Israel

“Supone un bochorno para Bennett, pero también es una vergüenza para Netanyahu”

El Parlamento de Israel ha rechazado prorrogar la controvertida ley sobre reunificación de familias palestinas, lo que supone el primer gran revés para el nuevo “premier” Naftali Bennett

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Preguntamos a Guy Ziv, profesor de la Escuela de Servicio Internacional de la American University, sobre el primer gran revés para el primer ministro israelí, Naftali Bennett, en el Parlamento israelí. El autor de «Por qué los halcones se convierten en palomas: Simon Peres y el cambio de política exterior en Israel», explica que es preocupante para los simpatizantes del Gobierno de coalición, que la derrota en el Parlamento “se haya producido tan pronto. Esto deja de manifiesto que la oposición estaba unificada, mientras que el Gobierno israelí estaba dividido; y que esta coalición pende de un hilo”.

El primer ministro de Israel, Naftali Bennett, esperaba lograr un compromiso entre el partido de línea dura Yamina y el resto de los miembros de su heterogénea coalición. Sin embargo, Bennett sufrió una gran derrota en el Parlamento israelí. ¿Qué significa este revés para el nuevo primer ministro?

En realidad, ésta es una derrota para el nuevo primer ministro, Naftali Bennett, pero no creo que sea un desastre monumental para su Gobierno heterogéneo. Supone un bochorno para Bennett, pero también es una vergüenza para el ex primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. El líder de la oposición de otro modo habría apoyado la controvertida Ley de Ciudadanía.

¿Va a ser común durante los próximos años en Israel que en la «Knesset» el primer ministro israelí pierda las votaciones? ¿Será soportable para el país?

Las derrotas para el primer ministro ocurren, tal vez no con frecuencia, pero ocurren, con casi todos los primeros ministros de la historia del país. Lo preocupante aquí, desde la perspectiva de los partidarios del nuevo Gobierno israelí, es que se haya producido una derrota en el Parlamento tan pronto. Esto deja de manifiesto que la oposición estaba unificada, mientras que el Gobierno israelí estaba dividido; y que esta coalición pende de un hilo. Con lo sucedido se subraya la fragilidad de este Gobierno, que puede no durar mucho si hay más derrotas de este tipo en los asuntos más importantes.

El primer ministro israelí, Naftali Bennett, acusó ayer a sus rivales, incluido el ex primer ministro Benjamin Netanyahu, de elegir la «política mezquina» sobre el bienestar de la nación. En realidad, cuando Netanyahu estaba al frente, la ley se renovaba anualmente... ¿El ex primer ministro israelí está tratando de avergonzar a Bennett?

Netanyahu tiene un enfoque político sin límites. Antes de que Bennett asumiera como «premier» israelí, Netanyahu era partidario de esta ley. Por lo que ésta ha sido una maniobra muy cínica por su parte. Irónicamente, su partido, el conservador Likud, votó al unísono junto a los diputados árabes. Por lo general, esto lo convertiría en un punto sobre el que atacar.

Si nos centramos específicamente en la ley en sí de 2003, la polémica legislación que prohibía a los ciudadanos árabes extender la ciudadanía o los derechos de residencia a sus cónyuges de Cisjordania y la franja de Gaza, ¿qué supone el bloqueo de esta ley para Israel?

No está claro que haya cambios dramáticos en el futuro cercano, aunque imagino que veremos un aumento en las solicitudes de ciudadanía israelí para estos ciudadanos árabes afectados. Sin embargo, cabe recordar que no hay garantía alguna de que estas solicitudes sean aprobadas. Es posible que el Gobierno israelí presente una nueva votación para extender la Ley de Ciudadanía en el futuro cercano.