América Latina

Dos fusiles AK-47 para derribar el helicóptero Black Hawk del presidente colombiano Iván Duque

El mandatario, que sale ileso, ha detallado que el ataque se produjo cuando la aeronave procedía a aterrizar en el aeropuerto de Cúcuta

Un helicóptero en el que viajaba el presidente de Colombia, Iván Duque, ha sido atacado a tiros este viernes en la ciudad colombiana de Cúcuta, en el departamento de Norte de Santander. Duque ha informado de los hechos, en un vídeo en directo a través del perfil de Twitter de la Presidencia de Colombia.

Dos fusiles de alto calibre habrían sido utilizados para atentar contra el presidente de Colombia cuando iba a bordo del helicóptero presidencial, durante la tarde del viernes en el aeropuerto de Cúcuta, población fronteriza con Venezuela. La Policía Nacional halló el armamento en el barrio La Conquista, cercano al aeródromo, desde donde provinieron los disparos, a 1,2 kilómetros de la pista del aeropuerto Camilo Daza.

El director general de la Policía Nacional, Jorge Luis Vargas reveló que un equipo de búsqueda de la institución se desplegó en el lugar donde encontraron un AK-47 (como los usados por grupos guerrilleros) y un FAL 7-62, este último con marcas de las Fuerzas Armadas de Venezuela.

Según las autoridades ese fue el equipo utilizado para disparar contra el helicóptero Sikorsky UH-60 Black Hawk de la Fuerza Aérea (FAC) que trasladaba a Duque junto a los ministros de Interior y Defensa, Diego Molano y Diego Palacios, además del gobernador del departamento Norte de Santander, Silvano Serrano, cuando estaban por aterrizar en el aeropuerto Camilo Daza de Cúcuta.

Detalle de las marcas que han dejado los disparos en el helicóptero de Iván Duque
Detalle de las marcas que han dejado los disparos en el helicóptero de Iván DuqueCesar Carrion / Presidency of CoEFE

La comitiva regresaba de una visita oficial en el municipio de Sardinata una de las zonas con más narcocultivos del país y donde disidentes de las guerrillas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), militantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y otros grupos armados se disputan las rentas del narcotráfico y el control del territorio que soporta desde hace años altísimos niveles de delincuencia y violencia. Lo ocurrido en Cúcuta podría tratarse de una venganza de narcotraficantes y también una reacción a la extradición de cuatro guerrilleros del ELN a Estados Unidos.

Según el relato de los ocupantes del aparato, cuando estaban a punto de aterrizar sintieron “un ruido como si un destornillador se hubiera metido en el motor de la aeronave”. La tripulación, oficiales de la FAC, emitieron entonces la señal de alerta por ataque y avisaron al presidente Duque. A pesar de la emergencia, el aterrizaje pudo concluir satisfactoriamente, con toda la tripulación y los pasajeros ilesos.

El helicóptero recibió seis impactos de bala fácilmente visibles desde el exterior. Los disparos alcanzaron las palas (hélices) del rotor, cercano a uno de los dos motores, y también cerca de la transmisión del rotor de cola. A raíz del suceso, se adelantó la salida del presidente del territorio y su regreso a Bogotá. Duque, protegido por su escolta presidencial, inspeccionó los daños a la aeronave junto a la prensa.

Recompensa millonaria

Quienes atentaron contra Duque al parecer sabían que iba a bordo del helicóptero gris y no en cualquiera de los otros dos aparatos que cumplían la misión de escolta y que no fueron atacados. Es más, las investigaciones buscan determinar si se trató de la acción de un francotirador, visto el lugar donde se produjeron los impactos de bala que dan a entender que no se trató de un ataque de oportunidad sino de algo planificado para derribar la aeronave.

No se descarta que, cuando el presidente salió de Sardinata, desde ese municipio se le informara al delincuente en Cúcuta cuál era la nave abordada por el primer mandatario. Son elementos que están en manos de los investigadores que revisan si hubo fallas en el esquema de seguridad, analizan el perímetro militar alrededor del aeropuerto de Cúcuta, y han comenzado a investigaciones en Sardinata también.

Entre las particularidades del caso está lo que aparentemente fue una ausencia o una falla en el perímetro de seguridad alrededor del Camilo Daza. Ese aeropuerto está rodeado por algunas zonas de invasión en las que tradicionalmente las condiciones de seguridad han sido precarias y donde la presencia de milicias, especialmente del ELN, es frecuente. Allí el procedimiento habitual es desplegar Fuerza Pública por los alrededores y usar inhibidores de señal de celular para bloquear las llamadas en las zonas cercanas a donde estará el mandatario o activación de cargas explosivas a control remoto.

El gobierno nacional de Colombia anunció una recompensa de hasta 3.000 millones de pesos (unos 670 mil euros) para quien suministre información que conduzca a esclarecer lo sucedido. El ministro de la Defensa, Diego Molano, dijo: “Convocamos a la nación entera a una lucha decidida contra el terrorismo. Solo la unión de la nación colombiana con su fuerza pública permitirá derrotarlo”.

Iván Duque en la mira

En enero de 2019, en Valledupar, las autoridades detectaron un plan violento que resultó en capturas e incautación de fusiles, antes de que el primer mandatario cumpliera un compromiso. También en mayo de 2019 la fiscalía general advirtió de un plan con francotiradores para disparar contra Duque en un visita a la región del Cauca.

Más adelante, las autoridades informaron sobre la ubicación de dos ciudadanos, un ruso y otro israelí, en territorio colombiano que supuestamente preparaban un atentado. Al ubicarse la información en la prensa, los presuntos mercenarios huyeron a Venezuela.

La revista Semana publicó que durante el paro nacional de 2021, el jefe de Estado supone que para su visita a Cali se preparaba una asonada que consistía en cercar la caravana presidencial, inmovilizar los vehículos y secuestrar al mandatario. El viaje entonces se hizo sin anuncio oficial y de madrugada.

Al principio del gobierno, la inteligencia habría detectado un plan para atentar contra Duque con una persona cargada de explosivos que lo abordaría cuerpo a cuerpo en uno de sus viajes.