Choque diplomático
Biden no aclara la postura sobre el Sáhara Occidental mientras habla con los actores implicados para decidir “el camino a seguir”
El presidente de EEUU ha mantenido hasta ahora la política de Trump hacia Marruecos reconociendo la soberanía de Rabat sobre el territorio en disputa
El Gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, sigue sin aclarar cuál es su postura sobre el Sáhara Occidental y dice que está consultando con los actores internacionales implicados para decidir cuál es el “mejor camino a seguir”. “Estamos haciendo consultas con las partes sobre el mejor camino a seguir y no tenemos nada más que anunciar”, dijo un portavoz del Departamento de Estado cuando Efe preguntó si podía aclarar la postura de Biden sobre el Sáhara Occidental a raíz del anuncio del presidente del Gobierno marroquí, Saadedín Otmani.
En concreto, este domingo, Otmani dijo que una parte de las maniobras militares entre Marruecos y Estados Unidos, conocidas como “African Lion 21” y una de las más importantes del continente africano, se realizará “por primera vez en el Sáhara Occidental” a partir del 7 de junio.
Preguntados por Efe, ni el Departamento de Estado ni el Pentágono hicieron ningún comentario sobre esas maniobras y el significado que puedan tener en el proceso de deliberación de Biden.
Hasta ahora, el Gobierno de Biden se ha negado aclarar si mantendrá el acuerdo de su antecesor, Donald Trump, con el que Washington reconoció la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental a cambio de una normalización de relaciones con Israel.
La línea oficial de la Administración es que “no se ha tomado ninguna decisión” y se está realizando una revisión de la política de Washington hacia esa parte del mundo, como se ha hecho con Corea del Norte y se está haciendo con Cuba.
Hace dos semana, el portavoz del departamento de Estado, Ned Price, destacó la importancia de la sólida asociación bilateral y el papel clave de Marruecos en el fomento de la estabilidad en la región». Ni una sola mención, ni una palabra, al conflicto desatado por la relajación de las fronteras con España y la llegada masiva de inmigrantes indocumentados.
La revista Axios informó el pasado 30 de abril de una llamada telefónica del Gobierno de Estados Unidos a sus homólogos en Marruecos. Sirvió, entre otras cosas, para explicar que el presidente, Joe Biden, no tiene intención de revertir el reconocimiento de la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara. Donald Trump apostó a cambio de que Marruecos estableciera relaciones diplomáticas con Israel, cosa que hizo, en la estela de Emiratos Árabes, Bahrein y Sudán. Quid pro quo. Llegados a este punto, y con Washington muy presionado por los acontecimientos en Gaza, nada más ajeno a su intención que desestabilizar las alianzas del socio israelí.
Igual que en el caso de China, Biden parece decidido a aprovechar algunas de las innovaciones de Trump en materia exterior; incluso a pesar de que moleste al ala izquierda de su partido.
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