Crimen sin resolver
The Doodler, el asesino que pintaba a sus víctimas en una servilleta antes de ejecutarlas
La Policía aún sigue la pista de este criminal que asesinó a varios homosexuales en los años setenta en California
El asesino en serie conocido como ‘El Doodler’ (garabato) tenía un peculiar ritual antes de proceder al asesinato de sus víctimas, que pasaba por dibujarlas con retratos en servilletas en los bares donde eran seleccionadas antes ejecutarlas. El famoso asesino, que aún hoy no ha sido identificado, seleccionaba cuidadosamente a sus objetivos en bares gay a mediados de la década de 1970. Ahora está siendo nuevamente buscado, según informa el Daily Star.
Doodler podría haber matado entre cinco y dieciséis personas, muchas de las cuales fueron apuñaladas en la parte delantera y trasera del coche siguiendo pautas de actuación similares. Su primera víctima fue encontrada boca arriba en el Ocean Beach en San Francisco, en 1974.
La ola de asesinatos del criminal, se sospecha que era de raza negra, duró al menos un año y medio. Su segunda víctima, el drag queen Joseph “Jae” Stevens, de 27 años, fue apuñalado y golpeado en junio de ese año. Otra de sus víctimas fue el veterano de Vietnam Frederick Elmer Capin, de 32 años, encontrado muerto por heridas de arma blanca en la aorta en mayo de 1975.
El periodista Kevin Fagan intentó hablar con las familias de las víctimas y ayudar a la policía a rastrear las huellas del asesino para una serie de podcasts. Este reportero del San Francisco Chronicle se dedicó durante 28 años “a cubrir la cruda realidad de la falta de vivienda” en su ciudad y ha descubierto varias cosas sobre este asesino en serie. “Me preocupan las personas olvidadas y marginadas de esta ciudad y hay un sin resolver que todavía me inquieta y que me confunde”, dijo en referencia a Doodle. “Entre 1974 y 1975, San Francisco fue víctima de uno de los asesinos de homosexuales más prolíficos de la historia moderna”.
Fagan relató que The Doodler que “iba a bares gay, lugares con música disco a todo volumen y hombres bailando (...). Escogía a alguien, luego dibujaba, esbozando su retrato en una servilleta. Y una vez que les mostraba el dibujo ya eran suyos”. Según su relato, e asesino llevaba a sus objetivos a un lugar más íntimo, lejos del alboroto del bar, y a la mañana siguiente, el hombre que había dibujado aparecía muerto. “Así es como este asesino se ganó su nombre, el Doodler (garabato)”.
En su momento, los agentes interrogaron a un joven sospechoso de asesinato durante la investigación del caso, pero no avanzó con cargos penales porque las tres víctimas que habían sobrevivido se negaron a declarar públicamente en su contra ante el juez.
Fagan explicó que en 2019, el Departamento de Policía de San Francisco celebró una conferencia de prensa para reabrir este caso sin resolver y mostró un boceto actualizado de qué aspecto podría tener el asesino hoy. “Puede parecer extraño que un asesino tan prolífico haya pasado desapercibido durante tanto tiempo, pero la policía en ese momento no tenía toda la información, ni las herramientas y los contactos a nuestra disposición hoy”.
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