El futuro de MBS
Las ocho claves del asesinato de Khashoggi
La Inteligencia de EE UU apunta directamente al príncipe heredero Bin Salman, pero ¿qué consecuencias tiene la publicación del informe para Joe Biden y Arabia Saudí?
Estados Unidos ha hecho público el informe de los servicios secretos que responsabiliza al príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed Bin Salman, de haber ordenado el asesinato del disidente, y columnista de “The Washington Post”, Jamal Khashoggi. Exiliado político, de 59 años, padre de cuatro hijos, autor de artículos muy críticos con la satrapía del Golfo, el periodista acudió a principios de octubre de 2018 a la embajada de Arabia Saudí en Estambul. Necesitaba solicitar unos documentos para poder casarse. Nadie volvió a verlo. El espionaje de Estados Unidos sospechó que en un primer momento sus captores lo habrían secuestrado para llevarlo por la fuerza al reino saudí. Pero algo salió mal y Kashoggi acabó asesinado.
1. Giro en la política de Estados Unidos
La publicación del informe marca un cambio de rumbo radical respecto a la política seguida por Washington. En los días posteriores al crimen el entonces presidente, Donald Trump, compareció ante la prensa para explicar que había departido con el rey de Arabia Saudí y, bueno, «no es como si tuviera alguna duda. Su negativa ha sido muy contundente». Por si fuera poco añadió que Khashoggi quizá acabó en manos de unos misteriosos asesinos no identificados. De fondo, claro está, latía el deseo de no incordiar al viejo aliado. En un comunicado Trump recordó que Arabia Saudí es el mayor productor de petróleo del mundo. «Han trabajado estrechamente con nosotros y han sido muy receptivos a mis solicitudes para mantener los precios del petróleo en niveles razonables».
2. Sanciones contra 17 agentes saudíes
Pero no todos en Estados Unidos aceptaron mirar hacia otro lado. El presidente del Comité de Relaciones Internacionales del Senado, Bob Corker, presionaba para que la Cámara aprobase una batería de sanciones económicas. Entrevistado por la CNN comentó que no existían dudas respecto a la culpabilidad. Entre tanto “The Washington Post”, el periódico donde firmaba Khashoggi, publicó que la CIA habría accedido a unas conversaciones entre el príncipe Mohammed y su hermano Khalid en las que supuestamente discutían cómo deportar a Khashoggi de vuelta. 22 senadores escribieron al presidente para que interviniera. El Gobierno de EE UU sancionó a 17 agentes saudíes presuntamente implicados en el asesinato.
3. El teléfono de Jeff Bezos, pinchado
Una derivada del caso Khashoggi podría haber sido el espionaje al que fue sometido el dueño de Amazon, y de “The Washington Post”, Jeff Bezos. Naciones Unidas exigió una investigación para aclarar si el príncipe Mohammed bin Salman había ordenado pinchar el teléfono de Bezos, que fue hackeado, según publicó “The Guardian”, después de haber recibido, a mediados de 2018, un mensaje de WhatsApp desde el número del príncipe. Esto es, cinco meses antes de que Khashoggi terminase desmembrado, en vivo, con una sierra de cortar huesos.
4. Con el visto bueno de MBS
El texto de la inteligencia estadounidense resulta sencillamente demoledor. Afirma, sin género de dudas que el príncipe «aprobó una operación en Estambul (Turquía) para capturar o matar al periodista saudí Jamal Khashoggi». Muchos de los elementos analizados continúan clasificados, entre otros las grabaciones del crimen, obtenidas por la inteligencia turca. Pero otras estaban a la vista de cualquiera. Cuesta creer que una maniobra tan arriesgada para la imagen pública del régimen pudiera tomarse sin la autorización expresa de las altas esferas.
«Desde 2017», reza el informe, «el príncipe heredero ha tenido el control absoluto de las organizaciones de seguridad e inteligencia del Reino, por lo que es muy poco probable que los funcionarios saudíes hubieran llevado a cabo una operación de esta naturaleza sin su autorización».
5. La llamada de rigor al padre y jefe del Estado
Antes de hacer público el documento, el propio Joe Biden había hablado por teléfono con el rey Salmán bin Abdulazi. También departieron el secretario de Estado, Antony Blinken, y el ministro de Asuntos Exteriores saudí, Faisal Bin Farhan Al Saud. Pero crece la presión para que la Casa Blanca se muestre más contundente. De momento, el Gobierno de EE UU ha declinado sancionar directamente al príncipe. Las razones son las mismas por las que el departamento de Estado tampoco actuó con Trump en el poder: Estados Unidos necesita a los saudíes en una zona especialmente complicada. La realpolitik impone sus razones. Pero esto está lejos de aplacar a quienes, desde el propio partido demócrata y medios de comunicación afines, muestran su decepción con unas sanciones que juzgan insuficientes.
6. Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Baréin, con MBS
Emiratos Árabes Unidos (EAU) Kuwait y Baréin manifestaron hoy su “apoyo” a Arabia Saudí y rechazaron “cualquier cuestión que afecte a la soberanía” del reino ultraconservador, tras la publicación del informe por los servicios de inteligencia de EE UU que apunta que el príncipe heredero Mohamed bin Salmán aprobó la operación para asesinar al periodista Jamal Khashoggi en 2018.
“Emiratos Árabes Unidos apoyan la declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores del hermano Reino de Arabia Saudí sobre el asesinato del periodista saudí”, según un comunicado recogido por la agencia oficial de noticias emiratí, WAM. El mismo medio también recoge otra nota de Exteriores de Bahréin, que refleja prácticamente el mismo contenido.
“El Reino de Bahréin expresa su rechazo a todo lo que pueda afectar la soberanía del hermano Reino de Arabia Saudí”, de acuerdo con la nota. En un comunicado parecido y recogido por la cadena panárabe Al Arabiya, Kuwait también se suma a este rechazo.
7. “Falsa e inaceptable” para Riad
Como cabía esperar, el ministerio de Asuntos Exteriores de Arabia Saudí ha respondido a esta investigación acusatoria rechazando por completo su contenido, pues se trata de una “evaluación negativa, falsa e inaceptable” que contiene “información y conclusiones inexactas”.
8. RSF pide una investigación que concrete la responsabilidad de MBS
El director ejecutivo de Reporteros Sin Fronteras (RSF), Christian Mihr, ha señalado que el informe de EE UU “subraya la importancia de desarrollar una investigación, constitucional e independiente, de este asesinato inconcebiblemente brutal”.
“Los responsables deben ser castigados y los tribunales, garantizar que se hace justicia y aclarar exactamente de qué es responsable Bin Salmán”, ha añadido el director ejecutivo de la organización, dedicada a preservar los derechos de los periodistas en todo el mundo.
Horas antes, el secretario general de la organización, Christophe Deloire, ha recordado que las autoridades saudíes “han supervisado la persecución sistemática y generalizada de periodistas” incluida la detención arbitraria de al menos 33 periodistas solo este pasado viernes, el día de la publicación del informe.
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