Precampaña en Alemania

El sucesor de Merkel promete proteger el medio ambiente sin dañar la economía

Armin Laschet presenta su programa electoral junto a Söder en un intento de recuperar la unidad perdida del bloque conservador alemán

El líder de la CDU, Armin Laschet, presenta el programa electoral de la Unión junto al presidente bávaro y líder de la CSU, Markus Söder
El líder de la CDU, Armin Laschet, presenta el programa electoral de la Unión junto al presidente bávaro y líder de la CSU, Markus SöderFILIP SINGER/ POOLEFE

El candidato conservador a la Cancillería alemana, el centrista Armin Laschet, presentó hoy el programa con el que aspira a suceder a su correligionaria Angela Merkel con la promesa de que no habrá subidas de impuestos, se impulsará la economía y se luchará por una Europa “más eficiente”.

“Estábamos ya ante un cambio de época en el ámbito digital, climático y demográfico, a lo que se sumó la pandemia”, afirmó Laschet, líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), en una comparecencia junto a su homólogo de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), Markus Söder.

Las medidas articuladas para paliar los efectos de la pandemia en trabajadores autónomos, pequeña, mediana o gran industria derivarán en un “enorme endeudamiento”, admitió Laschet. Pero Alemania volverá a la senda del déficit cero “en cuanto sea posible”, apuntó Söder.

Se logrará “impulsando el crecimiento económico” y sin un aumento de cargas fiscales, prometió Laschet, cuyo programa, contenido en 140 páginas, fue consensuado el domingo entre ambas formaciones.

Ya ayer hubo una primera exhibición de ambos líderes, entrando hermanados a la negociación. Este lunes repitieron escenografía, en una comparecencia destinada a mostrar cohesión, tras el duro pulso entre ambos por la candidatura unitaria del bloque.

“Defendemos juntos una Alemania moderna”, en que la defensa climática sea “compatible con la viabilidad económica”, indicó Laschet, en alusión a Los Verdes, el partido que pretende alcanzar la Cancillería en las elecciones generales del próximo 26 de septiembre.

“El vuelo de los verdes pasó”, sentenció el bávaro Söder, que de acuerdo a lo habitual utilizó un lenguaje más incisivo que el de Laschet, aunque el mensaje fuera el mismo.

Los Verdes se dispararon a la primera posición en los sondeos con la designación de su líder, Annalena Baerbock, como candidata. Fue en marzo, mientras Laschet y Söder mantenían su pulso por la candidatura.

El bloque conservador recuperó luego el liderazgo en los sondeos, con ocho puntos de ventaja sobre Baerbock. Ello se debe, según Söder, a que “tenemos un buen candidato” y a los “errores de Los Verdes”.

Entre tales errores no incluye el líder bávaro los deslices cometidos por Baerbock -se revelaron una serie de imprecisiones en su curriculum, muy amplificadas en los medios-. “Los errores personales no son su problema más grave. Lo es que los alemanes desconfían de Los Verdes y de su falta de experiencia”, sostuvo Söder.

Los Verdes son, a ojos conservadores, el partido de la “sobreregulación” y de las nuevas cargas fiscales, puesto que de otro modo sus propuestas no serían viables, según Laschet. “Modernizar no significa regularizar más, sino ser más eficientes”, sostiene el líder de la CDU.

Esta receta debe aplicarse tanto a escala alemana como europea -la Unión Europea (UE) precisa “una mayor armonización para ganar en eficiencia”, afirmó Laschet, para quien solo así se logrará “hacer frente” a China.

El objetivo debe ser “reforzar a la industria alemana y, a la vez, defender el medioambiente”, añadió el aspirante a la Cancillería representante, dentro de la familia conservadora, de la línea centrista de Merkel.

“Se puede hacer política verde sin ser de Los Verdes”, resumió Söder, de nuevo más directo que el líder que ganó la candidatura común, representante del partido mayor dentro del bloque.

El programa de la CDU/CSU deja muchas incógnitas sobre la viabilidad financiera de sus propósitos. Algo parecido le ocurre al aprobado por Los Verdes, que promete una defensa climática más ambiciosa, pero no desde perspectivas rupturistas sino a través de un “pacto con la industria”, en palabras de Baerbock.

Conservadores y verdes tratan de marcar las diferencias, pero sin entrar en la descalificación. Pueden verse abocados a una coalición tras las generales de septiembre. La otra opción es un tripartito liderado por los ecologistas, tal vez con socialdemócratas y liberales -en tercera y cuarta posición en los sondeos-.

Es un pulso entre formaciones que ya son aliadas a escala regional -aunque solo en un caso bajo liderazgo verde, en Baden-Württemberg, en el sur del país-.

Nada que hablar con la ultraderecha

Los conservadores se presentan, además, como única formación capaz de actuar de cortafuegos frente a la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), partido especialmente fuerte en el este, donde Los Verdes son minoritarios.

“Nuestro propósito es hacer de la AfD un partido tan pequeño como sea posible”, enfatizó Laschet, quien rechaza toda colaboración, diálogo o alianza con la ultraderecha, de acuerdo a la resolución aprobada por la CDU en dos congresos federales.