"Caso de las escuchas"
La condena a Sarkozy divide a la derecha francesa
El ex presidente francés acude esta noche a la televisión pública para defender su inocencia y presentarse como una víctima de una conspiración de jueces y fiscales
La sentencia que condenó este lunes a tres años de cárcel, uno en firme, a Nicolas Sarkozy por corrupción y tráfico de influencias llevaba cargada una onda expansiva que puede condicionar los movimientos de la política francesa en los próximos meses, que van a ser decisivos para presentar el cartel de candidatos que pelearán por la elección presidencial en 2022.
El ex presidente francés ya ha anunciado que presentará un recurso contra la sentencia que lo condena por haber establecido un “pacto de corrupción” con un magistrado en 2014 para obtener información confidencial sobre otra causa que le afectaba. Por el momento, el recurso deja en suspenso la sentencia y tardará varios meses en resolverse con la duda de un posible impacto en plena precampaña.
Y a partir de ahí es cuando, inevitablemente, los tiempos judiciales y los políticos van a avanzar por vías paralelas en la antesala de un año electoral. Ante tal situación, Sarkozy ha decidido contratacar con fuerza. Esta misma noche acudirá al plató del informativo de TF1, el más visto en Francia, para defender su inocencia ante lo que él considera una conspiración de jueces y fiscales en su contra para acabar con él como figura pública.
Pero esta onda expansiva obligará a la derecha a tomar una difícil posición durante este intervalo: criticar la sentencia posicionándose al lado de Sarkozy, comprando su teoría de conspiración institucional en una huída hacia delante con desenlace incierto o aplicar escrupulosamente el principio de respeto a las sentencias judiciales y soltar lastre de cara a 2022. En esta dicotomía exacta se encontrarán a partir de ahora todos los eventuales candidatos que quieran concurrir por la nominación de Los Republicanos, conocedores al mismo tiempo de la gran influencia que Sarkozy sigue atesorando en las decisiones importantes del partido.
En las últimas horas, el presidente ha recibido varios apoyos de figuras relevantes del partido como el presidente de la formación, Christian Jacob, quien ha subrayado su “apoyo indefectible” a Sarkozy, criticando al mismo tiempo que “la severidad de la pena sea desproporcionada”. A la teoría del encarnizamiento judicial se han ido sumando otras figuras de peso como los diputados Eric Ciotti y Olivier Marleix. Pero esta cascada de apoyos no está exenta de temores que sólo se verbalizan “off the record”. Fuentes de la radio pública France Inter señalan: “Entre bastidores ya hay varios que han lanzado gritos de alerta, que hay que acabar con esto, con la posibilidad de que vuelva”.
La maraña judicial de Sarkozy todavía promete complicar más la posición para la derecha francesa en los próximos días. El 17 de marzo el ex presidente galo afronta otro juicio por los gastos de la campaña para la reelección en 2012. Y además, carga con una imputación por la posible financiación por parte de la Libia de Gadafi de la campaña de 2012.
Sin duda, el futuro judicial de Sarkozy llena de minas el campo conservador, cada vez más fragmentado, y amenazado por partida doble. De un lado, por una extrema derecha de Le Pen que atrae a sus votantes más radicales. Del otro, por el centroderecha de Macron que erosiona su flanco más liberal y moderado. Al reto que supone para la derecha tradicional encontrar su espacio en estos tiempos se le une ahora la encrucijada del factor Sarkozy.
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