Escalada

Máxima tensión entre Londres y Moscú por el destructor británico en aguas de Crimea

El Gobierno británico insiste en que sus buques de guerra continuarán navegando en aguas ucranianas

El Gobierno de Boris Johnson recalcó que Reino Unido está dispuesto a que sus barcos de guerra continúen navegando por aguas próximas a Crimea, tras el incidente protagonizado con la Armada del Kremlin en el mar Negro, un episodio que ha puesto de relieve la enemistad que existe entre Londres y Moscú. No en vano, en su última revisión de su política militar y exterior, Downing Street describió a Rusia como la mayor amenaza de seguridad a la que se enfrenta

Los hechos tuvieron lugar el miércoles en una zona especialmente delicada y, desde entonces, la tensión diplomática ha ido creciendo. Moscú asegura que un caza realizó un bombardeo de advertencia en la ruta de un destructor de la Armada británica, “HMS Defender”, después de que se introdujera en lo que considera sus aguas territoriales, una “incursión” que califica de “provocación deliberada y preparada”.

Downing Street, sin embargo, niega que se produjera disparo alguno de advertencia y matiza que el barco se encontraba navegando en aguas ucranianas, antes de describir la operación como un “paso rutinario por un corredor internacionalmente reconocido”.

La cuestión es que, mientras Moscú considera rusa la franja del mar que rodea a la península de Crimea, cuya anexión en 2014 no ha sido reconocida a nivel internacional, Reino Unido estima que pertenece a Ucrania.

El ministro de Medio Ambiente, George Eustice, insistió ayer en que no hubo disparos rusos de advertencia, pero admitió que sí había “ejercicios de artillería” en la zona. “En virtud del derecho internacional, uno puede tomar la ruta más cercana, más rápida de un punto a otro. El ‘HMS Defender’ estaba pasando por aguas ucranianas, creo que hacia Georgia, y esa era la ruta lógica para tomar”, agregó en una entrevista a Sky.

“Esto es algo muy normal (...). Lo que realmente estaba pasando es que los rusos estaban haciendo un ejercicio de artillería, habían dado un previo aviso, suelen hacerlo en esa zona”, añadió.

Al ser preguntado sobre si la Royal Navy (Marina) volvería a utilizar esa ruta, el ministro contestó: “Por supuesto que sí”, y agregó que “nunca hemos aceptado la anexión de Crimea”.

Por su parte, Rusia ha advertido hoy a Londres contra nuevas “provocaciones” y adelantó que no tardará en responder. “Nosotros apelamos al sentido común y al respeto del derecho internacional, pero si eso no ayuda podemos disparar”, dijo el viceministro de Exteriores ruso, Sergei Riabkov a la agencia Interfax.

Riabkov insistió en que la integridad territorial de Rusia es inviolable y el país defenderá sus fronteras por todos los métodos posibles, “diplomáticos, políticos, o, en caso de necesidad, también militares”. El diplomático también advirtió a aquellos que pretenden violar la frontera de Rusia bajo el pretexto de “libre navegación marítima”. El incidente con el destructor británico, según Riabkov, es “muy grave” y semejantes actos en el futuro pueden acarrear consecuencias muy serias para los que planean estos incidentes y luego tratan de llevarlos a cabo.

También el comandante en jefe de la Armada rusa, Nikolai Evmenov, calificó ayer el episodio de una “burda provocación” y violación de todos los derechos internacionales. “La parte británica debe llevar a cabo una investigación exhaustiva y emitir un veredicto sobre la actuación del capitán (del destructor)”, dijo.

¿Qué ha dicho Putin?

“Creemos que el destructor británico ha incurrido en una provocación. Es más, lamentamos que fuese una provocación deliberada y preparada”, indicó el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, en su rueda de prensa diaria.

La Presidencia rusa no había comentado hasta ahora el incidente con el buque británico que incursionó ayer en aguas próximas a la península de Crimea, que Moscú considera su territorio, pese a la falta de reconocimiento internacional.

Peskov fue preguntado hoy por los periodistas en tres ocasiones sobre la aproximación del buque de guerra británico a Crimea que obligó a las fuerzas rusas a disparar salvas de aviso al destructor.

“Los guardias de fronteras rusos y sus fuerzas armadas continuarán actuando de forma ‘firme’ ante semejantes provocaciones, siguiendo a rajatabla el derecho internacional”, indicó Peskov, quien no descartó ningún “escenario” si las acciones de la parte contraria “llegan muy lejos”.