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Mohamed VI, el excéntrico rey de Marruecos cuya fortuna ronda los 5.000 millones de euros

La figura del jefe de estado alauita es ciertamente controvertida, al igual que lo son sus repentinas desapariciones de la vida pública. También lleva meses en el centro de la polémica por sus excentricidades

La gran avalancha de inmigrantes llegados a España este martes ha desatado una crisis humanitaria y política. Muchos señalan a un hombre que lleva meses en el centro de la polémica por sus excentricidades y que, por el momento, no se ha manifestado ante la dramática situación: Mohamed VI, el rey de Marruecos.

La figura del jefe de estado marroquí es ciertamente controvertida, al igual que lo son sus repentinas desapariciones de la vida pública. En ocasiones, y después de varios días sin noticias, reaparecía tras haber sido operado. Su divorcio también estuvo envuelto en misterio, Lalla Salma estuvo meses desaparecida y se llegó a hablar de secuestro. Mientras, el hijo mayor del rey de Marruecos y heredero al trono, cada vez tiene más tareas de representación.

El que fuera amigo íntimo del rey Juan Carlos y Felipe VI es a día de hoy uno de los líderes más poderosos de mundo. Se convirtió en monarca el 23 de julio de 1999 al morir su padre Hassan II, del que heredó no sólo una corona de tres siglos de antigüedad, sino una fortuna inconmensurable.

En sus dos décadas como rey podría decirse que no ha perdido nada el tiempo. Los cálculos internacionales estiman que Mohamed VI ha acumulado en las últimas dos décadas una riqueza alrededor de los 5.000 millones de euros. De hecho, la revista financiera Forbes ubicó al 18° rey alauita en el primer puesto de la lista de más ricos en Marruecos, y el quinto más acaudalado del continente, hace unos años.

Desde que tomó posesión como líder supremo del país africano, Mohamed VI ha marcado distantes con el reinado de su padre y ha sido identificado por un carácter pragmático y ambicioso en lo económico. Entre su patrimonio se pueden encontrar palacios, coches de lujo, y todo tipo de bienes materiales.

El monarca cuenta con 12 palacios y más de 1000 sirvientes por un precio de un millón de euros al día. En Rabat, la capital del país, se encuentra el edificio más grande y suntuoso en el que Mohamed VI recibe a los jefes de estado de todo el mundo. Y es que el hijo de Hassan II, junto al resto de los miembros de la realeza marroquí, se beneficia de los 250 millones de euros que el país destina a la familia real. Su riqueza se sitúa por encima de la de la reina de Inglaterra Isabel II o la de Alberto de Mónaco.

Además, en la ciudad de Marrakech es dueño del que se considera el hotel más lujoso del mundo, el Royal Mansour. Situado en una de las zonas más emblemáticas de la ciudad, es atendido por 500 empleados y dispone estancias privadas con una superficie de más de 850 metros cuadrados, al igual que un spa de 1.500 metros cuadrados de mármol blanco.

También el Badis I -uno de los yates más grandes del mundo- es también propiedad de Mohamed VI. La embarcación de 70 metros de eslora está considerada como uno de los veleros más lujosos del mundo. Coches, relojes y aviones privados completan una lista multimillonaria que sitúa a Mohamed VI como uno de los hombres más ricos del mundo.

Mohamed y Felipe, una amistad en crisis

La relación entre las casas reales de Marruecos y España fue muy estrecha durante el reinado de Juan Carlos de Borbón, quien prometió al padre de Mohamed VI, Hassan II, cuidar a su hijo tras su muerte. Mohamed VI accedió al trono en 1999 y Felipe VI hizo lo propio en 2014.

Ese mismo año, el monarca español visitó a su homólogo y aunque todo parecía indicar que la relación entre ambos sería tan estrecha como la de sus antecesores, todo se torció cuando Mohamed VI fue retenido por la Guardia Civil tras confundirlo con un narcotraficante en aguas de Ceuta mientras paseaba con su moto acuática.

El rey marroquí llamó, entre otros, a Felipe VI para quejarse de la interceptación de su flotilla. Cinco días después, se produjo la mayor avalancha de inmigrantes en las costas españolas hasta este año, casi mil personas en un solo día.

A partir de ahí ya no se produjeron más visitas oficiales ni encuentros reales. Eso sí, afirman que la relación entre ellos sigue siendo cordial y privada (Mohamed felicitó a Felipe por su último cumpleaños) pero nada que ver con aquellos dos hombres que en su día se llamaron “hermanos”.