Elecciones

Pedro Castillo es proclamado presidente electo de Perú mes y medio después

El izquierdista logró imponerse a la derechista Keiko Fujimori, que aspiraba por tercera vez a la presidencia del país y cuyas denuncias por fraude dilataron el nombramiento de un ganador

Los meses de turbulencias electorales en Perú parecen haber llegado a su fin. El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) ha proclamado presidente electo de Perú a Pedro Castillo, profesor rural y candidato de la formación Perú Libre, en una ceremonia celebrada en Lima este lunes poco después de las siete de la tarde.

El tribunal electoral ha proclamado a Castillo nuevo presidente peruano tras desestimar por unanimidad horas antes los cinco recursos interpuestos por Keiko Fujimori, candidata del partido conservador Fuerza Perú e hija del expresidente encarcelado Alberto Fujimori, en los que denunciaba “robo de votos” y “fraude electoral” en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales celebradas el pasado 6 de junio. Pedro Castillo ha sido proclamado presidente con el 50,12% de votos válidos frente al 49,87% de apoyos obtenidos por la formación de Fujimori. Perú ha concluido se recuento electoral más largo en 40 años tras la revisión de las denuncias de fraude presentadas por la candidata derrotada, Keiko Fujimori.

Perú rubrica su viraje a la izquierda con la proclamación de Castillo mes y medio después de la cita con las urnas en las que el líder de 51 años fue proclamado vencedor provisional por un escaso margen de 44.000 votos. La hija del expresidente Alberto Fujimori, condenado a 25 años de cárcel por crímenes de lesa humanidad, ha venido denunciando un supuesto “fraude” en favor de Castillo a pesar de que los observadores de la OEA, Estados Unidos y la Unión Europea aseguraron que la votación fue limpia. Los recursos contra cinco actas electorales presentados por el fujimorismo han sido desestimados por falta de pruebas. La propuesta de Castillo es vista por la derecha peruana como un proyecto de izquierda radical, basado en ideas poco realistas o excesivamente transformadoras.

El presidente del Jurado Nacional Electoral, Jorge Salas Arenas, ha proclamado a Castillo nuevo presidente de Perú tras un largo recuento protagonizado por las denuncias de fraude del fujimorismo, la tensión política y las acusaciones cruzadas entre ambos bloques de falta de principios democráticos: “Esta misión está a punto de culminar. El Jurado Nacional de Elecciones, en cumplimiento de la Constitución y la ley tras consolidar los resultados del cómputo descentralizado de la votación de la elección presidencial, (…) contenidas las actas remitidas por los 60 jurados electorales especiales, proclama que la fórmula de candidatos presentada por la organización política Perú Libre es la ganadora de la elección de presidente y vicepresidente de la República en las elecciones generales 2021. En consecuencia, como presidente del Jurado Nacional de Elecciones en cumplimiento de la labor realizada por el tribunal de elecciones del Perú, proclamo presidente de la República a Don José Pedro Castillo Terrones y primera presidente de la República a Ercilia Boluarte Zegarra”.

Poco antes, la secretaria general del tribunal electoral anunciaba los resultados oficiales: “Partido Político Nacional Perú Libre cantidad de votos: 8.836.380 que equivale al 50,126% del porcentaje de votos válidos. Fuerza Popular: 8.792.117 que equivale al 49,874% de porcentaje de votos válidos. Total de votos: 17.628.497. Votos en blanco: 121.489. Votos nulos: 1.106.816. Total de votos emitidos: 18.856.802. Total de electores hábiles a nivel nacional: 25.287.954. Total de ciudadanos que votaron: 18.856.802. Proclamar ganadora de la proclamación de presidente y vicepresidentes de la República de las elecciones generales 2021 a la fórmula de candidatas presentadas por la organización política Partido Político Nacional Perú Libre”. El Jurado Nacional Electoral ha reivindicado “el poder que nuestra patria le ha confiado el año 31 en que nació impartiendo educación electoral”.

Castillo ha agradecido el apoyo del pueblo peruano a través de su cuenta de Twitter minutos después de su proclamación: “¡Gracias pueblo peruano por este histórico triunfo! Ha llegado el momento de llamar a todos los sectores de la sociedad para construir unidos, en este Bicentenario, un Perú inclusivo, un Perú justo, un Perú Libre. Sin discriminación y por los derechos y todos y todas. Convocamos a los pueblos afro, costeños, andinos y amazónicos, a la clase trabajadora y sus gremios, a las comunidades nativas, campesinas y a toda la sociedad para hacer de esta patria hermosa. Hoy, hermanas y hermanos, inicia una nueva etapa en nuestra historia”.

Fujimori acepta la derrota, pero insiste en el fraude

Tras ser desestimadas sus denuncias, Fujimori ha asumido los resultados este lunes “porque así lo manda la ley” pero ha insistido en su teoría de que se ha cometido un fraude electoral en declaraciones recogidas por el diario peruano La República: “Fuerza Popular ha accionado todos los recursos legales que le permitía la ley, mientras tanto los peruanos han visto que Perú Libre nos ha robado miles de votos el día de la elección”.

Un miembro tribunal ha cerrado el acto, abierto por un coro que cantaba a “la libertad de Perú”, instando al resto de candidatos a aceptar los resultados: “Esta proclamación será publicada en el portal electrónico institucional. Así mismo, la resolución que contiene información de la proclamación se publicará en el Diario Oficial peruano. Los personeros legales nacionales de las formaciones políticas participantes quedan invitados para suscribir digitalmente el acta de proclamación. Se les hará llegar el acta a sus correos electrónicos para que suscriban el acto los que desean hacerlo”.

El reto de gobernar un país polarizado

Castillo, un profesor de primaria sin apenas experiencia en la gestión pública, se enfrenta al reto de gobernar un país fuertemente polarizado. El fujimorismo le acusa de querer implantar una suerte de nuevo comunismo. Por su parte, los seguidores de Castillo recriminan el pasado de corrupción y problemas judiciales que arrastra la familia Fujimori y su formación política. Keiko Fujimori se enfrenta a una petición de la Fiscalía de 30 años y 10 meses de cárcel por lavado de activos entre otros delitos. La candidata supuestamente recibió donativos ilícitos de la constructora brasileña Odebrecht para su campaña presidencial de 2011 y generosas aportaciones de empresarios peruanos para sus campañas de 2011 y 2016. Keiko también fue derrotada en estas citas electorales. Fujimori ha cumplido dos periodos de prisión preventiva entre 2018 y 2020. Los jueces evitaron el pasado 21 de junio el regreso a la cárcel de Fujimori al desestimar un nuevo periodo de prisión preventiva solicitado por el Ministerio Público peruano.

La familia Fujimori genera enormes tensiones debido a que despierta fuerte simpatía y un gran rechazo en diferentes sectores de la sociedad peruana. El voto rural ha sido clave para la victoria de Castillo. Los fujimoristas defienden que el líder del clan familiar, Alberto Fujimori, derrotó a los rebeldes y sentó las bases para el crecimiento de la economía tras años de crisis e hiperinflación.

Sus detractores condenan el estilo autoritario del gobierno del expresidente en su década de gobierno entre 1990 y 2000. Alberto Fujimori ha sido acusado de cometer crímenes de Estado en su lucha contra los insurgentes maoístas de Sendero Luminoso que emprendieron una guerra contra las instituciones con la intención de tomar el poder por la fuerza. Sus críticos le recriminan los crímenes de lesa humanidad por los que cumple una pena de 25 años de prisión. La comisión del Congreso peruano que en 2002 investigó los casos de anticoncepción quirúrgica concluyó que 314.605 mujeres fueron esterilizadas en el marco del Programa Nacional de Planificación Familiar del gobierno de Alberto Fujimori.

La promesa sanitaria de Castillo

El nuevo presidente electo de Perú ha centrado su campaña en la mejora de los servicios públicos, especialmente la sanidad y la educación. Castillo prometió durante la campaña construir y fortalecer los establecimientos de salud de primer nivel. El profesor rural se comprometió a implantar 4.000 nuevos centros sanitarios. La tarea es titánica ya que el presupuesto para este proyecto se calcula que supone el doble de todo el presupuesto destinado a la salud por el Estado peruano. Se estima que solo el 3% de los centros de salud peruanos se encuentra en óptimas condiciones.

La proclamación supone el regreso de la izquierda al gobierno peruano tras varios lustros de gobiernos de corte conservador. Pedro Castillo sustituye a Francisco Sagasti, quién fue proclamado en noviembre. El presidente en funciones hasta la toma de posesión de Castillo fue nombrado en el cargo en un periodo convulso de la política peruana. Sagasti se convirtió en el tercer presidente de Perú en siete días. Los diputados destituyeron el pasado 9 de noviembre al exmandatario Martín Vizcarra.

Su sustituto, Manuel Merino, renunció seis días después ante las presiones de marchas masivas contra su nombramiento. Sagasti fue nombrado presidente tras la renuncia de Merino. Perú vivió las movilizaciones más multitudinarias de los últimos veinte años. Los manifestantes se oponían a que el Congreso hubiese agudizado la crisis política con la destitución de Vizcarra cuando la pandemia había provocado la peor caída de la economía del país andino en un siglo.

Las protestas mostraron la oposición de una gran parte de la población a la inestabilidad política generada por las decisiones del Congreso. Las marchas defendían que era más conveniente mantener a Vizcarra hasta que llegase un nuevo presidente electo. Castillo se enfrenta al reto de presidir un país fuertemente polarizado. El profesor procedente una familia campesina de Cajamarca, una ciudad del área montañosa del norte de Perú, asumirá el poder a principios de la semana que viene con el reto de fortalecer la sanidad, impulsar mejoras en educación, activar una economía en crisis, escuchar las demandas del Perú rural y rebajar la tensión política generada por los meses de campaña, las descalificaciones cruzadas y las acusaciones de fraude electoral.