izquierda pasaría por una candidatura de unidad, algo posible entre socialistas y verdes pero casi inviable a la hora de llegar un pacto con la izquierda populista de Jean-Luc Mélenchon.
La estrategia con la que Hidalgo revalidó la alcaldía el año pasado es la misma con la que pretende conquistar el Elíseo: asociar el ecologismo a los valores de la socialdemocracia. Le Monde explica que Hidalgo ya estaría trabajando varios puntos de esta estrategia, entre otros, salir de París para deshacer su imagen de candidata de la capital y hacerse escuchar en los asuntos de política nacional subrayando lo que le diferencia tanto de Macron como de Mélenchon.
En este sentido la maquinaria de Hidalgo ya se ha puesto en marcha y esta semana presentaba su plan de relanzamiento post-pandemia para París en un acto cargado de mensajes en clave nacional. Pero su apuesta ecológica desde la capital no está exenta de recelos. “Vista desde movimientos como los chalecos amarillos, tiene el mismo problema de identificación con ciertas élites urbanas que el propio Macron” sentencia Merklen para este periódico mientras algunos medios franceses apuntan a que Hidalgo estaría trabajando en poner de relieve su perfil biográfico como hija de la inmigración y de la clase trabajadora para solventar ese hándicap.
Pero ni tan siquiera está claro que los Verdes vayan a jugar de hermano pequeño en una alianza con los socialistas liderada por Hidalgo. El partido ecologista fue el claro vencedor de las últimas municipales del año pasado en Francia y su líder, Yannick Jadot, sueña con utilizar esa estructura de consistorios ecologistas para lograr la hegemonía de la izquierda y lanzar su candidatura al Elíseo en 2022.
“El candidato que salga vencedor de las primarias de los Verdes tiene muchas opciones” dice a este periódico una fuente del partido apuntando la importancia de la elección interna que antes de septiembre se hará entre las filas del partido ecologista y por la que, de momento, además de Jadot competirán en alcalde de Grenoble, Eric Piolle y la portavoz ecologista Sandrine Rousseau, una figura destacada en el combate contra la violencia machista en Francia.
Hasta noviembre pasado, la posibilidad de una candidatura única que englobara a toda la izquierda parecía la única salida para plantar cara a Macron y Le Pen. Pero todo se esfumó cuando Jean-Luc Mélenchon anunció entonces la suya propia. Mélenchon logró en la primera vuelta de 2017 casi un 20% de los sufragios, anuló al partido socialista y estuvo cerca de colarse en la segunda vuelta. Desde entonces, parece que el líder de la Francia Insumisa no se ha recuperado del golpe.
Muchas voces progresistas lo acusan de tener un ego sobredimensionado y de poco atender a los llamados de unidad entre las izquierdas. Son pocos los analistas que confían en alguna posibilidad para la izquierda en 2022 si ésta se presenta en más de una candidatura, pero, al mismo tiempo, la fractura entre la izquierda populista y la socialdemócrata-ecologista parece demasiado profunda en Francia, y lejana a cualquier tipo de entendimiento como sucede en el caso del gobierno de coalición en España.
Y mientras estos tambores de batalla surgen en la izquierda francesa, Macron observa cada movimiento. Hidalgo no decidirá, previsiblemente, hasta septiembre. En un libro sobre la última campaña municipal en París, la periodista Saverie Rojek reveló que, antes de que Hidalgo revalidase su mandato de alcaldesa, Macron se la tomaba muy en serio. “Si gana París, será una candidata temible en las presidenciales”, dijo el presidente. La profecía pueda estar “en marcha”.
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