Crisis diplomática
La Eurocámara condena la utilización de los menores como “presión política” por parte de Marruecos
La resolución subraya que Ceuta es una frontera exterior europea. El texto ha sido refrendado por una amplia mayoría de 397 votos a favor, 85 en contra y 196 abstenciones.
EEl Parlamento Europeo ha aprobado hoy una dura resolución en la que rechaza el uso de Marruecos de la gestión de las fronteras como “presión política contra un Estado miembro de la UE” y “deplora en particular la utilización de niños no acompañados y familias en el cruce masivo de la frontera desde Marruecos a la ciudad española de Ceuta, lo que puso en claro riesgo sus vidas y seguridad “.
El texto también lamenta las implicaciones diplomáticas de lo sucedido que “no deberían minar las relaciones de vecindad estratégicas y multidimensionales entre el Reino de Marruecos, la Unión Europea y sus Estados miembros” en ámbitos como el tráfico de personas o la lucha antiterrorista. Además, la resolución recuerda que “Ceuta es una frontera exterior europea cuya protección y seguridad concierne a toda la Unión Europea en su conjunto y da la bienvenida a la pronta reacción de Frontex ( la agencia europea de fronteras) al ofrecer sus recursos al Gobierno español”.
El texto ha sido refrendado por una amplia mayoría de 397 votos a favor, 85 en contra y 196 abstenciones.
España ya recibió el apoyo de la plana mayor de las autoridades comunitarias tras lo sucedido, a pesar de el Gobierno español rehusó la utilización de los medios de la agencia europea, al considerar que la situación ya estaba bajo control tras el despliegue del ejército.
Esta resolución se ha convertido en el primer texto de este tipo aprobado desde 1997 en relación a Marruecos por parte de la Eurocámara y sus promotor, el eurodiputado de Ciudadanos, Jordi Cañas subraya haber sufrido presiones “brutales” para que no viera la luz. Antes de la aprobación de este documento, ha tenido lugar un debate en el hemiciclo en el que palabras como “chantaje” han sido constantemente repetidas por casi todos los eurodiputados españoles. “A los niños no se les lanza al mar para hacer política”, ha asegurado el eurodiputado de la formación naranja.
“Ceuta y Melilla son parte fundamental de España desde hace siglos y por tanto forman parte de la UE, por eso los problemas de Ceuta y Melilla son europeos y sus fronteras son fronteras de toda la Unión” ha recordado el eurodiputado del Partido Popular, Juan Ignacio Zoido. “Lo sucedido en Ceuta el 17 de mayo no ha sido una crisis migratoria, ha sido una situación con componentes políticos y diplomáticos en una frontera exterior Europea” ha destacado también el socialista Juan Fernando López Aguilar.
Antes de la aprobación de este documento por parte del hemiciclo europeo, el máximo responsable de la diplomacia marroquí, Naser Burita cargó ayer contra el Gobierno español por haber intentado “europeizar una crisis que es bilateral” y subrayó que no se puede dar por terminada la crisis con la salida del territorio español el pasado 1 de junio del líder saharaui Bahim Ghali tras ser tratado en un hospital de Logroño (La Rioja). El Gobierno siempre justificó el traslado, con un nombre falso, por “razones humanitarias
A pesar de estas críticas sin paños calientes, las cuatro principales formaciones de la Eurocámara que negociaron este texto abogan por reconducir la situación debido a la importancia estratégica del reino alauita tanto para España como para el conjunto de la UE. Nuestro país ha sido tradicionalmente el más firme aliado de Marruecos dentro del club europeo y en los último años se ha convertido en el mediador privilegiado entre Bruselas y Rabat en el ámbito migratorio.
En parte gracias a las gestiones españolas, el reino alauita consiguió en 2018, 140 millones de euros de dinero comunitario para la gestión de fronteras y actualmente se están negociando las partidas de un nuevo instrumento de vecindad dentro de nuevo marco presupuestario 2021-27 del que Marruecos puede salir muy beneficiado, si no juega con fuego. Actualmente es el segundo país tan sólo por detrás de Turquía en recibir más fondos para controlar los flujos ilegales de personas.
Dentro de las voces discrepantes, Vox ha votado en contra del texto ya que cree que la UE debería romper todo colaboración con Marruecos y la independentista Clara Ponsatí dedicó su intervención a criticar “la violencia” con la que la policía española trató a los inmigrantes que llegaban a Ceuta.
El texto también se felicita por el decisión de las autoridades marroquíes de facilitar el re-ingreso en su territorio de todos los menores no acompañados y reitera que la postura europea sobre el Sahara está basada en la legalidad internacional.
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