Salida de Kabul

Afganistán: el primer avión para repatriar a los españoles parte hacia Dubai

Otro A-400M del Ejército del Aire viajará mañana “para cubrir la primera fase de repatriación”

La idea es «no dejar a nadie atrás». Es lo que repiten los cuatro ministerios que, en una carrera contrarreloj, trabajan para sacar cuanto antes de Afganistán tanto a los españoles que aún quedan en el país como al máximo número de traductores y trabajadores afganos que, de una manera u otra, colaboraron con las tropas españolas y organismos como la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), durante los casi 20 años de participación española en las dos misiones de la OTAN en suelo afgano. Pero la llegada ayer de los talibanes a la capital, Kabul, obligó a acelerar aún más los planes y el tiempo ya juega en su contra. En Exteriores (que lidera el operativo), Interior, Defensa y el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones llevan días de trabajo sin descanso. Y hoy, a última hora han dejado claro que “aceleramos los planes para la evacuación en Afganistán”.

En un comunicado, Defensa y Exteriores informaron de que dos aviones A-400M del Ejército del Aire viajarán a Dubái «para cubrir la primera fase de repatriación del personal de la embajada, de los españoles que quedan en ese país así como de todos aquellos afganos y sus familias que durante años han colaborado con nuestro país». El primer avión ha partido esta noche de la Base Aérea de Zaragoza y el segundo está previsto que despegue a las 09:00 de mañana.

Además del personal de la embajada, hay otros seis ciudadanos españoles que residen en Kabul. A los que habrá que sumar a un número indeterminado por ahora de intérpretes y colaboradores. A los que ya se tiene controlados, se les investiga al detalle para evitar que se cuelen insurgentes.

Se trata de ciudadanos que durante casi 20 años colaboraron con las Fuerzas Armadas españolas, la Guardia Civil, la AECID y otros organismos civiles que en algún momento trabajaron en Afganistán.

Y es que España llegó al país asiático en enero de 2001, con un primer contingente de 350 efectivos. Desde ese día y hasta el pasado mayo, los uniformados españoles han estado desplegados en una guerra que nunca se quiso llamar así, guerra, en la que 100 militares y 2 traductores han perdido la vida.

De ese primer contingente se llegó a alcanzar en 2010 los 1.500 efectivos desplegados en diferentes puntos del país, principalmente en la base de Qala i Naw, construida por los españoles y regalada al Ejército afgano en 2013, y en Herat, donde nuestro país se encargaba tanto del aeropuerto como del Hospital que levantaron allí.

Pero también los efectivos españoles estuvieron en primera línea de fuego, en los puestos avanzados de combate (COP, por sus siglas en inglés) de Ludina y Moqur.

Poco a poco, a partir de finales de 2012 comenzó un lento repliegue de las tropas españolas. Primero, los puestos de combate, para, a finales de 2013, salir de Qala i Naw, en la provincia de Baghdis, donde la presencia española se tradujo en nuevas infraestructuras o nuevos hospitales, tanto en la ciudad como en los pueblos cercanos, donde construyeron puentes o pozos.

En 2014 la primera misión de la OTAN (ISAF) dio paso a una nueva más de mentorización y adiestramiento (Resolute Support), ya con las tropas en Herat y Kabul únicamente. Un año después, abandonaban la primera de las bases, reduciéndose aún más el contingente.

Quedaban unos 70 efectivos en la capital, liderados por los miembros del Mando de Operaciones Especiales (MOE), que adiestraban a las fuerzas afganas. Unos equipos que fueron reduciéndose hasta poco más de la veintena de este último año y el 13 de mayo, regresaron a España los últimos 24, poniendo fin a la misión más larga de las Fuerzas Armadas.

Atrás, 19 años y 4 meses de dura misión en la que perdieron la vida 100 militares y dos traductores. Una operación que ha supuesto un gasto que ronda los 3.500 millones y por la que han pasado aproximadamente 30.000 uniformados españoles.

Ahora, ante esta nueva batalla que se presenta, la clave es la rapidez para poder llegar antes a Kabul que los talibanes y rescatar a todos los que se encuentran allí.