Pandemia
Suecia adelanta el cierre de la hostelería y limita los aforos en centros comerciales
Las nuevas cepas de coronavirus hacen temer una tercera ola
Suecia ya no lo fía todo en al “folkvett” (sentido común) de sus ciudadanos para combatir el coronavirus. Tras un año de pandemia, las recomendaciones han dado paso a restricciones cada vez más severas que acercan al país nórdico a sus vecinos europeos. Con unos 10,3 millones de habitantes, ha registrado 647.000 casos y 12.792 muertos desde que comenzó la pandemia, el triple que la vecina Finlandia y diez veces más que Dinamarca.
Este miércoles, el Gobierno rojiverde ha dado otra vuelta de tuerca al anunciar que el próximo lunes todos los bares y restaurantes tendrán que cerrar a las 8:30 de la noche frente a las diez que venían haciendo hasta hora por un vacío legal. Desde hace meses, está prohibida la venta de alcohol a partir de las ocho de la tarde.
La medida persigue limitar los contactos sociales en un momento en el que las nuevas cepas de coronavirus amenazan con volver a disparar el número de contagios de covid-19. El primer ministro, Stefan Löfven, no se anduvo por las ramas durante la rueda de prensa que ofreció en Estocolmo junto al director de la Agencia de Salud Pública (FHM) y la ministra de Salud. “La situación es grave”, alertó. “Existe un alto riesgo de que se produzca una tercera ola de contagios”, advirtió Löfen.
Junto al adelanto del cierre en la hostelería, el Ministerio de Sanidad presentó un plan para limitar el aforo en gimnasios, centros comerciales y supermercados, a los que se recomienda que los clientes acudan a comprar en solitario. “Éste no es el momento de relajarse. No debe haber aglomeraciones, ni en las gasolineras ni en las tiendas, ni en ningún lado”, recordaba Löfven.
Con una incidencia de 445 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, Suecia ha visto aumentar de nuevo lo contagios de coronavirus durante el mes de febrero por culpa de la incidencia de la cepa británica, responsable ya de uno de cada cuatro casos en la región de Estocolmo, que esta semana ha impuesto el uso de la mascarilla en el transporte público en todo momento. Hasta ahora, las autoridades suecas no eran muy partidarias de su uso ante el temor de que las mascarillas crearan una falsa confianza entre la población olvidando mantener la necesaria distancia de seguridad.
Löfven: “[La pandemia] es un maratón”
Preguntado por los periodistas, Löfven evitó comparar la respuesta sueca frente al coronavirus a la puesta en marcha por otros países e insistió en que “no podemos ver una conexión directa entre medidas específicas y resultados”. “Vemos países tomando el mismo tipo de medidas con diferentes resultados, podemos ver países con diferentes medidas y los mismos resultados. Así que creo que como he dicho desde el principio, esto es un maratón”.
El primer ministro sueco recordó que el Gobierno no renunciará a tomar las medidas que sean necesarias. “Siempre hemos dicho que estamos preparados para tomar nuevas decisiones si es necesario. Y eso es lo que estamos haciendo”, zanjó. Ante el vacío legal para cerrar comercios o imponer la limitación de horarios y aforos en lugares públicos, las autoridades se han visto obligadas a dotarse de una Ley Pandémica que fue aprobada por el Parlamento tras las vacaciones de Navidad.
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