Referéndum

Suiza prohíbe el uso del «burka»

Por estrecho margen, los suizos votan en referéndum en contra de cubrirse el rostro en lugares públicos. El debate da protagonismo a la extrema derecha y desvía la atención sobre la gestión de la pandemia

Un cartel a favor de la prohibición del «burka» en la ciudad montañosa suiza de Oberdorf
Un cartel a favor de la prohibición del «burka» en la ciudad montañosa suiza de OberdorfURS FLUEELERAgencia EFE

Poco más de la mitad de los votantes hizo la cruz este domingo en su papeleta a favor de prohibir taparse la cara en lugares públicos, con lo que tanto el vestir «burka» como los pasamontañas desaparecerán de la imagen de las ciudades suizas. Tan solo en los centros religiosos estará permitido vestir la prenda que cubre todo el cuerpo y la cara, el «burka», así como el cubrecabezas, llamado «niqab», que viste una ínfima minoría de mujeres musulmanas en el país helvético.

El objetivo de la nueva norma, que sería introducida en la Constitución y que ha recibido el apoyo de un 52,7% y el rechazo del 47,3% de la población suiza, es extender la prohibición que ya existe en los cantones de San Galo y del Tesino a todo el país.

Según los resultados oficiales provisionales, 17 de los 26 cantones que confirman la Confederación Helvética han aprobado en las urnas la medida, que necesitaba de una mayoría tanto en el porcentaje de población como en el número de cantones.

Con la prohibición de cubrirse la cara se verán afectados también los «hooligans» de fútbol y los activista, que no podrán llevar pasamontañas en los estadios, así como en las manifestaciones y marchas, donde no podrán ocultarse el rostro, lo que en ocasiones ocurre cuando grupúsculos violentos actúan de forma violenta y realizan destrozos en el mobiliario urbano.

Queda por ver todavía cómo se aplicará la nueva regla, ya que la iniciativa tiene que ser desarrollada legislativamente por una ley que ha de ser concretada en menos de dos años.

La asociación que ahora ha convocado la consulta, el Egerkinger Komitee, ya organizó otra en 2009 para prohibir la construcción de minaretes en Suiza, que también fue aprobada en referéndum. La organización declara tratar de frenar una supuesta islamización del país. Los opositores a la prohibición la acusan de generar resentimientos contra el islam, religión que profesa alrededor de un 5% de los 8,5 millones de la población suiza.

Consecuencias para el turismo

El propio Gobierno se ha mostrado en contra de la medida y aseguraba que la misma podría tener una acogida negativa entre los turistas que visitan Suiza, ya que la mayoría de mujeres que llevan estas prendas por las calles suizas son viajeras procedentes del Golfo Pérsico.

Es así que en los lugares que reciben a más turistas del país, la población ha votado en contra de la medida. La directora de la Asociación del Turismo Suizo (STV), Barbara Gisi, lamentó el resultado de la consulta y recordó que el sector ya se está viendo muy afectado por la pandemia de coronavirus. También la población de Ginebra, sede de numerosas organizaciones internacionales, la población votó con un 55,2% en contra de la prohibición.

Tanto el Parlamento como el Consejo Federal (Gobierno helvético) se habían mostrado en contra de la medida. La ministra de Justicia, Karin Keller-Sutter, del Partido Liberal FDP, apareció ante los medios de comunicación a las seis y media de la tarde para explicar los resultados y asegurar que «no se trata de un voto contra las y los musulmanes», así como que estos habrían tomado parte de la discusión previa al referéndum.

Mientras la opinión pública debatía esta semana sobre la prohibición o no del «burka», que se calcula visten apenas entre 20 y 30 mujeres en todo el país, otras cuestiones acuciantes pasaban a un segundo plano. La ministra Keller-Sutter remarcó que «tan solo pocas mujeres llevan cubierta su cara y es una minoría muy pequeña entre los 400.000 musulmanes que viven aquí en Suiza». La titular de Justicia suiza recordó que en varios países europeos existe una norma como ésta, así como «en algunos países musulmanes también».

La consulta, que ha polarizado a la sociedad suiza durante las últimas semanas, así como al movimiento feminista, destaca por ser una de las 23 iniciativas populares con éxito de las 221 que se han llevado a cabo en la Confederación Helvética desde 1893, como destacaba la televisión pública Schweizer Radio und Fernsehen (SRF).

Las otras dos consultas llevadas a cabo este domingo se han visto ensombrecidas por la polémica en torno al «burka»: un 51% de la población ha votado a favor de un tratado de libre comercio con Indonesia y un 64% ha rechazado la introducción de la Ley de Identidad Electrónica. Suiza no tiene aún DNI electrónico y sus ciudadanos han rechazado este domingo un nuevo intento de crearlo de la mano de empresas privadas.

Pistas de esquí abiertas

Asimismo, la gestión de la pandemia en el país alpino ha dejado de ser el tema estrella para ser sustituido por las discusiones en torno al racismo y la votación. En Suiza han fallecido más de 10.000 personas y la oposición viene criticando que el Gobierno no cerró las pistas de esquí mientras los vecinos alemanes y austríacos tomaron mas medidas y tuvieron menos víctimas mortales.

El viernes se llevaba a cabo un modesto acto en memoria de los caídos por la covid-19: un minuto de silencio y campanadas.

La pandemia también tiene dividida a la sociedad suiza y ayer se registraron protestas en contra de las medidas anti covid, mientras otros ciudadanos creen que el Gobierno ha puesto por delante de la salud los intereses económicos. Aunque el país ha conseguido vacunar a los mayores de 80 años y la incidencia en esa franja de edad ha bajado, los casos siguen aumentando y las unidades de cuidados intensivos permanecen en algunas regiones como Neuenburg o Wallis con hasta el 40-50% de pacientes con coronavirus.

Mientras en otros países se cerraban en otoño cafeterías, restaurantes y otros establecimientos, en Suiza permanecían abiertos, lo que llevó al país al borde del colapso de su sistema sanitario.