Pobreza

Cuba, al borde de la crisis alimentaria

La escasez derivada de la crisis obliga a que la gente salga a la calle y complique la situación epidemiológica

Varias personas hacen cola para entrar en un banco en La Habana (Cuba). Tener dólares o no tenerlos equivale en Cuba a conseguir o no alimentos variados
Varias personas hacen cola para entrar en un banco en La Habana (Cuba). Tener dólares o no tenerlos equivale en Cuba a conseguir o no alimentos variadosErnesto MastrascusaEFE

La Habana ya no es más que una cola enorme. Así comienza su reportaje para Le Figaro el periodista Hector Lemieux, en el que asegura que Cuba, muy afectada por la pandemia, tiene pocos medios para enfrentarse a la pobreza. Cuenta cómo las tiendas y puestos de comida apenas tienen mercancía y cómo los cubanos esperan durante horas para poder comprar algo de arroz o pollo, a veces “la única carne a veces disponible en la isla”. No se libran ni los barrios más acomodados como Miramar. Colas para adquirir algo, muchas veces sin saber durante la espera lo que se podrá comprar, lo que habrá disponible.

También la CNN realizó un reportaje en febrero sobre la crisis alimentaria que está sufriendo Cuba. Y las colas diarias en las que parece que la distancia de seguridad ya no preocupa porque lo único importante es conseguir comida. Y es que la isla depende del turismo para llenar los estantes de los supermercados estatales, los únicos que hay. Porque a pesar de los múltiples cultivos, la isla exporta la mayor parte de la comida y lo poco que produce para saldar su deuda externa: cigarrillos Criollo, cerveza Cristal, puros de todas las marcas, café Cubita. Todo se va fuera. Antes de la pandemia, Cuba ya tenía que importar el 70% de sus alimentos.

Varias personas hacen cola y esperan a la sombra su turno para entrar en una tienda
Varias personas hacen cola y esperan a la sombra su turno para entrar en una tiendaEFE/Yander ZamoraEFE

La crisis empeora a medida que se prolonga la pandemia porque el turismo no está y las exportaciones son cada vez menos por falta de dinero del Gobierno. Es la pescadilla que se muerde la cola porque la escasez derivada de la crisis obliga a que la gente salga a la calle y haga largas colas para adquirir alimentos y otros productos básicos, lo cual complica el panorama epidemiológico en la capital cubana, pese al toque de queda nocturno y otras medidas vigentes, como el cierre de los centros educativos, restaurantes, bares y playas.

Personas esperan su turno para comprar en un agromercado en La Habana (Cuba)
Personas esperan su turno para comprar en un agromercado en La Habana (Cuba)Ernesto MastrascusaEFE

Le Figaro cuenta la dramática situación que viven a diario los habitantes de La Habana en esas colas. “No habrá para todos, solo para los que se hayan levantado a las cuatro de la mañana”, se resigna Yunier, ante una cola que obtiene raquíticos muslos de pollo. “He visto gente durmiendo en los árboles (y desafiando el toque de queda) para ser los primeros atendidos por la mañana”; explica por su parte Alejandro.

Y claro, prospera el mercado negro. El que logra almacenar algún producto lo vende después. Los precios se disparan. Para empeorar las cosas, el peso cubano se ha derrumbado frente a las monedas extranjeras. Hay que pagar en euros o dólares para comprar productos importados en tiendas especiales donde también hay colas. Si el euro se cambia oficialmente a 27 pesos cubanos en los bancos, vale más del doble en las calles, ya que con la pandemia los turistas y las divisas han desaparecido.

Una tercera ola desde enero

Las autoridades sanitarias han asegurado que realizarán “estudios de intervención” que prevén administrar a casi toda la población capitalina alguno de los dos candidatos vacunales cubanos más avanzados. El país atraviesa desde enero una tercera ola de contagios que mantiene en fase epidémica a 10 de sus 15 provincias y al municipio especial Isla de la Juventud, y desde febrero permanece estancado en una meseta que deja un promedio diario de entre 700 y 900 contagios. Cuba suma ya 69.802 casos y 408 fallecidos. Las autoridades de la isla esperan inmunizar a toda la población este año y aseguran que en agosto -si las potenciales vacunas prueban su eficacia- contarán con todas las dosis necesarias para ello. Cuba desarrolla cinco candidatos vacunales, dos de los cuales (Soberana 02 y Abdala) se encuentran en tercera y última fase de ensayos clínicos.