Reino Unido
Polémica con la operación para evacuar animales de Afganistán: ¿van antes los perros o las personas?
Un ex marine que dirige un refugio con perros, gatos y burros dice que no saldrá del país si no sacan a sus animales. Un donante fleta un avión privado para sacar a las mascotas
La polémica desatada en Reino Unido por una operación para sacar a las decenas de animales de Afganistán ha puesto de relieve hasta qué punto los británicos son una sociedad obsesionada con los animales. Hasta el punto de que algunos medios ingleses han destacado que están priorizando la vida de perros y gatos en lugar de las personas “en peligro” que luchan por salir del avispero afgano tras la reconquista de los talibanes. La historia comienza con el ex marine británico Paul Farthing, quien creó en 2009 el santuario de animales Nowzad en Afganistán acogiendo a perros, gatos y burros abandonados. Con la conquista talibán, Farthing, un sargento que estuvo destinado en Afganistán durante años, quiere sacar al personal de su organización y a todos los animales de Afganistán en una misión denominada Operación Ark. Pero se ha encontrado con varias dificultades.
La postura del ex marine es tan firme que ha dicho que no saldría del país sin su personal o sus animales. Farthing tiene alrededor de 25 empleados más sus familias y 150 gatos y perros más otros tantos burros. Los burros, por cierto, quedarían fuera de la operación de evacuación. El fundador de la organización benéfica ha denunciado estos días que el Gobierno británico de Boris Johnson no coopera con la fundación en la evacuación de los animales.
El secretario de Defensa, Ben Wallace, dijo a principios de esta semana que no estaba preparado para dar prioridad a los animales antes que a las personas. Luego añadió que si el fundador de la organización benéfica llegaba al aeropuerto con su personal y con los animales, buscaría un lugar para el vuelo. El dirigente matizó después: “Nunca dije que no facilitaría. Dije que nadie saltaría en la cola”.
Las quejas de miles de personas en las redes sociales por la postura del ministro de Defensa fue tan sonora que se puso en marcha una campaña para recaudar fondos para enviar un avión privado. La campaña tuvo éxito gracias a la generosa donación de un seguidor de esta organización benéfica, que con su dinero logró fletar un Airbus A330, pero que no logró traer a los animales tras ser cancelado por cuestiones de seguridad.
Farthing tuiteó un mensaje dirigido a los talibanes en el que aseguraba que sus animales y el personal de su organización estaban esperando cerca del aeropuerto para poder entrar de forma segura al recinto. “Mi equipo y mis animales están atrapados en el círculo del aeropuerto. Tenemos un vuelo esperando. ¿Puede facilitar el paso seguro al aeropuerto para nuestro convoy?”.
Dominic Dyer, un locutor que apoya la Operacion Ark, ha asegurado sobre la controversia de anteponer los animales a las personas que los gatos y perros estarán “en la bodega” del avión de evacuación y que no quitarán asientos a afganos que colaboraron con el Gobierno británico y cuyas vidas están en peligro. “Tenemos capacidad de sobra en los asientos y aceptaremos más refugiados si podemos”. “Esta es una operación privada pagada por el espíritu de Dunkerque para rescatar animales y proteger a las personas“.
Paul Farthing, más conocido como Pen, participó en operaciones en Afganistán con el 42 Comando de los Marines. Tras adoptar a un perro en 2006 y vivir una gran experiencia con el can, decidió crear una organización en defensa de animales abandonados en Kabul. La prensa inglesa sostiene que la influencia de Farthing entre altos mandos del Ejército ha permitido que el ministro de Defensa cambiara de opinión y diera luz verde a la evacuación de los animales que, eso si, viajarán en las bodegas del avión.
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