Espionaje
Israel busca suavizar el efecto Pegasus en Francia
La empresa NSO salió rápidamente a desmentir el supuesto espionaje contra Macron pero, cuando el conflicto involucra al alto gobierno, un comunicado comercial no es suficiente
Francia no está contenta. Su presidente, Emmanuel Macron, habría sido objeto de espionaje del software Pegasus, desarrollado por la empresa israelí NSO. Según una investigación periodística desarrollada por la oenegé Forbidden Stories y apoyada por Amnistía Internacional, el número de teléfono del mandatario aparece en una larga lista de presuntas víctimas de vigilancia a través del programa israelí con el que su Iphone habría sido infectado.
La empresa NSO salió rápidamente a desmentir el supuesto espionaje contra Macron pero, cuando el conflicto involucra al alto gobierno, un comunicado comercial no es suficiente.
Bien lo sabe el ministro de defensa de Israel, Benny Gantz, quien aterrizó en París este miércoles con el fin de entrevistarse con su homóloga Florence Parly y asegurarle cara a cara que el gobierno israelí tomará las medidas necesarias para controlar el uso de Pegasus.
Para empezar, Gantz tuvo que describir qué tanta información posee el gobierno israelí sobre Pegasus, sus diferentes usos y su alcance. También explicar por qué un producto de ciberseguridad como Pegasus, capaz de infiltrarse en sistemas digitales y teléfonos de manera indetectable, no cuenta con la autorización oficial de exportación de la Agencia de Control de Exportaciones Militares, que funciona precisamente bajo la tutela del Ministerio de Defensa de Israel.
Pegasus es considerado una herramienta de espionaje de grado militar, concebido para seguir los movimientos de terroristas y criminales, por lo cual, su venta a terceros países debería contar con el visto bueno de Gantz y su ministerio.
La ministra Parly exigió también conocer qué dispositivos de seguridad se han implementado – o se implementarán en el futuro – para evitar que Pegasus pueda filtrarse en las comunicaciones del gobierno francés.
Este miércoles, al final de la reunión, ninguna conferencia de prensa estuvo prevista. Fuentes del Palacio del Elíseo comentaron que el tema « era demasiado sensible » para dar puerta abierta a los periodistas.
El contraataque de Marruecos
Si Israel es el país desarrollador de Pegasus, Marruecos parece ser uno de sus mejores clientes, según la investigación de Forbidden Stories.
Medios franceses como Le Monde, Mediapart y Radio France señalan que un servicio de seguridad de Marruecos habría contratado el sistema Pegasus para espiar a Emmanuel
Macron, su ex-primer ministro Edouard Philippe y otros 14 ministros de su gabinete, lo cual ha sido desmentido rotundamente por Rabat.
De hecho, el ministro marroquí del Interior, Abdelouafi Laftit, presentó este miércoles en París una denuncia por “declaraciones difamatorias” contra Mediapart y su director, el controvertido periodista Edwy Plenel.
No es la primera acción judicial que emprende Marruecos. Ya desde el 22 de julio había iniciado una demanda por difamación contra la oenegé Forbidden Stories y Amnistía Internacional, las organizaciones que publicaron la lista de posibles objetivos de espionaje con el software Pegasus. También pidió citar en tribunales a los directores de Le Monde y de Radio France por su participación en el reporte sobre Pegasus, donde el reino de Marruecos es señalado de espiar a los altos funcionarios franceses. Rabat alega a todo pulmón que el informe contiene simples conjeturas sin aportar ningún tipo de pruebas.
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