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Guterres, a israelíes y palestinos: «La lucha debe terminar. Tiene que acabar de inmediato»

El secretario general de la ONU pide frenar la violencia, pero falta unidad en el Consejo de Seguridad

El secretario general de la ONU, António Guterres
El secretario general de la ONU, António GuterresMAXIM SHEMETOVREUTERS

La noche más sangrienta, con nuevos bombardeos sobre Gaza, fue la antesala de la varias veces pospuesta reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. La presión internacional la convirtió en algo ya inaplazable, aunque su capacidad de maniobra sea reducida y las posibilidades de una mediación se achican ante las declaraciones efectuadas por los embajadores de Palestina e Israel.

El primero, Riad Al Malki, no dudó en calificar de «asesino» al Gobierno de Benjamin Netanyahu. El segundo, Gilad Erdan, denunció los ataques de Hamás y sostuvo que la organización terrorista usa a la población civil como cebo y parapeto de la violencia, sacrificando a los civiles en el altar de la guerra de propaganda. El primer ministro israelí, por su lado, afirmó en un comunicado que «la campaña contra las organizaciones terroristas continúa con toda su fuerza. Las fuerzas armadas de Israel atacaron más de 1.500 objetivos en los últimos días. Los túneles que eran el activo estratégico de Hamas se convirtieron en una trampa mortal para los terroristas».

Durante su intervención en el Consejo, el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió el cese de las hostilidades. «La lucha debe terminar. Debe detenerse de inmediato. Los cohetes y morteros por un lado y los bombardeos aéreos y de artillería por el otro deben cesar». Esos llamamientos a detener la violencia fueron la tónica general en las intervenciones de los miembros del Consejo de Seguridad, que en los últimos días ha estado discutiendo una posible declaración en respuesta a la escalada de la tensión, pero por ahora no ha logrado ponerse de acuerdo.

Según fuentes diplomáticas informaron a EFE, Washington ha frenado textos propuestos por otros países, defendiendo que serían contraproducentes y que es mejor dar algo más de tiempo a la diplomacia. El presidente Joe Biden habló durante el sábado tanto con Netanyahu como con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas. Biden ya había reconocido «el derecho legítimo de Israel a defenderse a sí mismo y a su pueblo» al tiempo que condenaba «enérgicamente el lanzamiento de cohetes por parte de Hamás y otros grupos terroristas contra civiles israelíes».

Hoy, en su ronda de reuniones en Israel y los territorios palestinos, el enviado de Biden en la región buscará vías para calmar la situación junto a Abas. Aun así, este solo gobierna sobre partes de Cisjordania y no tiene control directo en Gaza, y su capacidad de intercesión desde el inicio de la escalada ha sido residual y no ha calmado las tensiones con Hamás. Estados Unidos tampoco tiene contacto directo con el movimiento islamista, a quien considera una organización terrorista.

Ante todo, pese a que las gestiones para frenar la violencia continúan también con actores como Egipto, Jordania o la propia ONU, las perspectivas de una tregua por ahora no parecen inmediatas.