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Así ha proliferado la fauna en la zona de exclusión de Chernóbil

Para sorpresa de muchos que esperaban que el área podría ser una zona muerta durante siglos, la vida silvestre está prosperando: osos, bisontes, lobos, linces, caballos salvajes y decenas de especies de aves

Un caballo de la raza Przewalski en el bosque que se quemó el año pasado en Chernóbil GLEB GARANICHREUTERS

Hoy se cumplen 35 años del peor accidente nuclear de la historia. Un desastre soviético que siempre había estado cargado de simbolismo pero que la magnífica serie de HBO, “Chernobyl” se volvió hasta popular y turístico.

Se cree que la zona de exclusión no será apta para los humanos durante los próximos 20.000 años, pero curiosamente, los animales están proliferando en esta vasta área en la que las personas no pueden sobrevivir.

Varios medios, en los especiales por el aniversario del accidente nuclear en Chernóbil han destacado la vuelta de la fauna salvaje a esta zona devastada. Esta tierra de nadie es única para algunos investigadores. Hay pocos lugares del continente europeo en los que el ser humano no pise a diario.

Si cuando estuvimos confinados en España durante la primera ola de la pandemia, muchos exageraban con que las calles llenas de jabalíes y todo tipo de pájaros parecían jumanji, los 35 años sin humanos de Chernóbil han creado un laboratorio muy especial.

Mapa con la zona de exclusión alrededor de la central nuclear de Chernóbil.Tania Nieto

1. Caballos de Przewalski

Sorprende encontrarse a caballos salvajes galopando entre la alta hierba. “Es realmente un símbolo de la reserva e incluso de la zona de exclusión en general”, explicó Denys Vyshnevsky, jefe del departamento científico de la reserva natural de Chernóbil, creada hace cinco años, al portal Phys.org.

Desde el desastre, el área se ha convertido en un refugio para alces, lobos y la raza fornida y amenazada de caballos salvajes nativos de Asia, el caballo de Przewalski. Una raza, según Phys.org, en honor al científico ruso Nikolai Przewalski, quien la descubrió en el extenso desierto de Gobi en Asia, y que estuvo a punto de extinguirse a mediados del siglo XX en parte por la excesiva caza.

En 1998, treinta caballos de esta raza fueron soltados en la zona de Chernóbil. A pesar de que el experimento en Ucrania se detuvo al poco tiempo, los caballos permanecieron y ahora suman alrededor de 150 en partes de la zona de exclusión, con alrededor de otros 60 al otro lado de la frontera en Bielorrusia.

“Paradójicamente, esta es una oportunidad única para preservar la biodiversidad”, reconoció Vyshnevsky.

En las condiciones adecuadas, la manada ucraniana podría eventualmente aumentar a 300 o incluso 500 animales, explicó Sergiy Zhyla, investigador principal de la Reserva de la Biosfera de Chernóbil. Debido al éxito de este experimento, ahora hay un extenso debate sobre la introducción de más especies en peligro de extinción en la zona de exclusión de Chernóbil.

El experto Vyshnevsky indicó al medio especializado que ve como potencial candidato al bisonte europeo y actualmente se están llevando a cabo discusiones con el Fondo Mundial para la Naturaleza, una ONG ambiental mundial.

“Podremos recrear el paisaje que estaba aquí antes de que los humanos comenzaran a explotar intensamente la región”, aseveró.

Un trabajador alimenta caballos en la Reserva Radioecológica Estatal dentro de la zona de exclusión a 30 kilómetros del reactor nuclear de Chernóbillarazon

2. Los perros de Chernóbil

Mucho se ha hablado ya de los perros de Chernóbil, incluso uno de los capítulos más duros de la serie de HBO se refiere a este asunto.

Este fin de semana, la BBC daba un reportaje sobre los canes. Y es que cuando en 1986 estalló el reactor número 4 de la planta nuclear y se decidió evacuar la zona del Prípiat, se dijo a todos los habitantes que abandonaran a sus mascotas. Asimismo, los soldados soviéticos recibieron órdenes de disparar a muchos de los animales abandonados porque se temía que estuvieran contaminados y siguieran propagando la radiactividad.

Sin embargo, muchas mascotas lograron esconderse y sobrevivir. Ahora hay cientos de perros callejeros por la llamada Zona de Exclusión de 2.600 km establecida para restringir el paso de personas dentro y fuera del área.

Lo que no se sabe a ciencia cierta es si todos estos perros son descendientes de las mascotas originales o si algunos han llegado hasta aquí provinientes de otro lugar.

Yevgeny Markevich, el antiguo profesor de 85 añosEvgeniy MaloletkaAP

Yevgeny Markevich, el antiguo profesor de 85 años sigue, a pesar de todo, viviendo en la zona de exclusión. A pesar de las órdenes que existen, hay unas cien personas residiendo en esta tierra de nadie marcada por la radiactividad. “Es una gran felicidad vivir en casa, pero es triste que no sea como solía ser”. En la actualidad, cultiva patatas y pepinos en su huerto, que lleva a pruebas “para protegerme parcialmente”.

3. Alces

Un alce es visto en la carretera de Chernóbil, el 21 de abrilGLEB GARANICHREUTERS

Los alces también son vistos en los bosques de Chernóbil.

Otro alce en la zona de Chernóbil que se quemó el año pasado, en una imagen del 12 de abril de 2021GLEB GARANICHREUTERS

4. Castores

Para sorpresa de muchos que esperaban que el área podría ser una zona muerta durante siglos, la vida silvestre está prosperando: osos, bisontes, lobos, linces, caballos salvajes y decenas de especies de aves. Según los científicos, los animales eran mucho más resistentes a la radiación de lo esperado y pudieron adaptarse rápidamente a una radiación fuerte.

Uno de los castores que liberó el biólogo Denis Vishnevskiy, es visto en un río en un bosque en la zona de exclusión de Chernóbil, Ucrania, el martes 13 de abril de 2021.Evgeniy MaloletkaAP

Uno de los castores que liberó el biólogo Denis Vishnevskiy, es visto en un río en un bosque en la zona de exclusión de Chernóbil, Ucrania, el martes 13 de abril de 2021.

5. Zorros

En esta foto de archivo tomada el 22 de noviembre de 2016, un zorro deambula por la ciudad desierta de Pripyat, a unos 3 kilómetros de la planta nuclear de Chernóbil en Ucrania.

un zorro deambula por la ciudad desierta de PripiatSergei ChuzavkovAP

“Este es un lugar de tragedia y memoria, pero también es un lugar donde se puede ver cómo una persona puede superar las consecuencias de una catástrofe global”, indicó a la agencia AP Bohdan Borukhovskyi, viceministro de Medio Ambiente de Ucrania.

“Queremos que aparezca una nueva narrativa _ no una zona de exclusión, sino una zona de desarrollo y reactivación”, reconoció.

Para él, esa narrativa incluye fomentar el turismo.

“Nuestro turismo es único, no es un concepto clásico de turismo”, aseveró Borukhovskyi . “Esta es un área de meditación y reflexión, un área donde puedes ver el impacto del error humano, pero también puedes ver el heroísmo humano que lo corrige”.

La zona de Chernóbil vio cómo su turismo se duplicó después de la aclamada miniserie de televisión de 2019 y los funcionarios esperan que el nivel de interés continúe o crezca una vez que la pandemia mundial haya retrocedido.

Un carrusel abandonado en el parque se ve en la ciudad fantasma de Pripyat cerca de la planta nuclear de Chernobyl, Ucrania, el jueves 15 de abril de 2021Efrem LukatskyAP

Uno de los principales atractivos para los turistas es ver las ruinas de Pripiat, la antigua ciudad moderna de 50.000 habitantes que ahora está siendo invadida por la decadencia y la vegetación. Se está trabajando para construir caminos que faciliten a los visitantes navegar por las ruinas.

La planta de Chernobyl está fuera de servicio, pero aún queda mucho trabajo por hacer en la planta desmantelada. Borukhovskyi dijo que sus cuatro reactores serán desmantelados solo para 2064.

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