Reencuentro

Un soldado se reúne con los tres niños a quienes estuvo cerca de matar durante la Segunda Guerra Mundial

En el otoño de 1944, el joven soldado estadounidense Martin Adler, desplegado con las tropas aliadas en Italia, se encontró con los jóvenes

Hace unos meses, gracias a las redes sociales, consiguió ponerse en contacto con los tres hermanos, Bruno, Mafalda y Giuliana Naldi
Hace unos meses, gracias a las redes sociales, consiguió ponerse en contacto con los tres hermanos, Bruno, Mafalda y Giuliana NaldiELISABETTA BARACCHIEFE

En el otoño de 1944, durante la Segunda Guerra Mundial, el joven soldado estadounidense Martin Adler, desplegado con las tropas aliadas en Italia, se encontraba en los alrededores de Monterenzio, en los Apeninos. Recorriendo las callejuelas del pueblo, escuchó un sospechoso ruido procedente de una enorme cesta de mimbre apoyada en el suelo. Mientras empuñaba su arma y se preparaba para disparar contra lo que él creía era un soldado alemán escondido, una mujer salió de una casa cercana gritando para tratar de detenerlo: “¡Bambini! ¡bambini!”. De repente, de la cesta salieron tres niños de entre 3 y 6 años, hijos de la mujer, que se habían escondido muertos de miedo después de haber visto a los militares acercarse.

“La madre salió de su escondite, se paró enfrente de mi arma y la puso contra su estómago para evitar que disparara. Ella fue la verdadera heroína, no yo”, cuenta Adler, de 97 años y originario del Bronx. Han pasado casi 77 años de aquel episodio, pero el anciano ex soldado nunca pudo olvidar a aquellos tres pequeños a los que regaló barritas de chocolate y con quienes se hizo una fotografía que ha guardado con celo durante casi ocho décadas.

Hace unos meses, gracias a las redes sociales, consiguió ponerse en contacto con los tres hermanos, Bruno, Mafalda y Giuliana Naldi. Los cuatro se hicieron la promesa de volver a verse apenas la pandemia diera algo de tregua. Y hace unos días, la cumplieron. El veterano soldado cruzó esta semana el Atlántico y aterrizó en el aeropuerto de Bologna donde los tres hermanos, hoy octogenarios, le recibieron emocionados. Adler, que llegó a la terminal del aeropuerto en silla de ruedas acompañado por su esposa, se fundió con ellos en un largo abrazo. “He esperado toda la vida este momento”, confesó.

Localizar a los tres hermanos Naldi después de tanto tiempo no habría sido posible sin el empeño del periodista y escritor italiano Matteo Incerti, que estaba preparando un libro sobre la Segunda Guerra Mundial cuando descubrió la fotografía. A través de aquella vieja instantánea en blanco y negro, Incerti pudo descubrir el lugar exacto donde fue tomada y comenzar el rastreo.

La hija del ex veterano estadounidense, que le ha acompañado en su viaje a Italia desde Florida, explicó que su padre todavía sufre pesadillas y que aquellos tres pequeños eran el único buen recuerdo de la guerra. “Estoy muy feliz y muy orgullosa de él porque las cosas podrían haber sido muy distintas. Gracias a que dudó un segundo, ahora hay generaciones de personas”, contó Rachelle.