Violencia machista

Así era Neha Paswan, la menor asesinada por su familia por llevar vaqueros y no vestir con ropa tradicional

La adolescente hindú de 17 años fue colgada de un puente tras recibir una brutal paliza por parte de su abuelo y sus tíos

El caso de Neha es tan sólo uno de los miles de violencia de género que todavía continúan sucediendo en la India a día de hoy
El caso de Neha es tan sólo uno de los miles de violencia de género que todavía continúan sucediendo en la India a día de hoyFacebookLa Razón

La vida de una persona puede correr serio peligro en la India si no respeta los atuendos tradicionales del país asiático. Es el caso reciente de Neha Paswan, una joven de tan solo 17 años que fue asesinada por su familia la pasada semana por este inexplicable motivo que ha causado una gran conmoción en las redes sociales y se ha hecho viral.

La adolescente vivía en Savreji Kharg, una de las aldeas más atrasadas de Uttar Pradesh, al norte de la India. Neha recibía toques de atención constantemente por parte de sus familiares por no llevar el ‘sari’ -la ropa tradicional de las mujeres hindúes- o al menos una blusa larga. De hecho, Neha se sintió acosada por su propia familia para que dejase la escuela si seguía yendo con ropa “atrevida” como así lo calificaban, pero lo cierto es que ella le gustaba vestirse con atuendos modernos.

Las reprimendas de su familia fueron a más hasta tal punto que un día la adolescente recibió una paliza mortal por parte de su abuelo y sus tíos. “Ella había mantenido el ayuno religioso durante todo el día. Por la noche, decidió ponerse unos vaqueros y una blusa y procedió con sus rituales. Cuando su abuelo le recriminó su vestimenta, Neha respondió que los vaqueros estaban hechos para ponérselos y que ella los llevaría“, explicó su madre Shakuntala.

Neha se encontraba gravemente herida y los autores de la agresión engañaron a la madre, haciéndola creer que la llevaban al hospital. En lugar de eso, la dejaron colgada de un puente sobre el río Gandaki que atraviesa la región, donde sería encontrada días más tarde. “No me dejaron acompañarlos, así que avisé a familiares que fueron al hospital del distrito a buscarla pero no dieron con ella”, agregó su progenitora.

La autopsia reveló que la joven tenía roto el cráneo por los golpes sufridos y su madre ya ha denunciado los hechos. Hasta el momento, cuatro personas han sido detenidas por las autoridades: el abuelo, dos tíos y el conductor que les llevó con el cadáver de la joven, quienes aún no han realizado ninguna declaración al respecto y podrían enfrentarse a penas de cárcel.

La madre de la víctima afirmó que la ilusión de su hija era ser oficial de policía, pero “esos sueños nunca se harán realidad ahora”. Por su parte, el padre de Neha, Amarnath Paswan, quien trabaja como peón en obras de construcción en Ludhiana, una ciudad de Punjab, y que había regresado a casa por esta lamentable noticia, dijo que había trabajado muy duro durante todo este tiempo para poder enviar a sus hijos a la escuela.

El caso de Neha es tan sólo uno de los miles de casos que todavía a día de hoy continúan sacudiendo a la India, uno de los países donde la cultura patriarcal y la violencia contra las mujeres está más arraigada. Este incidente también pone de manifiesto la inseguridad que sufren las mujeres en general dentro de sus propios hogares en el país asiático.

Lo cierto es que la violencia doméstica no tiene fin en la India. En promedio, 20 mujeres mueren cada día por esta triste realidad, especialmente en los pueblos pequeños y las zonas rurales hindúes donde existen severas restricciones contra ellas por los jefes de aldea o los patriarcas de la familia, que suelen dictar cómo vestir, a dónde pueden ir o con quién hablar, y cualquier paso en falso puede ser considerado una provocación y ser castigado.