Libertad de expresión

El Supremo neerlandés confirma la condena a Wilders por insultar a marroquíes

La sentencia asegura que los comentarios de un político “no deben incitar a la intolerancia” contra una parte de la población

El líder xenófobo holandés, Geert Wilders, denuncia una "caza de brujas" tras la sentencia
El líder xenófobo holandés, Geert Wilders, denuncia una "caza de brujas" tras la sentenciaBart MaatEFE

El Tribunal Supremo neerlandés confirmó este martes una sentencia que condena al político ultraderecha Geert Wilders por “insulto” y lo absuelve de los delitos de incitación al odio y la discriminación por su llamamiento a tener “menos marroquíes” en Países Bajos, en unas declaraciones que hizo en la campaña electoral de 2014.

Este fallo es definitivo y considera que Wilders fue “demasiado lejos” con sus declaraciones en público, en una cafetería de La Haya, llamando a gritos a la presencia de “menos marroquíes” en el país, y subrayó que esos comentarios fueron “innecesariamente ofensivos” para todos los ciudadanos neerlandeses de origen marroquí.

“Los insultos grupales están prohibidos por el Código Penal. Un político también debe adherirse a los principios básicos del Estado de derecho”, consideró el tribunal.

El 19 de marzo de 2014, en la noche de las elecciones municipales, el líder del Partido por la Libertad (PVV) preguntó a la audiencia si quería “¿más o menos marroquíes?” en Países Bajos, a lo que todos contestaron a gritos “¡Menos! ¡Menos!”, respuesta que el populista holandés terminó con una promesa: “Entonces, lo haremos posible”.

El Supremo entendió que se pueden hacer declaraciones provocativas, pero estas “no deben incitar a la intolerancia” contra una parte de la población neerlandesa, lo que hace que el derecho a la libertad de expresión de un político no excluya que pueda ser condenado por sus comentarios.

Este tribunal, al igual que el de Apelaciones en 2020, no impone ninguna multa, ni pena de algún tipo, al político neerlandés, y consideran la sentencia una especie de llamada de atención y una condena a sus declaraciones.

A pesar de no haber un castigo penal, fue el propio Wilders quien apeló el fallo anterior. Argumentó que se le había sometido a un juicio político y calificó a Países Bajos de “país corrupto” porque “los marroquíes que incendian ciudades y barrios suelen salirse con la suya”, mientras que a él se le condena por sus afirmaciones, según sus propias palabras.

Sobre la sentencia hoy del Supremo, Wilders consideró que “el veredicto es una vergüenza para el Estado constitucional neerlandés” y calificó este juicio de una “caza de brujas” contra él.

“Si te llaman Akwasi (un rapero neerlandés) e incitas al odio te saldrás con la tuya. Si te llamas (Mark) Rutte y le mientes al Parlamento te saldrás con la tuya. Y si haces que la gente se arruine con un escándalo de ayudas (a las familias), te saldrás con la tuya. Pero si eres el líder del partido más grande de la oposición y dices la verdad, te condenan”, declaró Wilders, enumerando diferentes polémicas sucedidas este año en el país.

El ultraderechista anunció que ignorará esta sentencia y que no significa “nada, absolutamente nada” para él porque continuará hablando “en los siguientes encuentros como siempre” y no será “silenciado”.

La sentencia del Tribunal Supremo pone fin a uno de los casos más mediáticos de Países Bajos, que ha supuesto siete años de debates sobre los límites de la libertad de expresión entre los políticos.