Oriente Medio

Biden ordena su primer ataque aéreo en Siria contra grupos pro iraníes

La ofensiva deja varios muertos y se produce en represalia al ataque junto a una base estadounidenses con cohetes en Irak

La ciudad de Hamdaniya, en Irak
La ciudad de Hamdaniya, en IrakTHAIER AL-SUDANIREUTERS

Estados Unidos lanzó durante la tarde del jueves un ataque contra unas instalaciones usadas por milicias chiíes en la frontera de Siria e Irak. Al menos 17 de sus miembros habrían muerto en el ataque. El presidente de EEUU, Joe Biden, ordenó el bombardeo como represalia por el ataque con cohetes contra una base estadounidense en la ciudad iraquí de Erbil.

Con este ataque la Casa Blanca aspira a subrayar que no transigirá con las acciones matoniles de las milicias pro iraníes ni cederá en su pretensión de mantener su presencia en Irán. El gobierno Biden tampoco desea rebajar la tensión con la idea de que Teherán acuda a la mesa de negociaciones. Por mucho que esté en juego resucitar de alguna forma el acuerdo nuclear de 2015.

El problema para Irán es que los hombres de Biden no están dispuestos a aliviar las sanciones impuestas por Donald Trump y creen que el tratado ya no vale en su forma original y necesita repensarse. Algo a lo que el régimen de los ayatolás se niega. El ataque del jueves es el penúltimo capítulo de una larguísima serie de desencuentros en tiempos recientes. Empezando por la muerte del general Qassim Soleimani, asesinado por un dron del ejército de los Estados Unidos cerca del aeropuerto de Bagdad. En el ataque también murió Abu Mahdi Muhandis, jefe de las Fuerzas de Movilización Popular de Irak.

Soleimani era el líder de la Fuerza Quds, rama de operaciones exteriores de la Guardia Revolucionaria y una pieza decisiva en las maniobras expansionistas de Irán en Oriente Medio. Estaba detrás del grupo terrorista Hizbulá en el Líbano, era un aliado de Hamás en Gaza y fue indispensable para lograr mantener en el poder al dictador sirio Bachar al Asad.

Al mismo tiempo combatió del lado de EE UU y el resto de países occidentales contra el Estado Islámico. Días antes de acabar su mandato el presidente Trump habría especulado con la posibilidad de bombardear directamente a Irán. Los técnicos de la Agencia Internacional de Energía Atómica habían denunciado que Irán ya acumulaba 2,5 kilogramos de uranio. Un año antes, en enero de 2020, decenas de soldados estadounidenses resultaron heridos como consecuencia de un ataque iraní con misiles contra dos bases.

Antes, en junio de 2019, la Casa Blanca desplazó a la región el super portaviones “USS Abraham Lincoln” así como el “USS Arlington”. Acababan de explotar varios artefactos en dos petroleros en el Golfo de Orán. El departamento de Estado mostró su convencimiento de que detrás estaba la Guardia Islámica Revolucionaria de Irán. Pocos días más tarde Irán derribó un dron del Ejército estadounidense. Según Teherán la aeronave no tripulada sobrevolaba su territorio. Un extremo que el gobierno de Estados Unidos negó de forma tajante.