Sucesos

“Espero que este avión se estrelle y muramos todos”: una mujer es inmovilizada en pleno vuelo tras agredir a una azafata

Rachel Street, de 41 años, fue declarada culpable por viajar borracha en un avión, utilizar un lenguaje amenazador e insultante, negarse a obedecer una orden de los pilotos y agredir a una azafata

Rachel Street, una gerente de un bar de 41 años, tuvo que ser esposada en el avión de Virgin Airways el pasado 5 de enero
Rachel Street, una gerente de un bar de 41 años, tuvo que ser esposada en el avión de Virgin Airways el pasado 5 de eneroPHIL NOBLEREUTERS

Una pasajera que viajaba en primera clase y en evidente estado de ebriedad fue inmovilizada en pleno vuelo de Barbados a Londres después de atacar a una azafata y gritar: “Espero que este avión se estrelle y muramos todos”, según recogen medios británicos.

Rachel Street, una gerente de un bar de 41 años, tuvo que ser esposada en el avión de Virgin Airways el pasado 5 de enero. Posteriormente fue declarada culpable por viajar borracha en un avión, utilizar un lenguaje amenazador e insultante, negarse a obedecer una orden de los pilotos y agredir a la aeromoza.

Según la audiencia que tuvo lugar en la Corte de Magistrados de Ealing, la mujer insultó a la tripulación de cabina y se tomó cuatro bebidas en el avión antes de que el personal se negara a atenderla.

Los jueces escucharon que el incidente se produjo una hora después del vuelo de siete horas y media de duración, cuando un miembro de la tripulación de cabina dijo que Rachel estaba “hablando inapropiadamente” con otros pasajeros.

Cuando se le preguntó a la detenida si había estado bebiendo, ella respondió: “¿Tú que crees?”. La fiscal Christelle McCracken indicó que Raquel “arrastraba las palabras y no podía mantener la mirada fija”.

A la pasajera la explicaron que no le servirían más alcohol. “Ella le dijo que se fuera a la mierda y la llamó perra” a la azafata. Le pidieron que se calmase porque “su comportamiento estaba molestando a los demás viajeros”.

Debido a que su comportamiento era ya “preocupante”, el capitán de la aeronave habló con Rachel y le explicó que sería arrestada en el aeropuerto si continuaba con esa actitud, pero Street hizo caso omiso.

La tripulación se vio obligada pues a esposarla mediante un kit de sujeción. Sin embargo, la mujer logró liberar su mano izquierda de las esposas y agarró el pelo de una de las azafatas del vuelo, algo que llevó a ser inmovilizada en su asiento durante el resto del vuelo.

A continuación, fue cuando Raquel gritó “espero que este avión se estrelle y muramos todos” y que “deseaba matar” al pasajero que se encontraba detrás de ella antes de quedarse dormida.