Francia
El precedente de Jacques Chirac
Recibió una pena de dos años de cárcel por los empleos ficticios
Aunque existe un precedente en la V República francesa, la sentencia de este lunes que declara culpable a Nicolas Sarkozy va aún más allá ya que es la primera vez que un presidente francés es condenado a prisión firme. Jacques Chirac recibió una pena de dos de cárcel, en el 2011, por el escándalo de los empleos ficticios en la Alcaldía de París, pero no implicaba el ingreso efectivo en prisión.
En aquella ocasión, la investigación analizó con cuidado 481 nombramientos realizados por Chirac en su etapa de alcalde de la capital, y encontró que 21 de ellos eran ficticios; de esta forma, el dinero de los parisinos fue a parar a manos de celebridades, amigos personales del ex gobernante y miembros del partido RPR, el cual creó en 1976, que es el antecedente de la UMP y la actual formación conservadora, Los Republicanos.
Apropiación indebida, malversación y negociaciones prohibidas a los funcionarios públicos eran los cargos. Chirac, que falleció en 2019, no llegó ya por entonces a sentarse en el banquillo de los acusados durante las sesiones del tribunal ya que el presidente de la sala del Tribunal Correccional le exoneró de ello tras leer un informe médico encargado por su mujer y su hija. Durante la instrucción, los jueces dijeron que los empleos suponían un sistema de desvío de fondos públicos puesto en marcha por Chirac para crear una red de favores que le permitiera su objetivo final, llegar al Palacio del Elíseo.
Aunque el litigio de los empleos ficticios se remonte a 1999, Chirac siempre estuvo protegido por sucesivas inmunidades penales. La primera fue acordada por el Consejo Constitucional en 1999, después por una decisión del Tribunal de Casación en 2001. El resguardo final vino con su mandato de Jefe de Estado, 12 años en el Palacio del Elíseo. Durante todo ese tiempo Chirac no pudo ser interrogado ni siquiera como testigo.
El ex mandatario se defendió públicamente de su implicación, calificando las acusaciones de “rocambolescas”. Sin embargo los hechos fueron reconocidos por algunos de los “beneficiarios” quienes confesaron haber cobrado sin realmente trabajar. Cuando Chirac dejó la presidencia en 2007 se reactivó nuevamente la causa. En noviembre de ese año fue inculpado por “desvío de fondos públicos”, salarios pagados indebidamente por su gabinete. Interrogado por la juez Simeoni, el ex mandatario asumió su responsabilidad en los contratos de gente que trabajó en su oficina pero negó que hubiese existido malversación.
En aquella sentencia, los jueces afirmaron que, “gracias a su acción deliberada, al haber recurrido a 19 empleos total o parcialmente ficticios, Chirac faltó a la obligación de probidad que pesa sobre las figuras públicas encargadas de la gestión de fondos o bienes que les son confiados, en este caso con desprecio del interés general de los parisienses”.
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