Cómplice de asesinato
El padre de la alumna que mintió sobre Samuel Paty: “Fui un estúpido”
Brahim Chnina publicó mensajes en redes sociales que desataron una campaña de acoso y la decapitación del profesor
Samuel Paty fue decapitado por un islamista radical por una fatua -edicto religioso islámico- que se difundió por Internet. Todo comenzó con la denuncia de un padre de una alumna en las redes sociales, que aseguraba que el profesor mostró a los alumnos las caricaturas de Mahoma que publicó la revista satírica Charlie Hebdo hace años, no sin antes pedir a los musulmanes que salieran del aula. La investigación rápidamente concluyó que la alumna que contó los hechos a su padre realmente no estaba ese día en el colegio. Ella misma lo ha confesado, tras mantener mucho tiempo su mentira. Mintió para ocultar que la habían expulsado dos días por mal comportamiento. Pero su padre se creyó sus mentiras, mostró su ira en redes sociales y alimentó la ira de muchos más, una ira que acabó con la vida del profesor.
Después de la confesión de su hija de 13 años, el padre también ha cambiado su versión. Brahim Chnina parece olvidar que acusó al profesor públicamente de islamofobia y lo comparó con Hitler. Chnina, imputado por complicidad en el asesinato, ha dicho ante el juez que se arrepiente y que le debe “la verdad a esta familia”. “Fui estúpido, estúpido. Le debo la verdad a esta familia, al señor Paty, a toda Francia”, ha asegurado hace un mes en un interrogatorio. Resulta que le “importaban un comino las caricaturas que presentaba Samuel Paty en su clase” y que simplemente estaba enfadado “por los dos días de expulsión que sufrió su hija”. El padre de la adolescente ha alegado que solo quería comportarse como un buen padre y que no creía que sus mensajes fueran leídos por terroristas.
Tres mensajes en Facebook
Pero sí lo fueron. El padre de la alumna publicó tres mensajes en Facebook sobre los hechos de los que su hija era “presuntamente víctima” y pidió la expulsión de Samuel Paty, al que llamó “matón”. El 8 de octubre publicó un video en Facebook que luego se transmitió por YouTube. Ese mismo día, conoció a Abdelhakim Sefrioui, con quien estuvo en contacto durante aproximadamente un mes: juntos fueron a ver al director del colegio. El activista islamista luego grabó un video con la colegiala frente al establecimiento. Abdelhakim Sefrioui acusó al profesor de haber respondido a una supuesta llamada de Emmanuel Macron “para odiar a los musulmanes”.
El agresor Abdoullakh Anzorov se sintió “inspirado directamente por los mensajes difundidos por Brahim”, según aseguró el fiscal. El proceso reveló varios contactos telefónicos y escritos entre Brahim y el agresor entre el 9 y el 13 de octubre. El padre de la estudiante aseguró “haber recibido mensajes de apoyo de varias personas, incluido Anzorov, a quien no recordaba específicamente”.
El 26 de enero el padre lamentó sinceramente “la magnitud del daño” y no haberse tomado la molestia de verificar el verdadero motivo de la expulsión de su hija. Su abogado asegura que su cliente “tiene pesadillas todas las noches. Comprendió que había sido utilizado por su hija que le mintió, aunque fue difícil de aceptar”.
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