África

Burkina Faso

La caza furtiva, el negocio que pretendían denunciar David Beriáin y Roberto Fraile

Los dos españoles asesinados colaboraban con una ONG en un documental en un parque natural de Burkina Faso

Homenaje a David Beriain en el pueblo donde nació, Artajona
Homenaje a David Beriain en el pueblo donde nació, ArtajonaAlvaro BarrientosAP

El periodista navarro David Beriáiny el cámara vasco Roberto Fraile, asesinados en Burkina Faso, estaban preparando un documental sobre los esfuerzos de las autoridades del país africano para proteger los parques naturales frente a la caza furtiva y las comunidades que habitan en ellos.

Localizador Burkina Faso
Localizador Burkina FasoMiguel Roselló

Burkina Faso cuenta con búfalos, antílopes, leones, hipopótamos, elefantes, diversas variedades de chimpancés y cocodrilos. Los españoles asesinados trabajaban junto a Wildlife Angel, una ONG francesa cuyo objetivo es la protección de la fauna africana. Concretamente se encontraban en Pama, una reserva natural al sureste de Burkina Faso que cubre un área de 2237 kilómetros cuadrados. La ONG ha intervenido en varias ocasiones en Burkina Faso en las reservas de Pama y Nazinga. Y ahora cuenta con un ambicioso proyecto para equipar y entrenar a los ecoguardias en las diversas amenazas y en la lucha contra la caza furtiva o incluso en la recuperación de datos en el campo.

Los dos españoles fueron asesinados tras un ataque perpetrado el lunes contra una patrulla mixta contra la caza furtiva, cerca de la frontera con Benín y Togo. El aumento de las operaciones por parte de grupos yihadistas y el incremento de las tensiones intercomunitarias han complicado la situación de seguridad en Burkina Faso, especialmente desde la llegada al poder de Roch Marc Christian Kaboré en diciembre de 2015.

La amenaza de los mineros

El sur de Burkina Faso, en la región de Pama, sufre además los abusos perpetrados por los mineros de oro que se han asentado en la frontera con Benin. Los guardabosques son incapaces de evitar que determinados individuos se abastezcan masacrando la fauna de las distintas reservas. Además, el uso de cianuro y mercurio por parte de los mineros artesanales amenaza seriamente los puntos de agua y la vida silvestre.

El irlandés asesinado junto a los dos españoles, RoryYoung, era de hecho un guardabosques irlandés nacido en Zambia dedicado a la conservación. Young fue cofundador y presidente de una organización contra la caza furtiva llamada Chengeta.

Mercado negro

En Burkina Faso hay 41.158 km² de tierra protegida. Hay tres parques nacionales, cuatro reservas de fauna, un santuario de la naturaleza, una reserva de aves y 60 bosques protegidos. Las zonas protegidas, tan extensas que son casi imposibles de vigilar, son territorio perfecto para los cazadores furtivos, que ganan fortunas con la venta en el mercado negro. Más aún en este último año, con un claro descenso del turismo debido a la pandemia. Y es que el marfil puede llegar a pagarse 3.000 dólares por un kilo. El cuerno de rinoceronte, considerado en China y Vietnam como afrodisíaco y como tratamiento para el cáncer y las mordeduras de serpiente, se vende, por más de 5.500 dólares el kilo en el mercado negro de Sudáfrica. Pero los elefantes y rinocerontes no son los únicos animales perseguidos: de los felinos son cotizados sus huesos y sus pieles y de los grandes monos su carne o su uso como mascotas.