Revés judicial

El Supremo obliga a Trump a entregar sus declaraciones de la renta desde 2011

El ex presidente de EE UU acata la sentencia tras denunciar ser víctima de una venganza de los demócratas de Nueva York

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El Tribunal Supremo de los EE UU ha ordenado que el ex presidente Donald Trump entregue a la Fiscalía de Manhattan sus declaraciones de hacienda de 2011 en adelante. La petición, formulada por el fiscal del distrito Cyrus R. Vance Jr., no admite ya más retardos y los contables de Trump han asegurado que cumplirán con ella sin demora. Si hubiera ganado las elecciones, es bastante probable que habría seguido blindado, pero su reincorporación a la vida civil enturbia un horizonte complicado en los tribunales.

El pasado verano, el Supremo sentenció en contra de la pretensión del Congreso de acceder a esos mismos documentos. También resolvió que necesitaba mejores argumentos para entregarlos a los fiscales. Trump reaccionó entonces con furia en Twitter. «El tribunal Supremo», dijo, «ha devuelto el caso a un tribunal de menor rango para continuar. Todo esto es un juicio político. Gané la caza de brujas de Mueller y otras, y ahora tengo que seguir luchando en una Nueva York políticamente corrupta. ¡No es justo para esta presidencia o administración!».

Aquella decisión supuso que los documentos tributarios no verían la luz, al menos, antes de las elecciones presidenciales de noviembre. En esta ocasión Trump ha publicado un comunicado donde habla de una «operación de pesca» y critica al Tribunal Supremo. Entiende que «esto es algo que nunca antes le había sucedido a un presidente, todo ha sido inspirado por los demócratas de un lugar totalmente demócrata, la ciudad y el Estado de Nueva York, controlados y dominados por un enemigo mío, el gobernador Andrew Cuomo».

Nadie conoce con certeza el contenido de la investigación, aunque se da por hecho que indaga en posibles delitos fiscales, incluida la posibilidad de que los contables de Trump hayan diseñado artificios destinados a librarlo de obligaciones tributarias. También son objeto de indagación los pagos realizados a dos mujeres para, supuestamente, evitar que hablaran sobre sus relaciones con Trump. Tampoco está claro que las declaraciones de impuestos, que en cualquier caso ya fueron publicadas por el “New York Times”, acaben siendo de dominio público.

Lo único seguro es que la Fiscalía sigue la pista del dinero y que Trump es el primer presidente de los EE UU en no mostrar sus declaraciones desde que Richard Nixon inaugurase la costumbre. La ley no obliga a que lo hagan, pero ningún presidente, ni Gerald Ford, que entregó un resumen, ni Jimmy Carter, Ronald Reagan, los dos Bush y Barack Obama faltaron a la cita.