Crisis política en Suecia

Löfven recupera la confianza del Parlamento sueco para formar Gobierno

El líder socialdemócrata dimitió tras perder el 21 de junio una histórica moción de censura que unió en su contra a la derecha y a los ex comunistas

Un sonriente Stefan Löfven tras ser reelegido primer ministro de Suecia
Un sonriente Stefan Löfven tras ser reelegido primer ministro de SueciaChristine OlssonEFE

El Parlamento sueco, el «Riksdag», respaldó esta tarde al primer ministro interino, Stefan Löfven, para que encabece un nuevo Gobierno dos semanas después de perder una moción de censura. Löfven logró el apoyo (socialdemócratas y verdes) y la abstención (centristas y ex comunistas) de 176 diputados, uno más que los necesarios para superar la sesión de investidura, mientras que 173 votaron en contra (conservadores, democristianos, liberales y utraderecha). Una diputada liberal rompió la disciplina de voto y se abstuvo. En el sistema parlamentario sueco, las abstenciones cuentan, en la práctica, como votos favorables al candidato, al que solo le basta con tener más votos a favor que en contra.

El país nórdico pone fin de esta manera a una crisis política exprés de 16 días que amenazaba con derivar en la convocatoria de las primeras elecciones anticipadas desde 1956 y a un año del final de la legislatura.

«Asumo la tarea con determinación y respecto», prometió el líder socialdemócrata tras la votación, para asumir «la responsabilidad de resolver la situación política en la que se encuentra el país». «Sacaremos a Suecia de la crisis», aseguró Löfven.

En su discurso, el reelegido primer ministro no evitó criticar que «los conservadores votaron por derrocar al Gobierno sin tener un plan sobre cómo se gobernaría el país», para indicar que «tiraron la toalla» al no contar con apoyos suficientes en el Parlamento.

Para el aludido, el líder del Partido Moderado, Ulf Kristersson, el regreso de Löfven no traerá la estabilidad política a Suecia. «Estamos consiguiendo un Gobierno históricamente débil que tiene tan poco acuerdo sobre la política [con los partidos cuyo apoyo se necesita] que ni siquiera pueden presentar un presupuesto común», lamentó Kristersson, que fue el primero encargado por el presidente del Parlamento, Andreas Norlén, para buscar apoyos para formar Gobierno.

Ciertamente, el año que le resta de mandatos no será fácil para Löfven, que necesita el apoyo de dos socios parlamentarios incompatibles entre sí (centristas y ex comunistas) para sacar adelante este otoño los próximos Presupuestos. La negativa de la líder del Partido de Centro, Annie Lööf, de negociar con el Partido de la Izquierda podría conducir a la política sueca a un nuevo callejón sin salida. En caso de que las cuentas públicas no salgan adelante, Löfven amenaza con dimitir de nuevo. Löfven presentará su nuevo Gobierno el viernes, si bien no se esperan grandes cambios ni en su composición ni en su línea política.

El reelegido primer ministro dio un paso más hacia la formación de una coalición después de que el presidente de la Cámara anunciara que éste tenía suficiente respaldo para formar un Gabinete con sus socios verdes. El líder del Partido Socialdemócrata Sueco (SAP) informó a Norlén que podría encontrar el apoyo necesario en el «Riksdag», es decir 175 de los 349 escaños.

«Stefan Löfven tiene una solución que puede ser tolerada por el ‘Riksdag’», explicó Norlén en una conferencia de prensa el lunes. «Por lo tanto, lo nombraré candidato a primer ministro».

Löfven renunció como primer ministro el 28 de junio después de perder una histórica moción de censura una semana antes por culpa de una reforma del mercado del alquiler que buscaba paliar la endémica falta de viviendas en el país nórdico.

Desde 2014, encabeza un Gobierno minoritario formado por una coalición entre los socialdemócratas y Los Verdes que ha caminado en la cuerda floja. Sus reconocidas dotes de negociador han permitido a este sindicalista de 63 años sobrevivir desde entonces en un complejo panorama político marcado por la auge de los ultraderechistas Demócratas Suecos (SD), tercera fuerza del Parlamento con 62 diputados.

En lugar de convocar elecciones anticipadas, el primer ministro en funciones decidió abrir negociaciones con sus socios parlamentarios, que fueron supervisadas por el presidente del Parlamento. La sorpresiva decisión del Partido de Centro de retirar la ley para liberalizar los alquileres allanó el camino para que los ex comunistas volvieran a brindar su apoyo al Gobierno dos semanas después de sumar sus votos a la derecha y la extrema derecha para tumbar a Löfven en la moción de censura.