Alarma en Europa

Yihadistas ocultos entre refugiados

En medio de la caótica evacuación desde Kabul, Francia y Reino Unido dan la voz de alarma tras detectar a una docena de integristas entre los demandantes de asilo

Las autoridades francesas han puesto bajo vigilancia antiterrorista a cinco afganos evacuados desde Kabul este pasado fin de semana
Las autoridades francesas han puesto bajo vigilancia antiterrorista a cinco afganos evacuados desde Kabul este pasado fin de semanaPool MoncloaPool Moncoa

La caótica retirada de las tropas de EEUU de Afganistán no sólo puede abocar una nueva oleada migratoria rumbo al bloque comunitario sino que también despierta la amenaza de nuevos ataques terroristas en suelo europeo. Uno de los grandes temores reside en que fundamentalistas islámicos consigan infiltrarse entre los demandantes de asilo que ahora mismo están siendo evacuados contrarreloj por parte de los aliados de la OTAN, en medio de la constante amenaza de los talibanes.

Las autoridades francesas han puesto bajo vigilancia antiterrorista a cinco afganos evacuados desde Kabul este pasado fin de semana y este pasado lunes decidieron detener a uno de ellos después de que no respetase las medidas de control impuestas. El ministro de Interior francés, Gérald Darmanin ha intentado calmar a la población tras este arresto y ha justificado la llegada del encarcelado, ya que colaboró con las autoridades galas en la repatriación de ciudadanos franceses y en la evacuación de la embajada de Kabul “en un momento especialmente tenso”. Según Le Mondeel detenido ha sido identificado como Niangalay S y nació en 1995 en la provincia de Longar, a 100 kilómetros de Kabul. Según este periódico se aprovechó de la “confusión en el ambiente” para subirse, junto a su familia, en el avión militar en el que consiguió salir del país.

El titular de Interior, si bien ha reconocido que “hay que prestar atención” al riego de que potenciales yihadistas se infiltren entre los refugiados, también ha explicado que los demandantes de asilo no llegan directamente a Francia sino que se aprovecha la escala en la base aérea de Emiratos Árabes para hacer una selección y poner en marcha las medidas de seguridad pertinentes. Le Monde asegura que, aparte del detenido, entre los sospechosos, se encuentran dos hermanos originarios de Kabul que han sido detectados portando armas y entre los talibanes, en lo que parece la toma de poder tras la caída de la capital del país

Francia no es el único país envuelto en esta polémica. Seis evacuados desde Kabul por parte de las autoridades británicas han sido identificados como sospechosos de terrorismo ya que aparecen en lista conocida como “no fly” que les prohíbe subir a un bordo de un avión comercial rumbo al país. Además, los agentes fronterizos aseguran que otras cuatro personas han sido detectadas como una posible amenaza en los controles de seguridad realizados en el aeropuerto de la capital afgana. A pesar de la alarma que suscitan este tipo de noticias, este número de sospechosos es reducido si tenemos en cuenta que Reino Unido ha conseguido evacuar por el momento a 4.226 afganos en una operación que comenzó el 12 de agosto.

Independientemente de que potenciales yihadistas puedan aprovecharse de la situación para llegar a suelo europeo en medio del caos de estas evacuaciones, también existe el peligro de que aumenten los ataques por parte de individuos ya radicalizados por Daesh, envalentonados por la victoria de los talibanes y la humillación sufrida por parte de Occidente. Además, los aliados de la OTAN temen que Afganistán se convierta de nuevo en un santuario de terroristas después de que el país en el pasado albergara y protegiera a Bin Laden, el cerebro de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Tanto EEUU como la UE han avisado de que no permitirán un resurgimiento de Al Qaeda y de que tienen medios para evitar nuevos ataques planeados desde el país.

Estas noticias coinciden con las reticencias de los países europeos a la hora de albergar en sus territorios a demandantes de asilo afganos y que se repitan las mismas imágenes que en 2015, en el peor momento de la crisis de refugiados debido a las llegadas masivas procedentes de Siria. Por ahora, los países europeos tan sólo parecen dispuestos a mostrar cierta generosidad con los afganos que han trabajado como colaboradores de las fuerzas occidentales durante todos estos años y con personalidades, sobre todo mujeres, destacadas por su defensa de los Derechos humanos.

Alemania, que fue el principal promotor de la política de puertas abiertas de hace seis años, no quiere repetir la experiencia ante el peligro de que estas circunstancias contaminen la campaña a los comicios del 26 de septiembre y den alas a la extrema derecha. En Francia, la Agrupación Nacional de Le Pen también ha aprovechado las últimas noticias para criticar la política migratoria llevada a cabo por Emmanuel Macron quien se juega su permanencia en el Elíseo la primavera del año que viene.