Víctima colateral
Sofia, la novia rusa del periodista detenido por Lukashenko que “estaba en el lugar equivocado”
La joven de 23 años está detenida en Minsk y ha confesado en un vídeo haber difundido datos personales de policías durante las protestas de 2020
Sofia Sapega no tuvo tiempo de reaccionar. La novia rusa del periodista Roman Protasevich viajaba en el mismo avión que fue desviado por las autoridades de Bielorrusia con el propósito de detener al bloguero, acusado de actividades extremistas por su papel en las protestas de 2020 contra el presidente Alexander Lukashenko. “Mama”, fue el único mensaje que envió la joven al móvil de su madre antes de que fuera arrestada al llegar al aeropuerto de Minsk, donde un avión de pasajeros Ryanair con más de 120 personas a bordo fue forzado a aterrizar el pasado domingo.
Sofía es asesora de la opositora bielorrusa Sviatlana Tsikhanouskaya, una activista de derechos humanos que se postuló como candidata principal de la oposición a las elecciones presidenciales de 2020 en Bielorrusia. Aunque es rusa, Sofia vive en Vilna, capital de Lituania, y estudia en la Universidad Europea de Humanidades (EHU) en la Facultad de Derecho Internacional. Conoció a Roman hace unos seis meses y juntos se habían ido a Grecia de vacaciones. Desde Atenas pusieron rumbo a Vilna en un avión que cruzó el espacio aéreo de Bielorrusia. Lukashenko no dejó pasar la ocasión para detener a una de las voces del periodismo más críticas contra su Gobierno.
Al igual que hicieron con su novio, las autoridades bielorrusas han difundido un vídeo con una confesión de la joven que, según la oposición, parece forzado bajo coacción. En la grabación, Sofia asegura que era editora de un canal de Telegram llamado ‘Libro negro de Bielorrusia’ en el que se han publicado los datos personales de agentes de policía que participaron en la represión de las protestas en agosto del año pasado, lo que según AP está considerado un crimen en Bielorrusia.
La táctica de publicar los nombres de los agentes en Telegram genera mucha inquietud entre los funcionarios de policía ya que temen ser objeto de sanciones internacionales, tal y como señala Franak Viacorka, asesor de la líder opositora Tsikhanouskaya. Telegram fue una de las principales plataformas digitales usadas por la oposición para movilizar a la población en contra del presidente Lukashenko, acusado de cometer fraude electoral para ganar las elecciones presidenciales.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo en un comunicado que Sapega podría enfrentar cargos penales en virtud de varios artículos del código penal bielorruso. La opositora Sviatlana Tsikhanouskaya indicó en Twitter que Sapega parecía estar bajo presión psicológica. Franak Viacorka añadió que la confesión de Sapega parecía haber sido hecha bajo coacción. “Es culpable de ser amiga de Roman. Y la obligaron a confesar crímenes que no cometió”, escribió.
La agencia de noticias TASS ha informado de que las autoridades bielorrusas mantendrán a Sapega en un centro de detención preventiva durante dos meses. Su abogado, Aliaksandr Filanovich, ha dicho que está en el centro de detención de la KGB. La madre de la joven, Anna Dudich, contó a la agencia Reuters que su hija es inocente y simplemente estaba “en el lugar equivocado en el momento equivocado”.
La universidad de Vilna donde estudia Sofia ha pedido la inmediata liberación de la alumna y ha explicado que había sido detenida en Minsk en “condiciones infundadas e inventadas” mientras volaba de regreso para continuar con su tesis de postgrado.
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