Polémica
Hungría celebrará un referéndum sobre la ley que vincula homosexualidad con pederastia
El «premier» Viktor Orban afirma que la UE ha atacado a Hungría por la ley en defensa de los menores de edad
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, anunció este miércoles la celebración de un referéndum sobre la “protección infantil”, un eufemismo que prohíbe cualquier mención al colectivo LGTBI en cualquier tipo de material dedicado a menores de edad.
El pasado mes de junio el Parlamento de Hungría aprobó una ley que prohíbe que personas homosexuales aparezcan en material educativo o televisivo dedicado a menores de 18 años. A pesar de las fuertes críticas por parte de Bruselas, Orban sacó adelante la votación con la mayoría ofrecida por el partido de extrema derecha Jobbik. Comparada con la ley rusa del 2013 contra la “propaganda gay”, Orban tensa aún más la relación con Bruselas que en su día envió una carta criticando duramente la decisión del Kremlin y que ahora, ocho años después, ve cómo estas mismas tendencias homófobas se extienden dentro de sus fronteras.
El primer ministro pedirá, en un referéndum aún sin fecha, que sus ciudadanos respondan a cinco preguntas, entre las cuales se encuentran: “¿Apoya usted que se muestren a los menores, sin ninguna restricción, contenidos mediáticos de carácter sexual capaces de influir en su desarrollo?” o si están a favor de incluir “diferentes orientaciones sexuales” en el material de educación sexual “sin el consentimiento de los padres”.
“A pesar de los esfuerzos de Orban de traer de nuevo al punto de la polémica al colectivo la situación a pie de calle en el país no es tan mala cómo lo es la retórica política que lo rodea”, apunta por medio de una entrevista telefónica a este periodico Rémy Bonny, activista y director de la ONG Forbidden Colours. Una encuesta llevada a cabo por Ipsos entre abril y mayo de este año arrojó que el 59% los húngaros apoyan el derecho de adopción de las parejas del mismo sexo.
Después de la caída del comunismo el país avanzó en la adquisición de derechos, especialmente en 2008 con el gobierno del partido socialista que permitió su registro como parejas de hecho. Todo cambió en 2010 cuando Orban llegó al poder y empezó a modificar leyes, incluso la constitución en detrimento de la comunidad LGBT. “Nuestra intención es ayudar, sobre todo de cara a la gran campaña en contra del colectivo. Ahora mismo tenemos dos opciones sobre la mesa, llamar a un boicot y que no se llegue al 50% de participación necesaria para que el plebiscito sea vinculante o convocar a las personas en masa para que voten nulo”, comenta Bonny.
Durante el primer cierre por Covid en 2020 el gobierno de Orban prohibió el cambio de sexo y cualquier reconocimiento legal a personas transgénero o quienes se consideran intersexuales. En el segundo encierro anunció que solo las parejas formadas por un hombre y una mujer podían adoptar niños.
El líder húngaro se encuentra en un momento crucial de su mandato. La próxima primavera se enfrenta a elecciones parlamentarias, que a su vez elegirá al primer ministro, con una recién estrenada oposición liderada por el popular alcalde de Budapest, Gergely Karácsony. Si hace cuatro y ocho años Fidesz, el partido de Orban, logró llevar al centro de la polémica el reparto de refugiados y la inmigración, esta campaña electoral parece haber encontrado su nuevo objetivo.
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