Escándalo en Reino Unido

Matt Hancock, el ministro de Sanidad caído en desgracia por una aventura prohibida

La imagen con su excompañera no solo ha provocado un escándalo en el Reino Unido porque ambos están casados, sino porque iba en contra de las normas de distancia social contra la pandemia

Hancock llevaba varias semanas en el centro de una agria confrontación con Dominic Cummings, antiguo asesor todopoderoso de Johnson, por unos mensajes en los que le llamaban "jodido inútil". AP
Hancock llevaba varias semanas en el centro de una agria confrontación con Dominic Cummings, antiguo asesor todopoderoso de Johnson, por unos mensajes en los que le llamaban "jodido inútil". APMatt DunhamAgencia AP

La meteórica carrera política de Matt Hancock, que llegó a ministro de Sanidad británico con 40 años recién cumplidos, dio un vuelco esta semana cuando un tabloide aireó en portada una fotografía en la que abraza y besa a Gina Coladangelo, antigua compañera de universidad a la que contrató como ayudante.

La imagen no solo ha provocado un escándalo en el Reino Unido porque ambos están casados y tienen tres hijos cada uno, sino porque ese abrazo furtivo en la oficina, captado el 6 de mayo, aparentemente por una cámara de seguridad, iba en contra de las normas de distancia social contra la pandemia que el mismo Hancock había diseñado.

Su dimisión este sábado ha obligado al primer ministro británico, Boris Johnson, a nombrar a un nuevo responsable de la lucha contra el coronavirus en un momento en el que los contagios se han vuelto a disparar y la variante delta, más transmisible, se ha hecho prevalente en el país.

El elegido es Sajid Javid, un político con amplia experiencia que ha gestionado ya seis ministerios, entre ellos los de Economía (2019-2020) e Interior (2018-2019).

Guerra abierta con Dominic Cummings

Hancock llevaba varias semanas en el centro de una agria confrontación con Dominic Cummings, antiguo asesor todopoderoso de Johnson, que abandonó Downing Street hace pocos meses tras quedar relegado en una lucha de poder interna.

Desde entonces, Cummings ha criticado con dureza a Hancock, a quien acusó ante una comisión parlamentaria de haber "mentido a todo el mundo en múltiples ocasiones" durante su gestión de la pandemia y esgrimió que debería haber sido despedido por el primer ministro.

Los ataques habían subido de nivel la semana pasada, cuando el exasesor publicó una captura de pantalla con un mensaje de texto escrito por Johnson en el que dice de su propio ministro que es un “jodido inútil”.

Reencuentro con una compañera de la Universidad

Hancock estudió Política, Filosofía y Economía en la Universidad de Oxford, un prestigioso grado interdisciplinario que han cursado muchas de las personas que se mueven en los círculos de poder del Reino Unido.

Allí conoció a Coladangelo, con la que trabajó en una emisora de radio estudiantil. Ella era locutora de informativos y él cubría los deportes.

Al terminar sus estudios, Hancock trabajó como economista en el Banco de Inglaterra y más tarde a las órdenes del entonces diputado conservador en la oposición George Osborne, que en 2010 llegaría a ser el ministro de Economía de David Cameron.

En las mismas elecciones que llevaron a Osborne al número 11 de Downing Street, Hancock logró un escaño como diputado por West Suffolk, en el este de Inglaterra, y en solo ocho años ya ocupaba la cartera de Sanidad, tras un breve paso por Cultura.

Años antes de comenzar su carrera política casó con Martha Hoyer, otra de sus compañeras en la radio universitaria de Oxford, descendiente de una familia aristocrática, que más tarde se dedicó a la osteopatía.

Coladangelo, por su parte, contrajo matrimonio con Oliver Tress, fundador de la empresa de moda y hogar Oliver Bonas.

Al estallar la pandemia de coronavirus, Hancock enroló a Coladangelo en su departamento como ayudante sin sueldo para ayudarle a gestionar la crisis y la elevó a directora no ejecutiva de Sanidad en septiembre, un cargo que ahora ha abandonado.

Polémicos contratos públicos

Diversas controversias han perseguido a Hancock en los últimos tiempos. Una de ellas es un polémico contrato concedido por la sanidad pública a une empresa gestionada por la hermana del ministro, en la que él mismo tenía una participación del 20 %.

Un informe encargado por el Gobierno consideró en mayo una “infracción técnica leve” que Hancock no hubiera declarado que poseía esas acciones antes de que la firma Topwood Ltd fuera aprobada como proveedora de la sanidad inglesa y lograra un contrato de 300.000 libras (350.000 euros) con el sistema de salud de Gales. EFE